Hoy en día, muchas personas buscan estrategias innovadoras para perder peso o mejorar su salud. Entre ellas, destaca la dieta OMAD, acrónimo en inglés de “One Meal A Day”, que básicamente implica consumir una única comida al día. Pero, ¿es realmente saludable? Para algunos, esta práctica parece atractiva por su simplicidad. Sin embargo, los expertos advierten sobre sus posibles riesgos. Veamos qué implica realmente esta tendencia alimentaria.
Los riesgos de consumir una sola comida al día
Comer sólo una vez al día limita drásticamente la ingesta de nutrientes necesarios. Vitaminas, minerales y macronutrientes esenciales, como proteínas, carbohidratos y grasas saludables, pueden ser difíciles de obtener en una sola comida, incluso si ésta es abundante. A largo plazo, este déficit podría desencadenar problemas como anemia, pérdida de masa muscular, desequilibrios hormonales e incluso dificultades cognitivas.
Además, comer una sola vez puede provocar fatiga, irritabilidad y ansiedad relacionada con los alimentos. En algunos casos, esto puede derivar en episodios de atracones durante la única comida, lo cual tiene un impacto negativo tanto en la salud física como emocional.
Impacto en el metabolismo y la salud general
Cuando el cuerpo recibe alimentos después de tantas horas de ayuno, puede ocurrir lo contrario a lo esperado: el metabolismo puede ralentizarse, y esto dificulta tanto la quema de calorías como la pérdida de peso. También puede llevar a cambios bruscos en los niveles de azúcar en la sangre, causando picos de energía seguidos de fatiga extrema.
Asimismo, comer en exceso tras tantas horas de ayuno puede sobrecargar el sistema digestivo, provocando molestias gastrointestinales como pesadez, hinchazón o acidez estomacal. A largo plazo, estas alteraciones podrían derivar en problemas más serios, como gastritis.
Ayuno intermitente vs. OMAD
Es importante diferenciar la dieta OMAD de otras estrategias como el ayuno intermitente. Mientras que el ayuno intermitente permite múltiples horarios flexibles de alimentación con ventanas más largas, OMAD restringe la ingesta a un periodo de solo una hora. Esto implica un desafío mayor para el cuerpo, privándolo de una nutrición constante y de las oportunidades necesarias para metabolizar los alimentos de forma óptima.
La clave del éxito en cualquier forma de ayuno radica en el equilibrio. OMAD puede considerarse una forma extrema que genera más estrés en el organismo que beneficios.
¿Un único beneficio? Pérdida de peso
Muchas personas se sienten atraídas por OMAD debido a su potencial para reducir calorías de forma significativa. Al limitarse a una sola comida, es menos probable que se superen las necesidades calóricas diarias. Sin embargo, esta pérdida de peso puede no ser sostenible y, con el tiempo, la falta de nutrientes adecuados podría sabotear cualquier progreso inicial.
Por otro lado, no todas las calorías son iguales. Una dieta rica en nutrientes provenientes de alimentos frescos y balanceados tendrá mucho más impacto positivo que una comida altamente calórica pero pobre en nutrientes.
¿Qué dicen los expertos?
Diversos estudios alertan sobre los riesgos de mortalidad asociados con este tipo de dieta. En particular, se destaca que las personas que comen sólo una vez al día pueden tener mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y alteraciones metabólicas. Por ello, muchos profesionales de la salud recomiendan una dieta equilibrada que incluya al menos tres comidas al día, idealmente cinco, para mantener los niveles de glucosa y energía estables.
Sin embargo, si alguien decide probar OMAD, es crucial asegurarse de que la única comida sea lo más nutritiva posible. Vegetales frescos, proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos integrales deben formar parte del plato, reduciendo al máximo los alimentos procesados.
Aunque la idea de comer una sola vez al día puede sonar tentadora, no es una solución sostenible ni completamente saludable. Los riesgos relacionados con la desnutrición, los problemas metabólicos y las alteraciones en el bienestar general superan cualquier beneficio a corto plazo, como la pérdida de peso. Antes de adoptar cualquier estrategia restrictiva como OMAD, se recomienda consultar con un profesional de la salud o nutricionista para encontrar un plan alimenticio adaptado a las necesidades individuales.
La alimentación es mucho más que contar calorías; es nutrir el cuerpo y mantener un equilibrio que permita sentirse bien física y emocionalmente.
