Atleta estadounidense se negó a compartir el oro y terminó perdiendo en el desempate
La competencia de salto de altura en los Juegos Olímpicos de París 2024 estuvo marcada por un dramático desenlace, donde dos atletas destacados se enfrentaron en un reñido tiebreaker que captó la atención de todo el mundo. En un giro inesperado, el saltador estadounidense Shelby McEwen se negó a compartir la medalla de oro con su rival neozelandés Hamish Kerr, lo que desencadenó una apasionada disputa que terminó con McEwen perdiendo el oro en el tiebreaker.
Este evento no solo puso de manifiesto la determinación y la ambición de los atletas, sino que también reveló las complejidades y las emociones que rodean a la competencia olímpica de alto nivel.
La grandeza de Kipchoge: se detiene en el Km 31, espera al último corredor… y se retira
Antes de centrarnos en el dramático desenlace del salto de altura, es importante destacar otro momento destacado de los Juegos Olímpicos de París 2024: la actuación del legendario maratonista keniata Eliud Kipchoge, quien sorprendió a todos al detenerse en el kilómetro 31 de la carrera, esperar a que el último corredor lo alcanzara y luego retirarse de la competencia.
Esta acción, lejos de ser una muestra de debilidad, fue una demostración de la grandeza de Kipchoge. Al detener su carrera y esperar al rezagado, el atleta keniata envió un poderoso mensaje de solidaridad y compasión, recordándonos que el espíritu olímpico trasciende la mera búsqueda de la victoria. Su gesto fue ampliamente celebrado por los espectadores y los medios de comunicación, consolidando aún más su estatus como una de las leyendas vivientes del deporte.
Tamberi y Barshim: amigos para Siempre
Mientras que la acción de Kipchoge resaltó la camaradería y el espíritu de equipo en los Juegos Olímpicos, el evento de salto de altura también tuvo su propia historia de amistad y cooperación. En los Juegos de Tokio 2020, los atletas Gianmarco Tamberi de Italia y Mutaz Barshim de Qatar protagonizaron un momento icónico al acordar compartir la medalla de oro después de un empate.
Esta decisión, que conmovió a millones de espectadores en todo el mundo, forjó una profunda amistad entre los dos saltadores. Ambos volvieron a participar en la final de París 2024, pero esta vez el italiano Tamberi no pudo subir al podio debido a problemas de salud, a diferencia de Barshim, quien se llevó el bronce.
A pesar de la ausencia de Tamberi, Barshim siguió siendo un ejemplo de deportividad y camaradería, demostrando que los Juegos Olímpicos van más allá de la mera competencia individual. Su acción en Tokio 2020 se convirtió en un hito que inspiró a atletas y espectadores por igual, y su presencia en París 2024 sirvió como un recordatorio de la importancia de la amistad y el apoyo mutuo en el deporte.
París no es Tokio y ambos tenían la ambición
Si bien la historia de Tamberi y Barshim en Tokio 2020 se caracterizó por la cooperación y el espíritu de compañerismo, el evento de salto de altura en París 2024 tomaría un rumbo muy diferente. El saltador neozelandés Hamish Kerr, refiriéndose a lo ocurrido en la capital japonesa, expresó: «Tengo mucho respeto por lo que hicieron en Tokio, pero siempre pensé que agregar a la historia y tener la oportunidad de hacer el salto de desempate sería increíble».
Esta declaración pone de manifiesto que, a diferencia de Tamberi y Barshim, Kerr y su rival estadounidense Shelby McEwen tenían una mentalidad diferente. Ambos atletas estaban decididos a hacer historia y no estaban dispuestos a compartir la medalla de oro, lo que eventualmente desencadenaría un dramático desenlace en el tiebreaker.
Un empate que se convirtió en una batalla épica
Después de una intensa competencia, Kerr y McEwen terminaron empatados con un salto de 2,36 metros, lo que significaba que tendrían que recurrir a un tiebreaker para determinar al ganador de la medalla de oro. Lo que siguió a continuación fue una batalla épica que mantuvo a los espectadores del Stade de France en suspenso.
Ambos atletas fallaron 11 intentos consecutivos en el tiebreaker, demostrando una determinación inquebrantable y una voluntad de ganar a toda costa. A medida que la tensión aumentaba, el público tuvo que soportar una interminable ronda de saltos fallidos, mientras que los jueces se veían obligados a bajar el listón en un intento por definir un ganador.
Kerr rompe la racha de fracasos
Finalmente, después de una serie de frustrantes intentos, Hamish Kerr logró romper la racha de fracasos cuando superó los 2,34 metros, asegurándose la medalla de oro. Su compañero de competencia, Shelby McEwen, tuvo que conformarse con la plata, a pesar de haber igualado el salto ganador de 2,36 metros.
Después de una batalla tan reñida y agotadora, el atleta neozelandés pudo alzarse con el codiciado oro, dejando atrás a un rival que se había negado a compartir el podio.
La negativa de McEwen a compartir la medalla de oro
El punto clave de este dramático episodio fue la decisión de Shelby McEwen de no compartir la medalla de oro con Hamish Kerr. A diferencia de la histórica escena protagonizada por Tamberi y Barshim en Tokio 2020, los dos saltadores de París 2024 no estaban dispuestos a llegar a un acuerdo.
McEwen, que había sido reconocido por su habilidad y determinación, sorprendió a todos al negarse a compartir el oro con su rival neozelandés. Esta decisión, que en un principio parecía dar a entender que ambos atletas querían hacer historia por separado, eventualmente se volvería en su contra cuando no pudieron superar el listón en el tiebreaker.