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Salud

Asma y sinusitis: Expertos hablan de su relación con la salud del estómago

La falta de aire y los dolores de cabeza también son un indicio de que algo pueda andar mal a nivel estomacal

El asma y la sinusitis son dos problemas que aparentemente tienen una estacionalidad. Sin embargo, a veces el problema no está en los bronquios o la nariz, sino en el estómago.

El Dr. Alessandro Targhetta, geriatra y fitoterapeuta de Venecia, explica: «He atendido a muchos pacientes que han acudido a numerosos especialistas sin tener el diagnóstico correcto, ya que la falta de aire o el asma pueden tener mil explicaciones y, antes de revisar el estado del estómago, piensan que se trata de en una alergia y recetan antihistamínicos o cortisona; o, en el caso de la sinusitis, analgésicos y aerosoles. Esto puede funcionar, pero, en cuanto ser termina el tratamiento, los problemas reaparecen porque solo se están tratando los síntomas, más no se está atendiendo la verdadera causa. En resumen, se conocen todos los síntomas típicos de la gastritis (ardor en el pecho, sabor ácido en la garganta, mala digestión), pero no aquellos que son más atípicos».

¿Cuándo es momento de sospechar?

¿Cómo llegan los jugos gástricos a inflamar los bronquios e incluso los senos paranasales? La fuente explica que «debido al poder irritante de estos ácidos, la gastritis puede causar dolor de cabeza frontal-ocular, uno de los síntomas atípicos más comunes del reflujo y la mala digestión, el problema es que se puede considerar que el trastorno está ligado con un periodo de alergia, entonces se convierte en algo crónico».

Asimismo indica que «en definitiva, una alergia continuada debe levantar sospechas que van más allá del sistema respiratorio, esto incluso en el caso de que se presente una presunta reacción a los ácaros, la cual se manifiesta principalmente en el interior y en determinadas condiciones. Sin embargo, esto no explica la aparición del dolor de cabeza o la falta de aire y tos todos los días. En definitiva, el secreto consiste en pensar que estos casos también son posibles en una gastritis, la cual no tiene los síntomas clásicos de la enfermedad. Por último, si lo pensamos bien, el intestino, el estómago, el sistema respiratorio y la nariz forman parte de un gran sistema que ve cómo la inflamación discurre entre un órgano y otro».

Mucho cuidado con tu dieta regular

La sospecha de una gastritis con síntomas atípicos también es señalada por la forma en la que nos alimentamos, la cual suele ser demasiado ácida, y, por tanto, se entiende como una fuente de inflamación. Hay alimentos de la dieta mediterránea que son excelentes y saludables, pero también tienen componentes ácidos, y, por tanto, no son buenos para todo el mundo.

Por ese motivo, una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta es comprobar si los síntomas aparecen después de comer ciertos alimentos. En concreto, hay que evitar las harinas blancas, la carne roja e incluso la leche y sus derivados. Estos, pese a que tienen una acción básica y amortiguadora inicial, en su procesamiento en el sistema digestivo crea acidosis y reflujo. Además, la fruta no debe consumirse después de las comidas, sino en el desayuno o como tentempié a media mañana o por la tarde, mientras que los zumos de fruta deben evitarse porque son ricos en fructosa.

Fitoterapia: tres remedios verdes que han demostrado ser efectivos

La medicina tradicional china siempre ha tenido relación con la salud del estómago, los bronquios y la nariz: «La fitoterapia puede marcar la diferencia entre los tratamientos, ya sea complementando las terapias farmacológicas o sustituyéndolas», agrega Targhetta.

Afortunadamente, el estómago es un órgano que reacciona rápidamente a los tratamientos, sobre todo si se corrige paralelamente. En este sentido, el ficus carica, la pasionaria y el cálamo aromático son los tres remedios eficaces para estos casos.

«Pueden consumirse juntos o incluso solos. En el caso de la pasionaria, si el desencadenante es la ansiedad y el estrés digestivo, se utiliza dos veces al día durante un mínimo de 20 a 30 días. Los brotes de Ficus carica son excelentes porque ayudan la regularizar la secreción gástrica, la acidez y la excesiva motilidad intestinal. Se suelen recomendar 2,5 ml de macerado glicérico con agua antes de la comida y la cena todos los días, también para el caso de la flor de la pasión», dice el experto.

El estrés es uno de los grandes potenciadores del reflujo gastroesofágico, ya que este aumenta la producción de ácido: “Para quienes somatizan mucho los problemas de la vida cotidiana en el estómago, se recomienda una pasiflora en tintura madre, 2,5 ml con agua antes de la comida y la cena de cada día”, explica el doctor Targhetta.

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Lidia Baldomero

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