La conexión entre la alimentación y la sexualidad masculina ha sido objeto de estudio durante varios años. Recientemente, se ha publicado una meta-análisis que examina los resultados de los principales estudios realizados por diversos centros de investigación sobre este tema. Los resultados se pueden encontrar en la revista científica Uro.
Poderes antioxidantes y antiinflamatorios
Cuando hablamos de alimentación en relación a la investigación, nos referimos principalmente a algunas moléculas presentes en diferentes alimentos, aunque existen algunas excepciones. En el título del estudio mencionado se puede apreciar esto: «Eficacia de la silimarina, el sulforafano, el licopeno, el té verde y la escina».
Estos alimentos tienen en común el poder antioxidante, que retarda el envejecimiento celular, y el poder antiinflamatorio. Sabemos que altos niveles de inflamación pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas importantes, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
Estos resultados también han sido respaldados por la Sociedad Italiana de Andrología. Según esta organización, una alimentación rica en estas sustancias ayuda en la prevención de la hiperplasia prostática benigna y el cáncer de próstata, además de beneficiar al hígado y al estado de ánimo.
La silimarina y sus beneficios
La silimarina se encuentra principalmente en el cardo mariano, una planta conocida por sus efectos beneficiosos en el hígado. Sin embargo, es importante destacar que la silimarina no se encuentra en las hojas de la planta, sino en las semillas y en la capa proteica de la superficie externa del fruto. Por lo tanto, se puede consumir a través de un suplemento.
Además de ayudar en la función hepática y controlar los niveles de colesterol, la silimarina es buena para inhibir el crecimiento de las células cancerosas de la próstata y retrasar su progresión. También ayuda a reducir los problemas relacionados con la necesidad frecuente de orinar en personas con hiperplasia prostática benigna.
Los poderes del sulforafano
Existen numerosos estudios sobre el poder anticancerígeno del sulforafano. Esta sustancia se encuentra en las crucíferas, como el repollo, el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor y las hojas de nabo. Desafortunadamente, esta molécula es termolábil, lo que significa que se pierde una gran cantidad durante la cocción de estos alimentos. Por lo tanto, se recomienda consumir las crucíferas crudas.
En el caso de la coliflor, puede ser difícil consumirla cruda, pero se puede aumentar la cantidad de sulforafano añadiendo semillas de mostaza. De lo contrario, se puede recurrir a un suplemento para obtener esta sustancia beneficiosa.
Los beneficios del licopeno
El licopeno es uno de los antioxidantes más estudiados en relación al cáncer de próstata. Se trata de un carotenoide, precursor de la vitamina A, conocido por su capacidad de proteger contra el cáncer de próstata. Los tomates son especialmente ricos en licopeno. A diferencia del sulforafano, el licopeno se activa durante la cocción. Por lo tanto, se puede obtener una buena cantidad de licopeno consumiendo salsas que se cocinen durante al menos 45 minutos.
El poder del té verde
El té verde es otro alimento que ha sido objeto de numerosos estudios. Su principal poder reside en reducir los niveles de inflamación en la sangre y en el cuerpo en general. También se le atribuyen propiedades anticancerígenas, aunque hasta ahora los estudios se han realizado principalmente en modelos animales o a nivel celular.
¿Qué es la escina?
La escina se extrae de las semillas y la cáscara del castaño de indias. Se trata de un potente antioxidante que resulta útil en casos de infertilidad masculina, varicocele, cáncer de próstata y vejiga, y prostatitis crónica. Según los expertos, su funcionamiento es similar al de la cortisona, pero sin los efectos secundarios asociados.
