¿Cuál es la cantidad máxima de alcohol que podemos consumir al día sin poner en riesgo nuestra salud?
El consumo de alcohol es un tema controversial, porque mientras que muchas culturas lo han integrado en su vida social, los riesgos que supone pueden ser mayores de lo que pensamos. ¿Existe un número “seguro” de vasos al día? Veamos qué dice la ciencia.
¿Qué es un consumo moderado?
Cuando hablamos de moderación, nos referimos a niveles de consumo que no ponen en riesgo nuestra salud. Según expertos, el límite recomendado es diferente para hombres y mujeres debido a factores como el peso y el metabolismo. En general, los hombres no deberían consumir más de dos bebidas al día y las mujeres, no más de una. Pero, ¿a qué equivale una bebida? Aquí te lo explicamos:
- Cerveza: 355 ml (12 onzas, aproximadamente una lata).
- Vino: 148 ml (5 onzas, un vaso pequeño).
- Licores destilados: 44 ml (1.5 onzas, una medida estándar).
Estos valores se consideran como «una bebida estándar», pero quienes toman más allá de estas medidas corren mayores riesgos.
Los efectos del alcohol en el cuerpo
El consumo incluso moderado de alcohol tiene efectos inmediatos en el cuerpo. Actúa como un depresor del sistema nervioso, disminuyendo la capacidad de reacción y control motor. A largo plazo, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades graves como:
- Cáncer (de boca, hígado, mama, entre otros).
- Daño hepático como cirrosis.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Problemas cognitivos y demencia.
Además, beber de manera frecuente puede generar tolerancia, lo que lleva a necesitar mayores cantidades para lograr el mismo efecto, aumentando los riesgos.
¿Es el alcohol «beneficioso» para la salud?
Algunas investigaciones han sugerido que el consumo moderado, especialmente de vino tinto, podría tener beneficios cardiovasculares. Sin embargo, estudios recientes cuestionan esta idea, puesto que se ha demostrado que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden aumentar la probabilidad de padecer cáncer. En resumen, el riesgo supera cualquier posible ventaja.
Por otra parte, organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacan que no existe un nivel completamente seguro de consumo de alcohol, ya que cualquier cantidad afecta al organismo.
Riesgos adicionales según el contexto
El impacto del alcohol no es igual para todos. Por ejemplo:
- Embarazo: el alcohol puede causar defectos congénitos graves.
- Interacciones con medicamentos: puede potenciar o reducir el efecto de ciertos medicamentos.
- Condiciones médicas preexistentes como la diabetes o enfermedades del hígado pueden empeorar con el consumo de alcohol.
También es importante considerar que el alcohol influye en el comportamiento, aumentando el riesgo de accidentes, violencia y decisiones impulsivas.
¿Es distinto para cada persona?
Cada cuerpo procesa el alcohol de manera diferente, debido a que factores como la edad, el peso, la genética y la condición de salud juegan un papel importante. Esto significa que lo que puede ser “moderado” para una persona, podría no serlo para otra. Por eso, se recomienda individualizar los consejos y, ante dudas, consultar con un médico.
Alternativas al alcohol
Si buscas disfrutar sin recurrir al alcohol, hay muchas opciones saludables. Las bebidas sin alcohol como cócteles sin licor, aguas infusionadas con frutas o té helado pueden ser una alternativa deliciosa y divertida. Además, movimientos como el «Dry January» (enero seco) han mostrado un auge en la abstinencia temporal, ayudando a las personas a reducir su consumo y mejorar su bienestar.
Aunque el consumo «seguro» puede variar, los expertos coinciden en que disminuir o incluso evitar el alcohol es la mejor manera de minimizar riesgos. Antes de levantar tu próximo vaso, pregúntate si realmente es necesario. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.
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