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Salud

¿Dormir demasiado también es malo para la salud?

El sueño juega un rol fundamental en el bienestar físico y mental. Sin embargo, dormir más de lo necesario no siempre es beneficioso. Aunque muchas personas asumen que más horas de descanso automáticamente significan más salud, la realidad es distinta. Dormir en exceso puede tener repercusiones negativas, afectando tanto el cuerpo como la mente. Analizar las consecuencias de esto y cómo puede impactar la salud resulta crucial para adoptar hábitos correctos de sueño.

¿Por qué dormir demasiado puede ser perjudicial?

El cuerpo humano funciona en base a un ritmo circadiano, o lo que se conoce comúnmente como nuestro reloj biológico interno. Este regula el ciclo de sueño y vigilia. Si una persona duerme mucho más de lo adecuado, se puede alterar este equilibrio, causando problemas en la energía, la productividad y, en última instancia, la salud general.

Dormir excesivamente, definido como más de 9-10 horas por noche en adultos, no solo puede generar fatiga durante el día, sino también desembocar en otros trastornos. Por ejemplo, mientras dormimos, los niveles de azúcar en sangre pueden aumentar, facilitando el riesgo de diabetes tipo 2 si el hábito se mantiene por un tiempo prolongado. Además, el descanso extremo ha sido vinculado a una mayor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.

Impacto en la salud mental

Dormir en exceso está relacionado con alteraciones en el estado de ánimo, así como con el desarrollo de afecciones como la depresión. Esto se debe a que periodos prolongados de sueño pueden influir en los neurotransmisores del cerebro, afectando su capacidad de regular emociones. También se observa una conexión entre el exceso de sueño y la disminución en la productividad, lo cual puede generar frustración y estrés.

En algunos casos, las personas que duermen mucho presentan síntomas de falta de motivación o aislamiento. Este patrón, en ocasiones, es indicativo de trastornos del sueño como la hipersomnia o incluso condiciones médicas subyacentes que merecen atención médica profesional.

Relación entre el sueño excesivo y el riesgo de enfermedades

Múltiples estudios han identificado que aquellas personas que duermen más de 8-9 horas diarias tienen una mayor predisposición a desarrollar ciertas enfermedades. Algunos de los riesgos identificados incluyen:

Diabetes: dormir demasiado puede elevar los niveles de azúcar en la sangre, lo cual está directamente asociado con un aumento en la resistencia a la insulina.

Obesidad: menor actividad física y comidas desordenadas son comunes entre quienes descansan más horas de las recomendadas.

Problemas cardiovasculares: dormir durante largos periodos puede incrementar el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.

Deterioro cognitivo: estudios sugieren que el sueño prolongado también afecta la memoria, reduciendo la capacidad de concentración y claridad mental.

Foto Freepik

¿Podría el exceso de sueño ser síntoma de otros problemas?

En muchos casos, dormir demasiado no es una causa directa de problemas de salud, sino más bien un síntoma de otros padecimientos subyacentes. Entre las condiciones más comunes asociadas con este comportamiento se encuentran:

Apnea del sueño: un trastorno que interfiere con la calidad del descanso y lleva a una sensación constante de agotamiento.

Dolor crónico: este puede interferir con el sueño, haciendo que las personas necesiten más horas de descanso en busca de alivio.

Trastornos del sueño específicos: condiciones como narcolepsia o síndrome de sueño retrasado también conducen a un sueño excesivo.

Si una persona ha intentado ajustarse a horarios de sueño saludables sin éxito, es importante acudir a un médico para determinar posibles causas médicas o psicológicas.

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¿Cuál es la cantidad ideal de sueño?

Aunque la cantidad exacta de sueño puede variar de persona a persona, los expertos recomiendan que los adultos duerman entre 7 y 9 horas diarias. Este rango proporciona el descanso necesario para que el cuerpo y la mente se recuperen, evitando los riesgos asociados tanto con la falta como con el exceso de sueño.

Es esencial prestar atención a la calidad del descanso, no solo a la cantidad. Si el sueño no es reparador, es probable que el cuerpo siga acumulando fatiga aun después de largas horas de descanso.

¿Cómo mejorar la calidad del sueño sin excederse?

El enfoque debe estar en optimizar el descanso, en lugar de simplemente preocuparse por el número de horas dormidas. Algunos consejos clave incluyen:

Mantener horarios regulares: dormir y despertar siempre a la misma hora ayuda a regular el ritmo circadiano.

Evitar el uso de pantallas antes de dormir: la luz azul de dispositivos electrónicos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.

Crear un ambiente relajante: asegurarse de que el dormitorio sea cómodo, silencioso y oscuro mejora significativamente la calidad del descanso.

Controlar la dieta: evitar consumos excesivos de cafeína o comidas pesadas antes de dormir.

Hacer ejercicio: una actividad física regular contribuye a un sueño más profundo pero debe evitarse justo antes de ir a la cama.

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Dany Levito

Daniela, una apasionada de la lectura y la tecnología, nació en una vibrante ciudad en América Latina. Desde muy temprana edad, mostró un gran interés por los libros y la curiosidad por explorar el mundo de la tecnología.

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