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Estilo de vida

Con este sencillo truco podrás quitar fácilmente las etiquetas de tus platos o vasos nuevos

Quitar las etiquetas adhesivas de los platos o vasos recién comprados puede ser más complicado de lo que parece. Ese molesto residuo pegajoso que queda tras retirar una etiqueta puede hacerte pensar que necesitas habilidades especiales para solucionarlo. Sin embargo, con algunos trucos efectivos y fáciles de aplicar, es posible eliminar esas etiquetas sin dañar tus nuevos utensilios.

¿Por qué es tan difícil quitar las etiquetas?

El adhesivo utilizado en las etiquetas de productos está diseñado para adherirse con fuerza. Esto asegura que las etiquetas no se despeguen durante el transporte o almacenamiento. A pesar de ser útil desde un punto de vista comercial, este fuerte pegamento puede convertirse en un verdadero desafío para los consumidores al tratar de despegarlo. Además, el material del plato o vaso influye: por ejemplo, el vidrio suele retener más residuos de adhesivo que otros materiales.

Afortunadamente, existen métodos sencillos y económicos para acabar con este problema. La mayoría de estos trucos incluyen ingredientes o herramientas que probablemente ya tienes en casa.

Agua caliente, el remedio más fácil y accesible

El uso de agua caliente es una de las soluciones más eficaces y accesibles. Calentar el adhesivo ablanda automáticamente la etiqueta, haciendo que sea más fácil retirarla. Solo necesitas llenar un fregadero o recipiente con agua lo suficientemente caliente como para sumergir el objeto. Deja el plato o vaso en el agua durante 10 a 15 minutos. Esto debilitará el pegamento, permitiéndote retirar la etiqueta con tus dedos o una esponja.

Si la etiqueta no se desprende completamente, utiliza un poco de jabón líquido para disolver los restos de adhesivo mientras los frotas suavemente. Esta técnica es ideal para platos, vasos y cualquier superficie resistente al agua.

Aceites naturales para disolver el pegamento

Un método alternativo y muy eficaz es el uso de aceites naturales como el de oliva, girasol o incluso mantequilla. Estas sustancias actúan como disolventes naturales. Aplica una cantidad generosa de aceite sobre la etiqueta y déjalo actuar por unos 20 minutos. Durante este tiempo, el aceite penetrará el adhesivo, permitiendo despegar la etiqueta fácilmente.

El truco está en utilizar un paño suave o una esponja para frotar la superficie cubierta de aceite hasta que desaparezcan los residuos de pegamento. Este método no solo elimina el adhesivo, sino que también protege las superficies más delicadas al evitar el uso de químicos agresivos.

Foto Freepik

Bicarbonato de sodio: el todoterreno del hogar

El bicarbonato de sodio, conocido por sus múltiples usos en tareas del hogar, también es un aliado ideal para eliminar etiquetas rebeldes. Mezcla tres cucharadas de bicarbonato en un recipiente con agua caliente. Sumerge el objeto en esta solución y déjalo reposar durante 15 minutos.

El bicarbonato no solo ayuda a despegar la etiqueta, sino que también elimina los restos de adhesivo al actuar como exfoliante suave. Para aprovechar al máximo este truco, utiliza una esponja no abrasiva y frota la zona con movimientos circulares.

Acetona: una solución rápida para adhesivos resistentes

Cuando las etiquetas son especialmente difíciles de retirar, la acetona (o quitaesmalte) puede ser la solución. Humedece un algodón o un paño pequeño en acetona y aplícalo directamente sobre la etiqueta o los restos de adhesivo. Deja que actúe durante unos 5 minutos antes de intentar despegar la etiqueta.

Es importante usar acetona con precaución, ya que puede dañar ciertos materiales o superficies sensibles. Este método es particularmente eficaz en vidrio y cerámica, donde los residuos suelen adherirse con más fuerza.

El poder de la fricción: cinta adhesiva y calor

Para etiquetas que no se desprenden con métodos húmedos, puedes optar por una solución basada en la fricción. Usa cinta adhesiva para adherirla al área con residuo de pegamento. Una vez que la cinta esté bien pegada, tira de ella rápidamente para eliminar los restos.

Combinar este método con el uso de calor puede aumentar su eficacia. Un secador de pelo o un encendedor pueden ayudarte a calentar la etiqueta, haciendo que el adhesivo pierda fuerza. Con un poco de paciencia, podrás retirar la etiqueta sin dejar rastros visibles.

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Recomendaciones finales para un acabado perfecto

Después de quitar la etiqueta, es posible que queden residuos aceitosos o una sensación pegajosa en la superficie del plato o vaso. Para eliminar completamente estos restos, lava el objeto con agua tibia y un detergente común. Asegúrate de limpiar bien para que no queden marcas.

Si prefieres evitar futuros problemas, asegúrate de retirar las etiquetas lo antes posible después de la compra. Las etiquetas que han estado en contacto prolongado con vidrio o cerámica tienden a adherirse aún más con el tiempo, dificultando su eliminación.

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Dany Levito

Daniela, una apasionada de la lectura y la tecnología, nació en una vibrante ciudad en América Latina. Desde muy temprana edad, mostró un gran interés por los libros y la curiosidad por explorar el mundo de la tecnología.

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