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Esta es la forma correcta de empezar a correr

Empezar a correr es una decisión saludable que puede traer innumerables beneficios a tu vida, desde mejorar tu estado físico hasta reducir el estrés. Sin embargo, lanzarse a la pista sin la preparación adecuada puede resultar contraproducente, exponiendo tu cuerpo a posibles lesiones.

Obtén el visto bueno médico

Antes de calzarte las zapatillas y salir a la carrera, es fundamental que acudas a un chequeo médico exhaustivo. Esto es especialmente importante si has llevado un estilo de vida sedentario o tienes antecedentes de problemas de salud. Los profesionales de la salud podrán evaluar tu condición física, descartar cualquier problema subyacente y darte el visto bueno para comenzar a correr.

Elige el equipo adecuado

El equipo de running es clave para evitar lesiones y disfrutar de tus entrenamientos. Comienza por invertir en un par de zapatillas de calidad, adaptadas a tu tipo de pisada y al terreno donde planeas correr. Además, opta por prendas cómodas y transpirables que te permitan moverte con libertad.

Zapatillas de running

Las zapatillas son la pieza fundamental de tu equipo. Asegúrate de elegir un modelo que brinde el nivel de amortiguación y estabilidad que necesitas. Para ello, visita una tienda especializada donde puedan analizar tu pisada y recomendarte las zapatillas más adecuadas.

Ropa y accesorios

Además de las zapatillas, debes prestar atención a la ropa que utilizarás. Opta por prendas ligeras, elásticas y que transpiren bien, como camisetas y pantalones deportivos. No olvides complementos como calcetines especiales para correr y una gorra o visera para protegerte del sol.

Comienza con un plan de entrenamiento

Una de las claves para empezar a correr de manera segura es seguir un plan de entrenamiento progresivo. Esto te ayudará a adaptar tu cuerpo al esfuerzo de manera gradual, evitando lesiones y frustraciones.

Método CACO: Camina y corre de forma alterna

Una excelente estrategia para principiantes es el método CACO, que consiste en alternar períodos de caminata y carrera. Comienza con sesiones de 2 minutos de caminata seguidos de 2 minutos de trote, y ve aumentando paulatinamente el tiempo de carrera a medida que tu condición física mejore.

Respeta los días de descanso

Recuerda que el cuerpo necesita tiempo para recuperarse y adaptarse al esfuerzo. Por ello, es fundamental que incluyas días de descanso entre tus sesiones de entrenamiento. Esto te ayudará a evitar lesiones y a mantener un ritmo sostenible a largo plazo.

Foto Freepik

Presta atención a tu técnica de carrera

La forma en la que corres puede tener un gran impacto en tu rendimiento y bienestar. Presta atención a detalles como la posición de tus hombros, la cadencia de tus pasos y la forma de impactar con el suelo.

Evita el impacto del talón

Una de las claves es evitar que el talón sea la primera parte del pie que entre en contacto con el suelo. En su lugar, intenta aterrizar con la parte media o delantera del pie, lo que reducirá el impacto y el riesgo de lesiones.

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Mantén una postura adecuada

Mantén los hombros relajados, evita que tus manos sobrepasen la línea de los hombros y procura que tus zancadas pisen debajo de la línea de tu cadera. Esto te ayudará a generar un impulso eficiente y evitar sobrecargas.

Hidratación y nutrición

La adecuada hidratación y nutrición son fundamentales para rendir al máximo y recuperarte de tus entrenamientos.

Hidrátate antes, durante y después

Asegúrate de beber agua regularmente antes, durante y después de tus sesiones de running. Esto te ayudará a mantener un buen equilibrio hídrico y evitar problemas como calambres o mareos.

Alimenta a tu cuerpo

Complementa tus entrenamientos con una dieta equilibrada, rica en carbohidratos, proteínas y grasas saludables. Esto te proporcionará la energía y los nutrientes necesarios para mejorar tu rendimiento y adaptarte al esfuerzo.

Escucha a tu cuerpo

Uno de los principios más importantes a la hora de empezar a correr es aprender a escuchar a tu cuerpo. Presta atención a las señales que te envía y no dudes en reducir la intensidad o detenerte si experimentas dolor o molestias.

Identifica las señales de lesión

Si sientes dolor o incomodidad en alguna parte de tu cuerpo, no lo ignores. Detente y analiza la situación. Podrías estar sufriendo una lesión incipiente que requiere descanso y atención médica.

Respeta tus límites

Recuerda que cada persona tiene un ritmo de adaptación diferente. No te compares con otros corredores y respeta tus propios límites. Avanza a tu propio ritmo y disfruta del proceso.

Mantén la motivación

Empezar a correr puede ser todo un reto, especialmente en los primeros días. Por eso, es importante que encuentres estrategias para mantener tu motivación a lo largo del tiempo.

Establece metas realistas

Fíjate objetivos alcanzables que te permitan sentir un progreso constante. Celebra cada pequeño logro y utilízalos como impulso para seguir avanzando.

Encuentra tu apoyo

Busca compañeros de entrenamiento o únete a un grupo de runners. Compartir esta experiencia con otros puede ser una gran fuente de motivación y apoyo.

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Dany Levito

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