Estas son cuatro razones por las que se frena la pérdida de peso
Cada detalles incide en que puedas o no cumplir con tu propósito
Si bien es cierto que perder peso requiere de tiempo y dedicación, en nuestro día a día podemos cruzarnos con varios inconvenientes que pueden echar a perder este proceso, inconvenientes que deberías conocer para conseguir que aquello que vamos a ver en la báscula no te haga desistir. Así que, el día de hoy vamos a conocer 4 factores que nos impiden alcanzar ese peso ideal que estamos buscando, así que vamos a tenerlos en cuenta y luchemos por superarlos.
No estás durmiendo bien
Es bien sabido por todos que nuestro cuerpo necesita descansar cada día para poder asimilar lo que sucede en nuestra rutina, pero al no descansar como realmente lo necesitas, estás sumando puntos para que tu cuerpo aumente en kilos que van a ser difíciles de retirar.
Tener un sueño reparador es fundamental para perder peso, ya que mientras descansamos las hormonas grelina y leptina hacen mejor su trabajo, regulando el apetito y la saciedad. Así que, lo mejor es que te acostumbres a tener tus 8 horas de sueño al día para que el metabolismo despierte con las pilas cargadas al día siguiente y tus niveles de estrés amanezcan bajo control.
No estás entrenando lo suficiente
En todo proceso de pérdida de peso el ejercicio es un elemento fundamental para obtener resultados. Sin embargo, en ocasiones pese a que se entrena no se obtienen los resultados esperados, y esto es debido a que a veces no entrenamos tanto como deberíamos o no estamos realizando la actividad física que más nos conviene para nuestros objetivos. De hecho, se debe elegir la actividad física en función de lo que queremos, por lo que si queremos resultados, es mejor elegir un entrenamiento u otro.
Un par de consejos buenos son probar en distintos deportes y sistemas de entrenamiento hasta que puedas encontrar el que más te gusta y te ofrezca resultados positivos en tu peso. También puedes dedicar entre 60 y 90 minutos de tu día a actividades más sencillas pero eficaces, como caminar o nadar. También es fundamental que mantengas un estilo de vida activo y evites tanto como puedas los períodos excesivos de sedentarismo.
Revisa tu estado general de salud
En ocasiones hay una serie de factores genéticos que pueden predisponernos a padecer diferentes enfermedades, como puede ser la obesidad. Nos guste o no, lo cierto es que estos genes influyen en aspectos esenciales de nuestra composición física, como la tendencia a acumular grasa corporal o la ralentización del metabolismo. Por otro lado, también hay condiciones de salud como la tiroides, la diabetes o el uso de medicamentos como corticoides o antidepresivos que pueden provocar un aumento de peso, así que es fundamental acudir con un médico antes de iniciar un tratamiento para bajar de peso, ya que así conoceremos nuestras características y cómo debemos enfocar nuestro entrenamiento.
Ten más control sobre las raciones
En todo proceso de adelgazamiento es importante tener mucho control sobre la calidad de los alimentos que vamos a colocar sobre nuestro plato y la cantidad de la ración. De hecho, un consumo excesivo de alimentos, a pesar de que sean saludables, puede terminar dificultando cualquier proceso de pérdida de peso, por lo que es importante aprender a comer con calma y masticando los alimentos. En este sentido, la comida que se debe consumir se debe poner en el plato evitando repetir o consumir más de lo necesario. Prueba consumiendo 5 raciones pequeñas distribuidas a lo largo del día en lugar de 3 grande raciones, esto hará que evites los ataques de hambre y evites correctamente los excesos.