Hay quienes aseguran que no puede haber amor real si este no viene acompañado de un poco de celos, pero está claro que hay casos en los que el miedo a perder a la pareja lleva a más de uno a cometer errores muy fuera de lugar, los cuales pueden llevar incluso a un arresto policial.
Este es el caso de Senaida Marie Soto, una texana de 23 años que acabó esposada y lista para juicio tras prender fuego a la casa de su novio en un ataque incontrolado de ira motivada por los celos.
Mientras el novio se encontraba fuera de su vivienda, la joven entró con mucho cuidado, destruyó todo lo que pudo y finalmente prendió fuego a un sofá de la sala de estar. Todo esto lo hizo mientras grababa la «venganza» con una cámara de vídeo que pertenecía a la víctima.
La historia la recopiló el sheriff del condado de Bexar, en Texas, quien en un post para las redes sociales ha ofrecido los detalles de la historia y algunas imágenes para contextualizar a los lectores.
Según la reconstrucción de la policía, todo comenzó con la llegada de una llamada telefónica «sospechosa» entre el novio y otra supuesta mujer, pero al momento de hacer la declaración ante las autoridades, se supo que no se trataba de una tercera en discordia, sino de una familiar.
Entonces, ignorando la broma y la relación familiar entre estos dos, Soto llegó rápidamente a la conclusión de que su novio la estaba engañando, por lo que ideó su venganza. Al momento de prender fuego al sofá del salón, las llamas se salieron de control y envolvieron toda la casa en cuestión de minutos, echando todo a perder.
Mientras el fuego destruía toda la vivienda, la chica envió un mensaje a su novio diciendo lo siguiente: «Espero que te vayan bien las cosas», y luego grabó un pequeño vídeo del incendio para que el sujeto supiera lo que estaba sucediendo.
Fueron precisamente estas imágenes las que utilizó la policía para reconstruir el incidente e inculpar a la joven de 23 años, la cual posteriormente fue detenida y acusada de robo e incendio provocado, terminando con unos daños estimados en unos 50.000 dólares.