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Cocina, recetas y alimentos

¿Cuáles son los yogures más saludables?

Elegir el yogur adecuado no es tan simple como parece. Aunque todos los yogures puedan parecer similares, sus propiedades nutricionales varían enormemente. Desde el clásico natural hasta los alternativos vegetales, aquí se explora qué opciones son realmente saludables y cómo incorporarlas a una dieta equilibrada.

Beneficios del yogur natural

El yogur natural sin azúcar destaca por ser una fuente rica en calcio, proteínas y probióticos. Estos últimos favorecen la salud del microbiota intestinal, mejorando la digestión y fortaleciendo el sistema inmunológico. Además, este tipo de yogur no contiene azúcares añadidos, lo que lo convierte en una opción segura para quienes buscan reducir la ingesta de azúcar.

Por su contenido de Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, el yogur natural se sitúa como un aliado clave para mantener el equilibrio intestinal. Su simplicidad es su fortaleza: solo incluye leche y fermentos, evitando aditivos innecesarios.

Skyr, un yogur cargado de proteínas

Originario de Islandia, el skyr se ha popularizado como una de las opciones más saludables. Su alto contenido en proteínas (alrededor de 10 g por porción) lo convierte en una elección ideal para quienes buscan saciarse por más tiempo o desean ganar masa muscular. Aunque su cantidad de calcio es menor comparado con otros yogures, sigue siendo significativo.

Lo interesante del skyr es su textura espesa pero suave, lograda sin añadir grasas o azúcares. Es perfecto como base para desayunos energéticos o snacks saludables.

Yogur griego: sabor y saciedad

El yogur griego natural es otro favorito gracias a su balance entre proteínas y cremosidad. Similar al skyr, aporta una textura más densa y un sabor suave que lo hace ideal para combinar con frutas o frutos secos.

No obstante, hay que tener cuidado con las versiones comerciales que suelen incluir crema añadida, aumentando el contenido de grasa. Optar por opciones «bajas en grasa» o «sin azúcar» garantiza un producto más nutritivo y menos calórico.

Yogures aromatizados: el dulce engaño

Aunque los yogures de frutas o con sabores pueden parecer atractivos, su contenido en azúcares añadidos suele ser alto. En lugar de aportar nutrientes, aumentan las calorías vacías. Muchas marcas añaden hasta dos cucharadas de azúcar por ración, algo incompatible con una alimentación saludable.

¿La alternativa? Elegir un yogur natural y añadir frutas frescas o un toque de miel. Esto no solo controla la cantidad de azúcar, sino que también potencia el aporte de vitaminas y antioxidantes.

Foto Freepik

¿Y qué pasa con los yogures vegetales?

Para los intolerantes a la lactosa o quienes siguen dietas veganas, los yogures vegetales son una opción atractiva. Sin embargo, no ofrecen los mismos beneficios nutricionales que los lácteos. Al estar hechos de bebidas vegetales fermentadas, suelen ser pobres en calcio y proteínas si no están fortificados.

Entre las opciones, los yogures de soja son los que más se acercan al perfil nutricional de los lácteos tradicionales. No obstante, siempre es recomendable revisar las etiquetas y optar por variedades sin azúcar añadido y enriquecidas con calcio.

Grasas y calorías: qué hay que saber

El contenido de grasa varía según el tipo de leche utilizada. Los yogures con leche entera contienen el doble de grasas (hasta 4 g por porción) comparados con los semidesnatados. Aunque las grasas no son malas por sí mismas, un consumo excesivo puede ser contraproducente para quienes cuidan su peso o tienen colesterol alto.

Para un equilibrio saludable, los yogures semidesnatados o bajos en grasas suelen ser la mejor opción. Mantienen un buen sabor, aportan saciedad y no comprometen la ingesta calórica diaria.

Leer las etiquetas es clave

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Con tantas opciones en el mercado, leer las etiquetas es esencial. Un buen yogur debe tener pocos ingredientes: leche, fermentos lácticos y, opcionalmente, calcio añadido. Evitar productos con una lista interminable de aditivos, espesantes y edulcorantes artificiales ayuda a elegir opciones más limpias y naturales. Los expertos aconsejan priorizar yogures con menor cantidad de azúcares por cada 100 g, idealmente menos de 5 g. También es importante verificar el contenido de proteínas y calcio, especialmente en opciones vegetales.

En definitiva, los yogures más saludables son los simples y naturales, como el yogur natural sin azúcar, el skyr y el yogur griego bajo en grasa. Incorporarlos a la dieta diaria proporciona beneficios impresionantes, desde mejorar la salud intestinal hasta mantener los huesos fuertes. La clave está en moderar las porciones, evitar aditivos innecesarios y complementarlos con alimentos frescos y nutritivos. Así, el yogur puede seguir siendo un aliado esencial en una alimentación saludable.

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Dany Levito

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