El ‘superalimento’ que te impide dormir bien
Los problemas de sueño afectan a millones de personas en todo el mundo. Por lo general, se habla de factores como el estrés o el uso de pantallas antes de dormir, pero ¿qué pasa con los alimentos que ingerimos? Aunque algunos alimentos son elogiados como superalimentos por sus beneficios para la salud, no siempre ayudan al descanso. Hoy hablamos de uno que podría estar perjudicando tu capacidad para dormir: el chocolate.
¿Por qué el chocolate es considerado un ‘superalimento’?
El chocolate, especialmente el amargo, es conocido por sus altos niveles de antioxidantes, incluyendo flavonoides. Estos compuestos pueden beneficiar al sistema cardiovascular, mejorar el estado de ánimo e incluso potenciar la función cerebral. Además, contiene minerales como magnesio y hierro, esenciales para el organismo. Su consumo moderado puede contribuir a reducir la presión arterial, combatir la inflamación y proteger contra el daño celular causado por los radicales libres.
También se ha relacionado con la liberación de endorfinas, lo que genera una sensación de bienestar. Sin embargo, sus propiedades positivas no lo hacen apto para consumir en cualquier momento del día, especialmente si tienes problemas para dormir, ya que también contiene cafeína y teobromina, estimulantes que pueden interferir con el descanso nocturno. Además, es importante optar por opciones con bajo contenido de azúcar para maximizar sus beneficios.
La teobromina y su impacto en el cuerpo
El chocolate contiene teobromina, un compuesto que estimula el sistema nervioso central. Similar a la cafeína, la teobromina puede aumentar los niveles de alerta y energía, lo cual es excelente durante el día. Pero, si se consume en la tarde o noche, podría dificultar la relajación necesaria para dormir. La concentración de teobromina varía dependiendo del tipo de chocolate: los oscuros suelen tener más cantidad comparado con los chocolates con leche.
Eficacia vs. descanso: un dilema nocturno
Gracias a su efecto estimulante, el chocolate puede parecer una opción atractiva para combatir el cansancio en la tarde. Sin embargo, cuando se consume tarde, esta energía extra puede convertirse en un enemigo al intentar conciliar el sueño por la noche. Esto es especialmente problemático para quienes ya tienen trastornos del sueño como el insomnio.
Además, su impacto en los niveles de cortisol, la hormona del estrés podría intensificar la dificultad para relajarse. Para evitar estas complicaciones, es recomendable consumir chocolate con moderación y en horarios estratégicos, priorizando su ingesta durante la mañana o las primeras horas de la tarde. Optar por versiones con menor contenido de azúcar y estimulantes puede ayudar a minimizar estos efectos negativos, favoreciendo un mejor equilibrio entre eficacia y descanso.
El problema no es solo la teobromina
Aunque la teobromina es un factor importante, no es el único compuesto del chocolate que afecta el sueño. El contenido de cafeína también debe ser considerado. Aunque no es tan alto como el de un café, dependerá de la porción y el tipo de chocolate que consumas. En algunos casos, una pequeña porción de chocolate amargo podría contener hasta 25 mg de cafeína, que es más de lo que esperarías en una bebida descafeinada.
Además, muchas personas comen chocolate combinado con azúcar. Este añadido provoca picos en los niveles de glucosa, seguidos de caídas abruptas, lo que puede interrumpir el descanso nocturno.
¿Qué hacer si amas el chocolate, pero quieres dormir bien?
No es necesario eliminar completamente este alimento de tu dieta. Aquí van algunos consejos para disfrutarlo sin comprometer tu descanso:
Consume chocolate solo durante el día: opta por la mañana o las primeras horas de la tarde.
Busca alternativas sin azúcar: elimina los chocolates muy procesados para evitar picos de glucosa.
Prueba porciones pequeñas: una onza de chocolate oscuro puede satisfacer tus antojos sin imponer demasiados estimulantes en tu organismo.
Evita el chocolate después de las 5 p.m: esto da tiempo suficiente para qué las sustancias como la cafeína y la teobromina se reduzcan en tu cuerpo antes de dormir.
Opta por opciones más ligeras: si necesitas algo dulce en la noche, prueba frutas como plátano o manzana.
Alimentos alternativos para la noche
Si buscas algo que complemente tu búsqueda de un mejor sueño, considera alimentos que promuevan la relajación en lugar de causar más alerta:
Plátano: rico en magnesio y potasio, ayuda a relajar los músculos.
Nueces: contienen melatonina natural, una hormona clave para regular el sueño.
Leche caliente: la tradición de beber leche caliente no es mito; su contenido de triptófano estimula la producción de serotonina, la cual induce el sueño.
Té de manzanilla: uno de los favoritos para reducir el estrés y preparar el cuerpo para descansar.