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Salud

¿Deficiencia de vitamina D? Así es como se descubre

La vitamina D es la base de importantes funciones biológicas, tan vitales para nuestro cuerpo como para ser definido como «para-hormona» (porque ejerce su actividad sobre órganos y aparatos, al igual que una hormona).

En primer lugar, es esencial para el sistema esquelético, ya que mantiene los huesos fuertes y sanos, por un lado, es necesario para su formación, por otro lado, previene las fracturas y la osteoporosis. La vitamina D, de hecho, estimula la absorción de calcio y fósforo, además de favorecer su depósito. Por eso es esencial tanto para el crecimiento de los niños como para los adultos a lo largo de sus vidas. A nivel de la piel, puede ser útil para tratar la psoriasis y la dermatitis atópica.

Deficiencia de vitamina D: 8 señales para entenderla

  1. Se enferma con frecuencia o es víctima de infecciones.

Una de las principales funciones de la vitamina D es ayudar al sistema inmunológico a mantenerse fuerte y receptivo, para que pueda desempeñar su mejor papel y ayudarnos a mantenernos sanos por mucho tiempo. Si usted tiende a enfermarse con frecuencia y contrae fácilmente la gripe y los resfriados, es posible que tenga una deficiencia. Los problemas del tracto respiratorio también pueden estar estrechamente relacionados con su deficiencia.

  1. A menudo estás cansado y fatigado.

Una de las causas de la fatiga puede ser un nivel demasiado bajo de vitamina D. Según algunas investigaciones, además de la fatiga, esta condición también causa un deterioro en la calidad de vida, ya que ayuda a aumentar la fatiga crónica y también a promover la aparición de dolores de cabeza. Según algunos estudios, parece que son principalmente las mujeres menores de 40 años las que más sufren de fatiga crónica debido a la deficiencia de vitamina D.

  1. Tiene dolor óseo y osteoporosis.

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En un estudio de 150 personas que sufrían de dolor óseo, más del 90% de ellas tenían niveles bajos o deficientes de vitamina D. Los huesos no crecen en los adultos, pero hay células que reemplazan el tejido óseo viejo por hueso nuevo para que nuestro esqueleto siga siendo eficiente. Si falta vitamina D, este proceso se interrumpe, de modo que los huesos tienden a volverse más frágiles. La consecuencia inmediata es que surgen dolores óseos, mientras que a largo plazo esta fragilidad da lugar a la osteoporosis. El dolor óseo suele ser diferente del dolor muscular o del dolor osteoarticular porque es profundo, penetrante y no se puede rastrear hasta una parte particular del cuerpo. El dolor de espalda en la región lumbar también puede ser un indicador de deficiencia de vitamina D. Esta afección también puede causar formas graves de dolor de espalda, que limitan las actividades diarias.

  1. Estás sufriendo de depresión.

La depresión tiene tantos desencadenantes que es difícil rastrearla hasta una sola causa. Sin embargo, no cabe duda de que la falta de exposición al sol y, en consecuencia, de asimilación de la vitamina D, no contribuye a nuestro estado de ánimo. En los países del norte de Europa, donde los inviernos son largos y sin luz, se prescribe precisamente para evitar episodios de caídas drásticas del estado de ánimo. Una de las funciones de esta hormona es ayudar a los neurotransmisores en nuestro cerebro a producir serotonina, lo que ayuda a mantenernos de buen humor. La suplementación con vitamina D ayuda a aliviar el estado de ánimo incluso en aquellos que sufren de depresión estacional típica de los meses de invierno, cuando las horas de luz disponibles son mucho menores.

  1. Estás en riesgo de enfermedad cardiovascular.

Las enfermedades cardiovasculares van en aumento, debido a la vida no regulada que tendemos a llevar hoy en día. Según algunos estudios, la deficiencia de vitamina D también contribuye a aumentar los problemas cardíacos, especialmente al promover la insuficiencia cardíaca congestiva. Los síntomas de las enfermedades cardiovasculares incluyen mareos, dolor de pecho o de espalda (especialmente en las mujeres), hinchazón de las extremidades inferiores y problemas respiratorios. Si usted tiene uno o más de estos síntomas, no los descuide, y comuníquese con su médico.

  1. Tienes psoriasis.

La psoriasis no es causada directamente por la deficiencia de vitamina D, pero de acuerdo con estudios realizados, aquellos que tienen una deficiencia tienen más dificultad para aliviar esta erupción escamosa que ocurre en el cuero cabelludo y en otras partes del cuerpo. De hecho, no es raro que la vitamina D se utilice en muchos casos para tratar esta afección cutánea. Desafortunadamente, la suplementación por sí sola no es suficiente para curar la psoriasis, pero ciertamente ayuda a aliviar los síntomas y la molesta manifestación tópica.

  1. Tiene debilidad muscular.

Según un estudio, la deficiencia de vitamina D no sólo causaría debilidad muscular, sino que también sería la base del dolor crónico. Esto se explicaría por el hecho de que su receptor está presente en los nociceptores celulares, las terminaciones de las neuronas sensoriales que se utilizan para señalar la presencia de daño tisular a través del dolor. Un estudio en ratas ha demostrado que la deficiencia de vitaminas tiende a estimular los nociceptores en los músculos y consecuentemente el cuerpo muestra mayor dolor y sensibilidad. Otros estudios han demostrado que la suplementación con vitamina D es útil para reducir muchos tipos de dolor y también su intensidad.

  1. ¿Sufre de hipertensión arterial por deficiencia de vitamina D? ¿Qué tiene que ver la presión arterial alta con la deficiencia de vitamina D?

Según un estudio de la Universidad de Harvard, las personas que lo padecen tienen más probabilidades de desarrollar diferentes tipos de enfermedades, incluida la hipertensión. La presión arterial alta no es un factor a pasar por alto, ya que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares con consecuencias más graves, como un ataque cardíaco. Una de las causas de la hipertensión arterial es la ansiedad crónica: la suplementación con vitamina D es útil para calmar la ansiedad y, de esta manera, para restaurar la presión arterial a sus niveles ideales.

 

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Angie Bravo

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