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Estilo de vida

¿Sabes cómo la posición de la cama de tu habitación te lleva a sufrir insomnio o dormir mal

Alguna vez te has preguntado por qué, a pesar de que tu rutina nocturna es perfecta, sigues teniendo problemas para dormir? La respuesta podría estar en la posición de tu cama. La forma en que colocas tu cama en tu habitación puede tener un impacto significativo en tu calidad de sueño. Un entorno adecuado es esencial para un descanso reparador, y mover la cama a una posición más favorable podría ser la solución que necesitas para combatir el insomnio.

La influencia de la posición de la cama en el sueño

La posición de la cama en tu habitación puede ser más importante de lo que crees cuando se trata de la calidad del sueño. Diferentes configuraciones pueden influir en cómo descansas, afectando tu bienestar general. A continuación, exploramos dos aspectos clave que pueden marcar la diferencia.

Orientación norte-sur y su impacto en el descanso

En la medicina tradicional, la orientación de la cama sigue siendo un tema relevante. Según prácticas como el Feng Shui y el Vastu Shastra, dormir con la cabeza hacia el norte no es recomendable.

¿Por qué se dice esto? Aquí algunas razones:

Energía magnética: se cree que el campo magnético de la tierra afecta nuestro cuerpo. La teoría es que la posición norte-sur puede alterar el flujo de energía, afectando el sueño.

Circulación de sangre: dormir con la cabeza hacia el norte podría influir en la circulación de sangre, ya que la gravedad y el flujo natural de nuestro cuerpo podrían verse alterados.

Proximidad de elementos perturbadores

El lugar donde coloques tu cama en relación con otros elementos de la habitación también puede jugar un papel crucial en tu calidad de sueño.

Ventanas y puertas:

  • Colocar la cama cerca de una ventana puede aumentar la exposición a ruidos externos y cambios de temperatura. Esto puede interrumpir tu sueño, haciendo que te despiertes más seguido.
  • Una cama cerca de una puerta puede provocar una sensación de inseguridad o vulnerabilidad, afectando tu capacidad para relajarte completamente.

Dispositivos electrónicos:

  • Los teléfonos móviles, tablets y otros dispositivos electrónicos emiten luz azul, que puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
  • Es recomendable mantener estos dispositivos alejados de la cama y, si es posible, fuera de la habitación durante la noche.
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Estudios científicos sobre posicionamiento de la cama

El posicionamiento de la cama puede parecer un detalle sin importancia, pero diversos estudios científicos han demostrado que puede afectar significativamente la calidad del sueño. Desde el fenómeno del efecto de la primera noche hasta los cambios en la calidad del sueño tras reubicaciones, veamos cómo puede influir la posición de la cama en nuestro descanso.

Foto Freepik

Efecto de la primera noche

El efecto de la primera noche es un fenómeno ampliamente estudiado que ocurre cuando una persona duerme en un lugar nuevo por primera vez. Este fenómeno está relacionado con la posición de la cama y otros factores del ambiente. Básicamente, durante la primera noche en un nuevo entorno, una parte del cerebro se mantiene alerta para detectar posibles amenazas, lo que puede resultar en un sueño fragmentado y de mala calidad.

Este fenómeno se ha observado tanto en humanos como en animales, y se cree que es un mecanismo de supervivencia. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Brown encontró que la mitad del cerebro de una persona se mantiene más activa durante la primera noche en un lugar desconocido, mientras la otra mitad trata de dormir. Aunque este fenómeno suele disminuir después de la primera noche, la posición de la cama puede exacerbar esta alerta si no resulta cómoda o adecuada.

Cambios en la calidad del sueño tras reubicaciones

Reubicar la cama puede tener un impacto notable en la calidad del sueño. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que pequeñas alteraciones en la posición de la cama pueden mejorar o empeorar el sueño. Aquí hay algunas formas en que la reubicación de la cama puede afectar el sueño:

Minimizar el ruido: colocar la cama lejos de ventanas o áreas ruidosas puede reducir las interrupciones durante la noche.

Optimizar la temperatura: cambiar la posición de la cama para evitar corrientes de aire o zonas demasiado cálidas puede ayudar a mantener una temperatura adecuada para dormir.

Iluminación y oscuridad: ubicar la cama en un área donde se pueda controlar mejor la luz natural o artificial puede mejorar el ciclo de sueño-vigilia.

Un ejemplo concreto es un estudio llevado a cabo en un hospital, donde mover las camas lejos de las puertas y máquinas ruidosas resultó en una mejora del 30% en la calidad del sueño de los pacientes. Esto demuestra que, aunque reubicar la cama puede parecer un cambio menor, puede tener implicaciones importantes para un descanso reparador.

Consejos para optimizar la posición de la cama

Dormir bien no solo depende de un buen colchón, sino también de cómo se coloca la cama en la habitación. Aquí se presentan algunos consejos para optimizar esta disposición y mejorar la calidad del sueño.

Considerar la distribución del espacio

Un buen diseño interior puede transformar cualquier dormitorio en un santuario de descanso. La clave está en pensar cuidadosamente dónde se van a poner los muebles, especialmente la cama. ¿Cómo puede un diseño bien planeado ayudar a dormir mejor?

Ubicación de la cama: la posición ideal es colocar la cama contra una pared sólida, pero evitando paredes adyacentes al baño ya que pueden transmitir malas energías.

Vista de la puerta: es beneficioso que la cama tenga una vista clara de la puerta sin estar directamente alineada con ella. Esto proporciona una sensación de seguridad y control del espacio.

Espacio libre: dejar espacio libre a ambos lados de la cama permite un mejor flujo de energía y movilidad dentro de la habitación. Además, facilita la limpieza y la organización del dormitorio.

Uso de iluminación y colores

La iluminación y los colores juegan un rol crucial en la calidad del sueño. Elegir correctamente estos elementos puede hacer una gran diferencia en cómo te sientes al despertar.

Iluminación suave: es importante contar con luces suaves y cálidas en la habitación. Evitar luces brillantes o fluorescentes que pueden ser demasiado estimulantes antes de dormir.

Luz natural: aprovechar al máximo la luz natural durante el día y usar cortinas opacas puede ayudar a regular el ciclo sueño-vigilia.

Colores relajantes: usar una paleta de colores suaves como azules, verdes y violetas puede crear un ambiente tranquilo y propicio para el descanso. Estos colores son conocidos por sus propiedades relajantes y ayudan a reducir el estrés.

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Dany Levito

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