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Salud

Encuentran por primera vez microplásticos en ovarios humanos

La contaminación por microplásticos acaba de cruzar una línea que nadie esperaba. Un reciente descubrimiento científico reveló la presencia de estas diminutas partículas en el líquido folicular de los ovarios humanos. El hallazgo genera un fuerte debate entre especialistas en salud y medioambiente. La ciencia confirma que los microplásticos están más cerca de la vida diaria y del cuerpo de lo que se pensaba.

Microplásticos: presentes hasta en órganos esenciales

Hace pocos años, encontrar microplásticos en animales y productos alimenticios era impactante. Hoy, su hallazgo en órganos humanos como ovarios, corazón y tejido adiposo marca un antes y un después. Los microplásticos, menores a 5 milímetros, logran atravesar barreras biológicas y se infiltran en tejidos internos.

Polímeros como el PET, polietileno y poliestireno suelen encontrarse entre las partículas más comunes detectadas. Los métodos de laboratorio permiten cuantificar concentraciones promedio de microgramos por mililitro. Su presencia en organismo humano ya no es una suposición, sino un dato comprobado.

¿Cómo llegan los microplásticos al cuerpo?

El día a día expone a las personas a microplásticos desde varias fuentes. Alimentos envueltos en plástico, bebidas en botellas, productos de higiene y hasta el aire que se respira son vías de entrada. Incluso la exposición no laboral, solo por vivir la rutina, basta para que estas partículas circulen por la sangre.

Investigadores han detectado que las micropartículas pasan del torrente sanguíneo a tejidos y órganos. Los microplásticos migran y se distribuyen internamente, insertándose en zonas tan delicadas como los ovarios.

Primer hallazgo en el líquido folicular ovárico

Lo innovador de este estudio es la evidencia de microplásticos en el líquido folicular, el ambiente donde se desarrolla el óvulo antes de la ovulación. Científicos italianos lograron aislar y analizar muestras de ovarios, identificando fragmentos plásticos de tamaños que van desde los micrómetros hasta centenas de nanómetros.

El líquido folicular juega un papel clave en la maduración y calidad ovárica. La presencia de sustancias extrañas como microplásticos ha generado, entre la comunidad médica, preocupaciones serias sobre la posible afectación en la fertilidad.

Foto Freepik

Impacto en la fertilidad y la salud reproductiva

Cada vez más evidencia apunta a que los microplásticos y sus compuestos asociados, como el bisfenol A (BPA), pueden actuar como disruptores endocrinos. Estas sustancias alteran la producción y el equilibrio de las hormonas sexuales. Además, generan inflamación dentro de tejidos sensibles como los ovarios.

Las alteraciones en el sistema reproductor incluyen síndrome de ovario poliquístico, endometriosis y cambios en la calidad ovárica. Sumado a esto, la inflamación crónica y la presencia de sustancias químicas derivadas del plástico, podrían agravar problemas preexistentes.

No solo las mujeres están en la mira. También se han vinculado los microplásticos con daños en la función hormonal, calidad del semen y desarrollo sexual en adolescentes, mostrando un impacto generalizado en la salud reproductiva.

La migración de microplásticos a través del cuerpo

Investigaciones recientes han comprobado que los microplásticos pueden moverse por el torrente sanguíneo y ubicarse en distintos órganos. Están presentes en tejidos cardíacos, sangre, y ahora también en los ovarios. Todo esto lleva a pensar que su distribución es mucho más amplia de lo imaginado.

Las partículas llegan a órganos y tejidos que nunca han tenido contacto directo con el exterior ni con materiales plásticos, lo que confirma su capacidad de atravesar barreras naturales y volverse parte del ambiente interno.

Riesgos a largo plazo de la exposición a microplásticos

Las consecuencias de la exposición a microplásticos aún no se comprenden por completo. Sin embargo, los primeros hallazgos ya muestran una relación preocupante con procesos inflamatorios, disfunción hormonal, y posibles cambios en la microbiota intestinal. Enfermedades autoinmunes y problemas de fertilidad están bajo la lupa.

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El reto es grande pues se trata de contaminantes persistentes, que permanecen durante años en el organismo. Su presencia puede modificar funciones vitales y la homeostasis interna, incluso en personas jóvenes o sin antecedentes de exposición laboral a plásticos.

El problema en perspectiva global

La contaminación por microplásticos se ha convertido en una amenaza que no distingue edad, género ni nivel socioeconómico. Estas diminutas partículas han traspasado fronteras biológicas y ecológicas, enroscándose en la cadena alimenticia y en procesos íntimos de la biología humana.

A diario, se suman nuevas evidencias sobre su papel nocivo para la salud. El hallazgo en los ovarios marca el inicio de una etapa en la que la relación entre exposición plástica y salud reproductiva merece más atención científica, pero también una conciencia global sobre el uso, consumo y reciclaje de materiales plásticos.

El cuerpo humano se ha convertido en un nuevo mapa para rastrear la huella del plástico. Las respuestas y posibles soluciones apenas están por llegar.

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Dany Levito

Daniela, una apasionada de la lectura y la tecnología, nació en una vibrante ciudad en América Latina. Desde muy temprana edad, mostró un gran interés por los libros y la curiosidad por explorar el mundo de la tecnología.

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