Salud

Cuatro señales de alerta de un cáncer silencioso que afecta principalmente a mujeres menores de 45 años

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad silenciosa que a menudo pasa desapercibida hasta que se encuentra en una etapa avanzada. Sin embargo, gracias a los programas de detección temprana, este tipo de cáncer se puede detectar y tratar de manera efectiva, lo que puede salvar miles de vidas cada año.

La importancia de la detección temprana

El cáncer de cuello uterino es uno de los tipos de cáncer más prevenibles, ya que se desarrolla lentamente a partir de cambios precancerosos en el tejido cervical. Cuando se detecta a tiempo, el tratamiento suele ser efectivo y las tasas de supervivencia son altas. Sin embargo, si el cáncer se deja progresar sin ser tratado, puede convertirse en una enfermedad mortal.

Síntomas del cáncer de cuello uterino

Uno de los desafíos del cáncer de cuello uterino es que a menudo no presenta síntomas en las etapas iniciales. Algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Sangrado vaginal inusual, como sangrado después de las relaciones sexuales, entre períodos menstruales o después de la menopausia
  • Cambios en el flujo vaginal
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Dolor en la parte inferior de la espalda, la pelvis o el abdomen inferior

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden tener otras causas, por lo que es fundamental que las mujeres se realicen las pruebas de detección recomendadas, incluso si no presentan ningún síntoma.

La prueba de detección del cáncer de cuello uterino

La prueba de detección del cáncer de cuello uterino, también conocida como la prueba de Papanicolaou o citología cervical, es una herramienta clave para la prevención de esta enfermedad. Durante la prueba, se toma una muestra de células del cuello uterino, que luego se analizan en busca de cambios precancerosos.

Foto Freepik

En la mayoría de los países, se recomienda que las mujeres entre 25 y 64 años se realicen la prueba de detección del cáncer de cuello uterino cada 3 a 5 años, dependiendo de su edad y de los resultados de las pruebas anteriores. Aquellas que han sido vacunadas contra el VPH también deben continuar realizándose las pruebas de detección, ya que la vacuna no protege contra todos los tipos de VPH que pueden causar cáncer de cuello uterino.

Acceso a la prueba de detección

En muchos países, las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino se ofrecen de forma gratuita o a bajo costo a través de los sistemas de salud pública. Las mujeres pueden solicitar una cita con su médico de atención primaria o en una clínica de salud sexual y reproductiva para realizarse la prueba.

Además de las pruebas de detección, la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) también desempeña un papel fundamental en la prevención del cáncer de cuello uterino. El VPH es la principal causa de este tipo de cáncer, y la vacuna protege contra los tipos de VPH más comunes y peligrosos.

Recomendaciones de vacunación

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En la mayoría de los países, se recomienda que las niñas y los niños se vacunen contra el VPH entre los 9 y los 14 años de edad. La vacuna se administra en dos o tres dosis, dependiendo de la edad de la persona.

Incluso si una mujer ha sido diagnosticada con cambios precancerosos en el cuello uterino, la vacunación sigue siendo importante. La vacuna puede ayudar a prevenir futuras infecciones por VPH y reducir el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino.

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Veronica Pereira

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