¿Qué harías para alcanzar los 116 años con salud y energía? Para Tomiko Itooka, una japonesa reconocida como la persona más longeva del mundo en 2024, la respuesta parecía estar en su rutina diaria. Más que un simple capricho o tradición cultural, esta rutina tenía un componente clave: una bebida fermentada popular en Japón llamada Calpis.
La vida extraordinaria de Tomiko Itooka
Tomiko Itooka nació en Osaka el 23 de mayo de 1908. Su vida estuvo marcada por una notable vitalidad y espíritu aventurero. Incluso en sus 80 años, logró escalar el monte Ontake de 3,180 metros de altitud dos veces y completó un peregrinaje de más de 965 kilómetros visitando 33 templos budistas en la región de Kansai.
A pesar de vivir los retos de la guerra y las transformaciones sociales de Japón a lo largo del siglo XX, Tomiko llevaba un estilo de vida activo que también incluía gestionar el negocio textil de su esposo durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, uno de los elementos que más intrigaron a los expertos en longevidad fue su desayuno rutinario: una banana acompañada de Calpis.
¿Qué es el Calpis y por qué es especial?
El Calpis es una bebida fermentada elaborada a partir de leche y bacterias lácticas, popular en Japón desde su invención en 1919. Su sabor es ligeramente dulce y ácido, con una textura suave que resulta reconfortante. Aunque inicialmente pensado como una bebida refrescante, investigaciones recientes han arrojado que puede ofrecer beneficios significativos para la salud.
Según un estudio publicado en 2024, las bacterias lácticas presentes en el Calpis podrían mejorar la salud intestinal, fortalecer el sistema inmunológico y promover una mayor claridad mental. Estas propiedades hacen que no sea solo una bebida, sino un aliado potencial en el envejecimiento saludable. Es como si el intestino a menudo llamado el «segundo cerebro» tuviera un papel más importante del que solemos imaginar.
¿Cómo influye la salud intestinal en la longevidad?
Los estudios sobre longevidad han señalado una conexión directa entre el microbioma intestinal y el envejecimiento saludable. Estas bacterias beneficiosas ayudan a equilibrar el ecosistema interno, lo que puede reducir la inflamación crónica, un factor relacionado con enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Además, se ha observado que las dietas ricas en probióticos pueden mejorar el estado de ánimo, la memoria y la función cognitiva.
Para Tomiko, su elección diaria de incluir Calpis en su dieta pudo haber mantenido este equilibrio intestinal óptimo, beneficiando tanto su cuerpo como su mente durante más de un siglo.
Alternativas accesibles donde quiera que estés
Aunque el Calpis es más accesible en países asiáticos, no necesitas viajar al otro lado del mundo para obtener beneficios similares. Los alimentos fermentados como el yogur natural, kéfir, kimchi y choucroute también contienen bacterias lácticas beneficiosas que pueden promover una mejor salud intestinal. Incluir estos alimentos en tu dieta podría ser una forma sencilla de acercarte a un estilo de vida similar al de Tomiko.
Además, los investigadores recomiendan incluso considerar suplementos ricos en probióticos para quienes tienen dificultad en consumir alimentos fermentados regularmente. Aunque, claro, siempre es mejor priorizar fuentes naturales.
Un ejemplo de longevidad que inspira
Más allá de su dieta, lo sorprendente de Tomiko Itooka fue su combinación de hábitos saludables, actitud positiva y espíritu activo. En sus propios términos, mantenerse ocupada y seguir explorando el mundo —ya fuera a través de montañas o templos— era clave. Esto nos recuerda que la longevidad no solo depende de lo que ponemos en nuestro plato, sino de cómo elegimos vivir cada día.
