¿Es cierto que las cápsulas de café son cancerígenas?
Este tema se ha debatido mucho en los últimos años y algunos consumidores han decidido parar la ingesta del producto
Il Salvagente llevó a cabo una investigación que pretendía dar respuesta a las preocupaciones de los consumidores sobre la presencia de sustancias nocivas en estos productos. En el estudio participaron tres laboratorios diferentes en donde se analizaron 11 muestras de cápsulas de café pertenecientes a espressos «intensos». Las pruebas buscaban ftalatos, bisfenol, acrilamida, furano y pesticidas.
La preocupación de la investigación se centra en el furano, el cual está presente en el café y no es nada nuevo. De hecho, el furano y los metilfuranos son sustancias que se forman durante el tratamiento térmico de los alimentos, incluida la cocción, por lo que pueden encontrarse en una gran variedad de alimentos. Concretamente, en el caso del café, sucede durante el tueste, un paso fundamental en el procesado de este alimento.
¿Por qué es preocupante el furano?
La razón principal está basada en algunos estudios que se hicieron en animales, los cuales afirman que existe una relación entre el consumo elevado de esta sustancia y el desarrollo de ciertos cánceres. Sin embargo, existen algunos vacíos sobre sus mecanismos de acción, toxicidad y exposición humana a él, tal y como afirma la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Así como también señala el Comité español del Café: «En 2016 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer incluyó el café entre las sustancias que no se pueden clasificar como cancerígenas, e incluso destacó un posible efecto preventivo contra el cáncer de hígado y de endometrio» por lo que las opiniones están divididas.
¿Qué afirma el estudio?
De acuerdo con Javier Santos, autor principal del estudio realizado por el Departamento de Química Analítica de la Universidad de Barcelona: «Las cápsulas de café tienen niveles más altos de furano porque están herméticamente cerradas, lo que impediría la volatilización del componente».
Del mismo modo, afirmaba que las cantidades encontradas estaban dentro de los límites considerados «seguros» para la salud. Luego de comprobar las cantidades de furano presentes en las cápsulas analizadas y teniendo en cuenta el nivel de seguridad indicado, la investigación arrojó resultados tranquilizadores, aunque con algunas diferencias entre las 11 muestras analizadas, concluyendo que en ningún caso el consumo «normal» de café expreso podría provocar la superación de estas dosis.
Por otro lado, Il. Salvagente también comprobó la presencia de ftalatos, sustancias químicas que se agrega a los plásticos para mejorar su flexibilidad y que pueden interferir en el sistema hormonal. Teniendo en cuenta lo anterior, un reciente estudio realizado por la Universidad de Padua ha detectado la presencia de estos compuestos en las cápsulas de plástico, aluminio y biodegradables analizadas, aunque por debajo de los niveles diarios de riesgo tolerados. Sin embargo, en las pruebas de Il. Salvagente no se encontraron rastros de ftalatos, bisfenol ni pesticidas en las muestras examinadas.
¿Son cancerígenas las cápsulas?
La respuesta es no, pero sigue existiendo el problema de la eliminación: Los resultados del análisis relacionado con un posible impacto negativo de las cápsulas sobre la salud son especialmente positivos y desmiente muchos de los temores planteados, incluida la posibilidad de que las cápsulas de café puedan ser cancerígenas.
Sin embargo, sigue existiendo el «nervio bruto» de deshacerse de las cápsulas de plástico o aluminio usadas, que son difíciles de reciclar. Una solución ha sido ideada por Caffè Vergnano que, con sus cápsulas compatibles con Nespresso, ha creado una alternativa biodegradable que puede eliminarse simplemente con los residuos orgánicos. Aunque, si eres un fanático de las cosas naturales, una solución creativa para reutilizarlos podría ser producir joyas con estos residuos. Si no, puedes optar por una propuesta 100% ecológica como las cápsulas compostables de Caffè Vergnano.