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Pareja

Boda, ¿Quién debe pagar según la etiqueta?

Después de la emoción del compromiso, llega el momento de planificar la boda y establecer un presupuesto. Una de las preguntas más comunes que surgen en esta etapa es: ¿quién debe pagar la boda? La respuesta no es sencilla, ya que existen diversas tradiciones y tendencias modernas que las parejas pueden considerar.

La tradición: la familia de la novia asume los gastos

Históricamente, la tradición en México ha sido que la familia de la novia se haga cargo de la mayor parte de los costos de la boda. Esta costumbre se remonta a la antigua práctica de la dote, donde la familia de la novia aportaba bienes y recursos para facilitar el matrimonio.

Bajo esta tradición, la familia de la novia suele cubrir:

  • El vestido de novia y el ajuar completo de la prometida
  • La decoración de la ceremonia y la recepción, incluyendo flores, música y fotografía
  • Los gastos del lugar de la ceremonia y el banquete
  • El transporte de la novia el día de la boda

Por su parte, la familia del novio se encarga tradicionalmente de:

  • El traje y complementos del novio
  • Los honorarios del oficiante de la ceremonia religiosa
  • Los gastos de la cena de ensayo
  • La luna de miel de la pareja

Aunque esta división de gastos sigue vigente en algunas regiones, la tendencia actual es que las parejas y sus familias adopten fórmulas más flexibles y acordes a sus posibilidades.

Compartiendo los gastos: una opción cada vez más común

Una alternativa cada vez más popular es repartir los gastos de la boda entre la pareja y ambas familias. Esta modalidad permite que todos los involucrados contribuyan de acuerdo a sus posibilidades, evitando que una sola parte asuma la mayor carga financiera.

Algunas formas de dividir los costos pueden ser:

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  • Aportes iguales de la pareja y cada familia
  • Que la pareja cubra un porcentaje y el resto lo asuman las familias
  • Que cada familia se haga cargo de sus propios invitados y los gastos compartidos se dividan a partes iguales

Esta opción brinda flexibilidad y permite que la boda se ajuste al presupuesto de cada uno. Sin embargo, es crucial que la comunicación y el acuerdo entre las partes sean claros desde el principio para evitar malentendidos.

Boda autofinanciada: cuando la pareja asume todos los gastos

En la actualidad, una tendencia cada vez más común es que la pareja asuma la totalidad de los gastos de la boda por sí misma, sin depender de las familias. Esta opción ofrece a los novios mayor libertad y control sobre la planificación y ejecución de su gran día.

Algunas ventajas de esta modalidad incluyen:

  • Poder tomar decisiones sin interferencias de terceros
  • Evitar posibles conflictos por desacuerdos sobre el presupuesto o los detalles
  • Sentir un mayor empoderamiento y responsabilidad sobre su boda

Sin embargo, autofinanciar la boda también implica un mayor esfuerzo y sacrificio por parte de la pareja, que deberá destinar tiempo y recursos para ahorrar lo necesario. Aun así, muchas parejas optan por esta opción, ya que les permite tener la celebración que siempre soñaron.

Foto Freepik

Padrinos y madrinas: una ayuda extra bienvenida

Más allá de las formas tradicionales de costear la boda, los padrinos y madrinas también pueden desempeñar un papel importante al contribuir con algunos gastos específicos. Algunas de las aportaciones más comunes de estos invitados especiales incluyen:

  • Ramo de novia o regalos para el cortejo nupcial
  • Gastos de la despedida de soltera o soltero
  • Detalles y obsequios para los invitados
  • Decoración floral o alojamiento para familiares

Si bien no es obligatorio contar con padrinos y madrinas, aceptar su colaboración puede ser una ayuda valiosa para la pareja, siempre y cuando se sientan cómodos con ello y puedan reconocer su apoyo de manera apropiada.

Comunicación abierta: la clave para un acuerdo satisfactorio

Independientemente de la modalidad que elijan para costear la boda, la comunicación abierta y la transparencia entre la pareja y sus familias son fundamentales para evitar malentendidos y garantizar un acuerdo satisfactorio para todas las partes.

Algunas recomendaciones clave en este sentido son:

  • Discutir el presupuesto y las expectativas de manera anticipada, antes de involucrar a las familias
  • Establecer claramente qué gastos cubrirá cada parte y cómo se distribuirán
  • Mantener una actitud de gratitud y respeto hacia quienes contribuyan, sin imponer condiciones
  • Ser flexibles y estar abiertos a negociar si surgen desacuerdos o cambios de planes

Al priorizar la comunicación y la colaboración, las parejas y sus familias podrán encontrar la fórmula de pago que mejor se adapte a sus circunstancias y preferencias, asegurando una boda memorable y sin contratiempos.

Consideraciones adicionales

Además de las formas de pago, existen otros aspectos a tener en cuenta al momento de costear una boda:

Edad y situación económica

La edad de la pareja y su situación financiera no deben ser determinantes a la hora de decidir quién paga la boda. Tanto si te casas a los 20 como a los 40, lo importante es que las familias estén en condiciones de brindar su apoyo, si así lo desean.

Evitar conflictos por los gastos

Si la familia que contribuye con una parte significativa de los gastos insiste en imponer sus preferencias, la pareja podría considerar asumir la totalidad de los costos para tener mayor control sobre la boda. Esto puede implicar reducir la escala de la celebración, pero permitirá a los novios tener la boda que desean.

Agradecimiento y reconocimiento

Cuando alguien más está ayudando a pagar la boda, es crucial que los novios expresen su gratitud y reconozcan adecuadamente esa contribución, por ejemplo, en las invitaciones o durante el brindis.

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Dany Levito

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