El iPhone se dispara con los aranceles de Trump y podrían llevar su precio por encima de los 2.000 euros
Si estás pensando en actualizar tu iPhone, puede que sea un buen momento para hacerlo antes de que los precios se disparen aún más.

Si pensabas que los smartphones ya eran lo suficientemente costosos, prepárate, porque los nuevos aranceles impuestos por Donald Trump están sacudiendo la industria de la tecnología. Según analistas, el precio de un iPhone podría superar los 2.000 euros, impulsado por el aumento en los costos de producción y una compleja red de suministro internacional.
¿Por qué los aranceles elevan tanto los precios?
El iPhone no es solo un producto; es un rompecabezas ensamblado a partir de piezas de todo el mundo. Desde pantallas hasta procesadores, cada componente proviene de distintos países, lo que hace que cualquier cambio en los costos de importación repercuta directamente en el precio final. Por ejemplo, los aranceles impuestos a productos provenientes de China alcanzan el 104%, mientras que los bienes originarios de Taiwán, Corea del Sur y Japón también enfrentan tarifas del 32%, 25% y 24% respectivamente.
Esto significa que componentes clave, como los procesadores fabricados en Taiwán (valorados en unos 90 dólares) o las pantallas producidas en Corea del Sur (37 dólares), ahora tendrán costos adicionales significativos. Y, aunque el ensamblaje en China rondaba los 30 dólares por dispositivo, ese coste también está sufriendo un incremento debido a los elevados aranceles.
Las verdaderas consecuencias en el consumidor
El costo actual de fabricar un iPhone 16 Pro ya es elevado, superando los 850 dólares según informes recientes. Añade a esto la logística, el marketing y, ahora, los aranceles, y puedes imaginar por qué el precio al consumidor podría dispararse. Si esto suena alarmante, la situación podría empeorar si Apple decide mover la cadena de producción fuera de China.
¿Crees que fabricar en Estados Unidos sería una solución? En teoría, sí, pero la realidad es diferente, porque desarrollar un iPhone en territorio estadounidense podría incrementar el costo de producción hasta los 3.500 dólares por dispositivo. Esta cifra es astronómica y, de trasladarse al precio de venta, convertiría el iPhone en un artículo de lujo aún más exclusivo.
¿Existen alternativas para Apple?
Apple no se ha quedado de brazos cruzados y la empresa está buscando diversificar su producción hacia países con aranceles más bajos, como India (26%) y Brasil (10%). Estas zonas no solo podrían reducir el impacto económico, sino que también ofrecen nuevas oportunidades de mercado.
En febrero de 2025, Apple anunció una inversión de 500.000 millones de dólares en Estados Unidos, que incluye la posible creación de una fábrica en Texas. Aunque esta medida busca reducir la dependencia de China, los analistas advierten que la transición llevará tiempo y los costos iniciales seguirán siendo altos.

El laberinto de una cadena de suministro global
Lo que hace único al iPhone no es solo su tecnología, sino también la complejidad de su cadena de suministro. Cada unidad se compone de materiales de distintos rincones del mundo:
- Procesadores: principalmente fabricados en Taiwán.
- Pantallas: provenientes de Corea del Sur.
- Almacenamiento: japón es líder en esta área, produciendo unidades desde unos 20 dólares por componente.
- Coltán: un mineral esencial para las pantallas y baterías, extraído principalmente en la República Democrática del Congo.
Después de este recorrido mundial, todos los componentes se ensamblan en China, lo que hace del país asiático la última parada antes de que los dispositivos salgan al mercado.
Las decisiones de política económica suelen tener efectos en cascada, y los aranceles de Trump no son la excepción. A corto plazo, los consumidores probablemente enfrentarán precios más altos, no solo en iPhones, sino en una amplia gama de productos tecnológicos. Además, el traslado de la producción podría dar lugar a una falta de stock temporal mientras se ajustan las cadenas de suministro.
Por otro lado, estas medidas podrían beneficiar a los competidores que fabriquen mayoritariamente fuera de las jurisdicciones afectadas, lo que presiona aún más a Apple a encontrar soluciones rápidas y efectivas.
Lo que está claro es que, en un mundo tan interconectado como el actual, ninguna decisión comercial ocurre en un vacío. Así que, si estás pensando en actualizar tu iPhone, puede que sea un buen momento para hacerlo antes de que los precios se disparen aún más. ¡El futuro del smartphone está en juego, y nuestra cartera también lo está!