Bajar de peso durante la menopausia: 6 consejos infalibles a tener en cuenta
Los cambios de peso pueden ser un grave problema durante la menopausia, ya que por la falta de producción de estrógenos, el proceso metabólico se vuelve más complicado
De acuerdo con el nutricionista Fabio Mariniello controlar el peso durante la fase de la menopausia es muy importante.
El especialista considera que si se siguen algunos pequeños y sencillos consejos pueden ayudar a cualquiera a mantenerlo bajo control.
No se debe caer en alertas, debido a que la menopausia es una etapa natural en la vida de todas las mujeres, por lo general sucede entre los 45 y 55 años, cuando los ovarios dejan de producir óvulos, es decir, con el fin del ciclo menstrual.
Este cambio fisiológico puede comenzar con la irregularidad del periodo. Además, puede presentarse con varios síntomas, entre ellos:
- Sofocos.
- Insomnio.
- Ansiedad.
- Depresión.
- Taquicardia.
- Sequedad vaginal.
- Sudores nocturnos.
- Sudoración anormal.
- Alteración de la libido.
- Problemas para dormir.
Las sintomatologías no solo quedan allí, también afecta la salud cardíaca y encefálica, particularmente a la memoria, aunque, hay casos en los que se pueden presentar cambios anatomofisiológicos, como una reducción de la masa ósea que con el tiempo puede derivar en osteoporosis y una redistribución de la grasa corporal que tiende a acumularse en el vientre.
«Es por esto que es importante controlar el peso corporal en esta fase, no solo por la parte estética, sino también por la salud», manifestó el experto en salud.
Recomendaciones para bajar de peso durante la menopausia
Un físico saludable sufrirá menos consecuencias y le permitirá llegar al fatídico momento sin agravar los problemas anteriores. Un programa nutricional sano y equilibrado garantizará la ingesta correcta de nutrientes y limitará o detendrá la aparición de daños mayores.
Se recomienda el consumo adecuado de vitamina D, K, calcio y magnesio para fortalecer los huesos. En la mayoría de los casos, esto será posible únicamente con la dieta, aunque puede haber una situación en la que el cuerpo no esté respondiendo adecuadamente, si esto ocurre, lo mejor es hablarlo con un nutricionista para que pueda recomendar algún suplemento.
Actividad física tres veces por semana
Hacer deporte es muy importante, no solo por el gasto energético, sino que el entrenamiento de resistencia ejerce una función trófica sobre tus huesos, favoreciendo su regeneración mediante el depósito de sales de calcio o ralentizando en gran medida su degeneración. De igual forma, ayuda a liberar endorfinas, manteniendo un buen estado de ánimo.
Por lo general, los especialistas aconsejan realizar actividad física al menos tres veces a la semana. Puedes dedicar una hora a una clase de aeróbic de tu elección y un par de horas a levantar pesas, o invertir la tendencia, aunque de este modo será más difícil forzar todo el esqueleto. No tengas miedo a intentarlo, avanzando gradualmente mejorarás tu fuerza física y te acercarás al mundo con más confianza sin riesgo de comprometer tu feminidad.
No superar las tres comidas al día
La dieta es una pieza fundamental, debe ser variada y equilibrada, en donde se incluyan frutas y verduras todos los días, además de carnes magras, pescados, lácteos descremados y alimentos que contengan carbohidratos, como el arroz, las pastas, la avena y las legumbres.
Para aquellos que no tienen una motivación en particular, la dieta mediterránea es la opción perfecta. El experto recomienda limitar el consumo de alimentos fritos, con un alto contenido en grasas saturadas, una cantidad excesiva de potasio o los prooxidantes.
El número de comidas puede variar, pero lo mejor es acordar con el nutricionista y, depende del estilo de vida de la persona, se puede dividir en cinco comidas más pequeñas o, en el caso de que la persona esté sujeta a un horario o turno estricto, pueden distribuir la alimentación con tres comidas diarias.
Combate el sedentarismo
Como ya sabemos, la menopausia produce cambios hormonales y metabólicos que tienen efectos directos sobre varias funciones de nuestro organismo, sobre todo en el sistema cardiovascular y metabólico, el sistema músculo-esquelético y en el estado de ánimo.
Esos cambios provocan una serie de situaciones poco agradables que pueden convertirse en problemas más graves debido a la inactividad física, lo cual pone en riesgo la salud de las mujeres.
Por lo general, durante esta etapa se tienen menos ganas de hacer alguna actividad, por falta de tiempo y de fuerzas, pero se incrementan las ganas de descargar nuestro malestar en la comida, la mayoría de las veces, sin ni siquiera darnos cuenta de que nos movemos menos y comemos más. Es por esto que es importante realizar algún deporte, o caminar durante unos minutos varias veces a la semana.