Derechos de niños autistas en la escuela: consejos y precauciones en el aula
Los estudiantes con Trastorno del Espectro Autista representan un verdadero reto para muchos centros educativos y, principalmente, para los profesores, los cuales frecuentemente se enfrentan a un gran número de dificultades
En primera instancia, hay que conocer cómo debe actuar el maestro cuando tiene un alumno con trastorno del espectro autista, así como saber qué pueden hacer los profesores desde su labor. De acuerdo con los derechos del niño, los estudiantes que tengan este trastorno deben asistir a la escuela y a las clases con regularidad y, adicionalmente, deben ser supervisados por un profesor de apoyo, pero también por educadores y asistentes.
Sin embargo, el verdadero problema y el causante de que los padres realicen denuncias, es la falta de preparación por parte del personal de la escuela, a pesar de todos los parámetros e información previamente establecida. De hecho, el tema del autismo en los centros educativos no es abordado por todos de una manera específica, ya que existen distintas formas de tratar el trastorno.
Según las Directrices para el Autismo, propuestas por la Sociedad española de Neuropsiquiatría Infantil y Juvenil, el panorama de enfoques es amplio e incluye:
- El Análisis Aplicado del Comportamiento (ABA), cuyo objetivo es modificar el comportamiento social.
- El programa evolutivo y psicoeducativo, conocido como TEACCH, destinado a la estructuración espacio-temporal.
- Enfoques conductuales, que se centran en los distintos déficits de los alumnos, las rutinas y la comunicación facilitada.
Pero ¿Cuál es la tarea de los maestros de apoyo?
El rol que desempeñan los profesores de apoyo es polivalente, lo que significa que no hay una especialización concreta para el trastorno del espectro autista. Cada maestro tiene que llenar los vacíos que tiene el programa educativo con mucho estudio personal y tener en cuenta no solo las recomendaciones del terapeuta, sino también a los padres y a las necesidades específicas de cada alumno, precisamente porque el Trastorno del Espectro Autista no implica generalizaciones.
Su tarea es relacionarse con los alumnos con necesidades especiales a través de diferentes métodos, por ejemplo:
- Anticiparse a los cambios
- Llevar a cabo estrategias útiles.
- Enseñanza de habilidades sociales
- Realizar diferentes actividades acordes con las necesidades de los niños.
Obviamente, es importante y necesario una fuerte sinergia y colaboración entre todo el personal del centro educativo, principalmente los docentes, para lograr satisfacer las necesidades específicas.
¿Qué estrategias se deben adoptar en el aula?
Antes que nada, el profesor de apoyo debe crear un ambiente de aprendizaje que incluya a todos los presentes con el fin de fomentar la inclusión y un aprendizaje significativo, por lo tanto, el niño con autismo debe sentirse bienvenido en este espacio. Este aspecto es esencial, ya que permite trabajar mucho en la rutina y el comportamiento del alumno, en previsión del adulto que será en el futuro. Algunas estrategias que se recomiendan llevar a cabo para resolver esta situación son:
- Tener clases muy grandes.
- Producir una relación de profunda confianza con el niño.
- Permanecer en clase durante la mayor parte del horario escolar.
- Realizar las mismas actividades que los compañeros de clase, especialmente en el caso del autismo leve.
Sin embargo, tampoco hay que dejar de lado la didáctica. Además de crear un espacio seguro y confiable para el niño, es necesario alcanzar los objetivos de la enseñanza a través de la presentación del trabajo de forma más breve y llamativa. Ejemplo:
- División de la tarea compleja en secuencias simples
- Juegos educativos, ordenadores y aplicaciones, como TFA (Tools for Autism).
- Recompensas del esfuerzo en lugar de la consecución de objetivos, con el uso del refuerzo positivo.
- Uso de un método más práctico que teórico, mostrando prácticamente lo que hay que hacer, en lugar de detenerse en la explicación de la tarea.
- Métodos de enseñanza alternativos, como las explicaciones de los compañeros, es decir, la consecución de los objetivos con la ayuda de los propios compañeros.