Estas son las principales consecuencias de la falta de sueño
Las personas que no descansan lo suficiente durante la noche son más propensas a almacenar "grasa mala" en la región abdominal
Uno de los temas en los que muchos profesionales de la salud concordarían sería en el gran riesgo que conlleva para el buen funcionamiento del organismo la falta de sueño. Esto puede afectar el equilibrio hormonal del cuerpo, aumentando los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
El exceso de cortisol puede desencadenar la acumulación de grasa visceral en el abdomen, lo que puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas. Además, también puede afectar los niveles de grelina y leptina, dos hormonas que regulan el apetito y la saciedad. Cuando estas hormonas están desequilibradas, es más probable que una persona tenga antojos de alimentos ricos en calorías y carbohidratos, lo que puede contribuir aún más al aumento de peso.
El bienestar mental
Sin embargo, no solo afecta el bienestar físico, sino también el mental, ya que puede influir negativamente en la memoria y la concentración, lo que puede generar dificultades en el trabajo o en la escuela. De igual forma, la falta de sueño también puede tener un impacto en el estado de ánimo, provocando irritabilidad, cambios de humor y una disminución en la motivación. Aunque, hay casos en donde incluso ha provocado el desarrollo de trastornos depresivos.
De acuerdo con los investigadores: “La restricción del sueño conlleva a un mayor riesgo de almacenar «grasa mala» o también conocida como «grasa visceral»: aquella que no se encuentra bajo la piel, sino bajo los músculos de la pared abdominal. Esta grasa es peligrosa porque rodea los órganos internos (hígado, estómago e intestinos), y conlleva «un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares, pero también de ciertos cánceres”.
El estudio se desarrolló durante dos periodos de 21 días, en donde los participantes tuvieron acceso ilimitado a la comida. En la primera sesión, un grupo de 12 hombres sanos se dividió en dos: al primer grupo se le permitió dormir 9 horas, mientras que el segundo grupo durmió 9 horas las 4 primeras noches y luego solo 4 horas el resto del experimento. Para la segunda sesión, que tuvo lugar tres meses después, se invirtieron los papeles.
¿Cuáles fueron los resultado?
Durante el periodo de privación de sueño, los participantes consumieron una media de 300 calorías más en comparación con las personas que estaban bien descansadas. Como señala Pourquoi Docteur, estas calorías se componían de un 13% más de proteínas y un 17% más de grasas que su dieta habitual.
En total, en las personas privadas de algunas horas de sueño, los investigadores observaron un aumento del 9% de la superficie total de grasa abdominal, así como un aumento del 11% de la grasa abdominal visceral, la cual es peligrosa.
La importancia de un estilo de vida sano
Los 12 participantes que hicieron parte del experimento tenían entre 19 y 39 años, por lo tanto, los científicos creen que el aumento de la grasa visceral ligado a la falta de sueño es un fenómeno que puede afectar a personas jóvenes y sanas.
Los autores del estudio enfatizan la importancia de adoptar un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta sana y equilibrada y ejercicio regular, para compensar los efectos negativos de la falta de sueño. Sin embargo, el estudio se realizó en una muestra de población muy pequeña, lo que significa que se necesitan más investigaciones para determinar cómo estos resultados se aplican a personas con mayor riesgo, como aquellos que ya son obesos o padecen síndrome metabólico o diabetes.