¡Cuidado con la “rutina matutina”! ¿Qué es la dermorexia, esta obsesión por la calidad de la piel?

En los últimos años, el cuidado de la piel ha dejado de ser una simple práctica de higiene personal para transformarse en una tendencia dominante gracias a las redes sociales. TikTok, Instagram y YouTube están llenos de videos que promocionan rutinas de cuidado facial aparentemente indispensables. Pero, ¿qué sucede cuando la obsesión por la piel perfecta se convierte en una conducta perjudicial? Aquí entra en escena un término cada vez más escuchado: la dermorexia.
La dermorexia: obcecación por la piel perfecta
La dermorexia, aunque no es un diagnóstico oficial en el ámbito psiquiátrico, se asemeja a la dismorfia corporal. Este trastorno implica una preocupación excesiva y compulsiva por la apariencia de la piel. Las personas que lo padecen suelen obsesionarse con eliminar cada imperfección, dedicando horas a rutinas interminables y utilizando múltiples productos cosméticos. Estas conductas no solo afectan a la salud de la piel, sino que también tienen un impacto psicológico profundo.
Entre los síntomas habituales de la dermorexia se incluyen el miedo exagerado a las imperfecciones, el abuso de exfoliantes o ácidos potentes y la dependencia de pasos complicados en las rutinas diarias. Todo esto se agrava por las imágenes filtradas y altamente editadas en redes sociales, donde la “piel perfecta” parece el estándar inalcanzable.
Redes sociales: catalizador del problema
En plataformas como TikTok, basta buscar términos como “skincare” para encontrar innumerables videos de influencers mostrando sus secretos para un cutis impecable. Sin embargo, detrás de esas recomendaciones existe una estrategia de marketing diseñada para vender siempre el “producto milagroso” del momento. La obsesión puede empujar a los adolescentes, e incluso a adultos, a gastar grandes cantidades de dinero en productos que muchas veces son innecesarios o inapropiados para su tipo de piel.
Además, el uso de filtros y editores de imagen distorsiona la percepción realista de lo que es la piel humana. En este contexto, desarrollar un apego desmedido hacia los estándares de belleza puede llevar a conductas perjudiciales tanto física como mentalmente. Este fenómeno, según expertos, afecta especialmente a los jóvenes, quienes, influenciados por la presión social, buscan cumplir con expectativas irreales.
Impacto físico y psicológico
El exceso de cuidado no es sinónimo de una piel sana. De hecho, el abuso de ciertos productos puede ser contraproducente. Usar múltiples exfoliantes, ácidos o mascarillas puede dañar la barrera natural de la piel, provocando irritación, sequedad e incluso afecciones como rosácea o acné inducido. Este círculo vicioso alimenta aún más la obsesión por encontrar soluciones rápidas, agravando el problema inicial.
En el ámbito psicológico, las personas afectadas por la dermorexia suelen experimentar altos niveles de angustia. Algunas evitan salir de sus casas o participar en actividades sociales por miedo a que otros noten sus imperfecciones cutáneas. Este aislamiento puede derivar en una baja autoestima e incluso en depresión.

¿Cómo reconocer señales de alerta?
Distinguir si alguien está tomando medidas saludables o si ha desarrollado señales de dermorexia puede ser difícil. Las siguientes conductas pueden indicar un problema:
- Dedicar horas diarias a revisar imperfecciones en la piel frente al espejo.
- Probar constantemente nuevos productos sin orientación profesional.
- Sentir pánico frente a la aparición de un pequeño grano o defecto.
- Cambiar drásticamente los hábitos sociales debido a la percepción de la piel.
Es importante recordar que tener una piel libre de imperfecciones no es realista. La piel humana es un órgano vivo que reacciona y cambia constantemente.
Simplificar la rutina: el verdadero camino hacia la salud cutánea
Los dermatólogos insisten en que el cuidado de la piel debe ser algo simple y personalizado. Olvidar las rutinas extensas y enfocarse en básicos como un limpiador suave, hidratante y protector solar es suficiente para la mayoría. Adicionalmente, quienes tienen problemas específicos como acné deberían acudir a un especialista antes de usar productos que pueden empeorar la condición.
Es crucial desmitificar la idea de la “piel perfecta”. Más allá de las imágenes prolijamente editadas en redes sociales, la realidad es que la textura, manchas o granos son aspectos normales. Aceptar la imperfecta perfección de nuestra piel puede ser muy liberador.
Dermatólogos en redes: aliados contra los mitos del skincare
Frente a la proliferación de consejos dudosos en internet, algunos especialistas han decidido usar las mismas plataformas para educar. Dermatólogos como Marie Jourdan se han destacado en TikTok creando contenido informativo para desmontar mitos y advertir sobre los riesgos de sobrecargar la piel. Sus videos, aunque breves, han ayudado a muchas personas a entender qué prácticas realmente benefician su piel y cuáles no.
Este enfoque educativo es un contrapeso importante para la desinformación generalizada. Sin embargo, sigue siendo responsabilidad de cada persona discernir entre tendencias pasajeras y prácticas fundamentadas en evidencia científica.