El estadounidense más viejo murió a los 110 años: aquí están los 2 hábitos que tenía
La longevidad humana ha fascinado a la humanidad durante siglos. Mientras que algunas personas parecen estar destinadas a vivir vidas largas y saludables, otras luchan con enfermedades y declive prematuro. El caso de Morrie Markoff, el hombre estadounidense más anciano que falleció recientemente a los 110 años, ofrece una ventana única a los factores que pueden contribuir a una vida extraordinariamente larga y plena.
La longevidad récord a nivel mundial
Antes de profundizar en los detalles de la vida de Markoff, es importante contextualizar su logro en el panorama global de la longevidad. El récord de longevidad planétaria, sin distinción de género, es ostentado por la francesa Jeanne Calment, quien vivió 122 años y 164 días. En el caso de los hombres, el japonés Jirōemon Kimura detenta el récord mundial, habiendo alcanzado los 116 años y 54 días de edad. En Estados Unidos, hasta el fallecimiento de Markoff, Morrie Markoff era considerado el hombre más anciano del país.
Morrie Markoff: un cerebro excepcional
Quizás lo más notable del legado de Markoff es el estado de su cerebro en el momento de su fallecimiento. Según Tish Hevel, directora ejecutiva del Brain Donor Project, Markoff poseía «el cerebro más sano a nivel cognitivo que jamás se haya ofrecido a la ciencia». Esta extraordinaria condición mental a una edad tan avanzada ha despertado el interés de la comunidad científica.
Estilo de vida saludable: la clave de su longevidad
Analizar el estilo de vida de Markoff ofrece valiosas pistas sobre los factores que pueden contribuir a una longevidad excepcional. Según su hija Hansen, Markoff y su esposa Betty (quien también vivió hasta los 103 años) llevaban una vida sumamente saludable. Consumían principalmente una dieta vegetariana, rara vez bebían alcohol y mantenían una curiosidad y sed de conocimiento constantes.
Actividad física sostenida
Otra de las claves del éxito de Markoff parece haber sido su compromiso con la actividad física a lo largo de su vida. Hansen reveló que tanto su padre como su madre caminaban diariamente una distancia de 5 kilómetros, algo que mantuvieron hasta aproximadamente los 90 años de edad.
Evitaban el agua embotellada
Quizás uno de los hábitos más sorprendentes de Markoff era su rechazo al consumo de agua embotellada. Según su hija, él y su esposa Betty preferían beber agua del grifo, desconfiando de los posibles riesgos asociados al plástico de las botellas. Esta decisión se vio respaldada posteriormente cuando estudios revelaron la presencia de microplásticos en el agua embotellada.
Curiosidad y sed de conocimiento
Otro aspecto destacado de la personalidad de Markoff era su insaciable curiosidad y pasión por aprender. Según su hija, «era simplemente una persona increíblemente curiosa«, siempre buscando ampliar sus horizontes y mantenerse mentalmente activo.
Ausencia de enfermedades neurodegenerativas
Quizás uno de los logros más notables de Markoff fue el hecho de que, a pesar de su edad avanzada, no presentaba signos de declive cognitivo o enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el Alzheimer. Este hecho resalta aún más la excepcionalidad de su cerebro y su salud mental.
Legado y donación a la ciencia
La decisión de Markoff de donar su cerebro a la ciencia tras su fallecimiento ha sido un gesto invaluable para la investigación sobre el envejecimiento saludable. Los científicos del Brain Donor Project tendrán la oportunidad de estudiar en profundidad las características de este órgano tan excepcional, con la esperanza de encontrar pistas que puedan ayudar a comprender mejor los mecanismos que subyacen a una longevidad tan destacada.
Lecciones para una vida larga y viejoaludable
El caso de Morrie Markoff ofrece valiosas lecciones sobre los hábitos y estilos de vida que pueden contribuir a una longevidad excepcional. Su dieta predominantemente vegetariana, su actividad física regular, su rechazo al agua embotellada y su curiosidad intelectual constante son factores que bien podrían ser adoptados por quienes aspiran a disfrutar de una vida larga y plena.
Inspiración para futuras generaciones
La historia de Morrie Markoff y su legado de salud y longevidad servirán como una inspiración para las generaciones venideras. Su ejemplo demuestra que, con los hábitos adecuados y una actitud positiva hacia el envejecimiento, es posible alcanzar una edad avanzada manteniendo una mente y un cuerpo saludables.