La recuperación de un accidente cerebrovascular (ACV) puede ser un proceso complicado, pero con la educación adecuada y las medidas apropiadas, es posible lograr un buen progreso en la recuperación y la curación.
Preguntas clave para hacer a los expertos después de un ACV
Una vez que se produce un ACV, es crucial recibir atención médica de emergencia de inmediato para estabilizar el estado médico y comenzar la rehabilitación. Durante este período, un equipo de terapeutas trabajará con el paciente en un programa de rehabilitación diseñado para recuperar las funciones perdidas. Este es el momento de educarse y confiar en sí mismo para activar el proceso de curación y hacer todas las preguntas que surjan. Aquí hay algunas preguntas importantes para hacer a su equipo médico:
¿Qué área del cerebro se ve afectada por el ACV? Es importante preguntar a su neurólogo qué área del cerebro se ve afectada por el ACV. Por ejemplo, si el ACV afecta el área de Broca (el centro del lenguaje del cerebro), el paciente puede experimentar dificultades en el habla durante el proceso de recuperación.
¿A dónde debo ir después del hospital? El equipo de recuperación, que incluye a su médico, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y logopeda, así como a su trabajador social, le proporcionará opciones para futuros tratamientos. Le asesorarán si debe ingresar a una unidad de atención a largo plazo, a rehabilitación hospitalaria o a rehabilitación ambulatoria.
¿Debo cambiar mi dieta? Consulte a su dietista, porque elegir una dieta saludable mejora la capacidad de curación y proporciona la energía necesaria durante la recuperación. Su dietista puede educarlo y brindarle consejos sobre la dieta, destacando los alimentos conocidos por ayudar en la recuperación después de un ACV.
Además de hacer preguntas críticas, también se pueden tomar medidas adicionales que ayuden en la recuperación después de un ACV una vez que el paciente haya sido dado de alta del hospital.
Consejos para la recuperación de un ACV
Signos de advertencia de otro ACV
Durante los primeros 3 meses después de un ACV, el riesgo de sufrir otro ACV es 15 veces mayor que en la población general. Por lo tanto, es importante conocer los signos de advertencia de un ACV, como una cara caída, debilidad en un brazo, problemas del habla, mareos repentinos, visión afectada o dolor de cabeza intenso. La educación y la conciencia de estos signos de advertencia son fundamentales para brindar atención de emergencia rápida en caso de que ocurra otro ACV.
Comprender los factores de riesgo de ACV y manejarlos adecuadamente
Comprender los signos de advertencia de un ACV es un paso en la dirección correcta, pero tomar medidas para prevenirlo es fundamental para la recuperación y para tener una mejor calidad de vida. Algunos factores de riesgo no se pueden controlar, como la edad y la herencia, pero existen que si se pueden manejar, como la hipertensión y la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias). Por esta razón, los dietistas juegan un papel importante en el equipo de recuperación y se pueden aprovechar para recuperarse de un ACV.
Terapia, terapia, terapia
A menudo, ocurre una recuperación espontánea durante los primeros 3 meses después de un ACV, e incluso más tarde durante el proceso de recuperación. Esto significa que el cerebro está sanando naturalmente, un proceso que se puede mejorar al enfocarse en el lado afectado durante los ejercicios proporcionados por su equipo de terapeutas. Por lo tanto, es importante aprovechar esta ventana terapéutica asistiendo a programas de fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia para recuperarse mejor de un ACV.
Pregunte a su equipo médico a dónde debe ir después del hospital
Después de ser dado de alta del hospital, los pacientes pueden ingresar a una unidad de atención a largo plazo, recibir atención en rehabilitación hospitalaria o asistir a rehabilitación ambulatoria, según su nivel de funcionamiento. Para calificar para la rehabilitación hospitalaria, un paciente debe ser capaz de asistir a al menos 3 horas de terapia al día. De lo contrario, deben ingresar a una unidad de atención a largo plazo, donde pueden fortalecerse y ganar la fuerza para realizar horas adicionales de terapia.
La calidad de la rehabilitación hospitalaria
Los investigadores han concluido que la efectividad y la intensidad de la terapia hospitalaria son una de las razones por las que los pacientes con ACV tienen una mejor recuperación durante los primeros 3 meses. Si usted o su ser querido tienen la oportunidad de asistir a una terapia hospitalaria, haga todo lo posible para solicitarla. Esta acción enviará el mensaje de que desea asumir el control de su proceso de curación y puede marcar una gran diferencia en la recuperación y la calidad de vida a largo plazo.
Esperar un camino único
«Todos los ACV son diferentes». Escuchará esta frase a menudo durante el proceso de recuperación porque el cerebro es extremadamente complejo y las secuelas de un ACV varían ampliamente de una persona a otra. Esto significa que cada persona se recuperará de un ACV de manera única. Es crucial colaborar estrechamente con su equipo de expertos desde el primer día de la recuperación. Ellos pueden ayudarlo a comprender sus efectos secundarios únicos y diseñar un plan personalizado.
Adaptar el hogar para prevenir caídas
También es importante pedir a su fisioterapeuta o terapeuta ocupacional que evalúen completamente su hogar. Ellos pueden recomendar modificaciones en el hogar específicas que garanticen su salud y seguridad. Su terapeuta también puede sugerir medidas adicionales de prevención, como barras de apoyo, pasamanos, alfombras antideslizantes para la ducha, así como ejercicios de equilibrio y del núcleo que aumenten su seguridad y prevengan caídas.
Seguir los ejercicios de rehabilitación
Una de las mejores cosas que puede hacer para recuperarse de un ACV, y que nunca debe dejar antes de alcanzar su máxima recuperación, son los ejercicios de rehabilitación, los cuales ayudan al cerebro a reconectarse y mejoran la movilidad a largo plazo. Cuando los pacientes no realizan los ejercicios de rehabilitación, su movilidad tiende a empeorar y retroceder. Para evitar esto, siga diligentemente su programa de rehabilitación.
