¿Estás teniendo una digestión difícil? Revisa la forma en la que masticas
Se trata de detalles que poder pasar por alto, pero que tienen mucho que ver en la manera en la que funciona el sistema digestivo
Comer de la manera correcta y cuidar la forma en la que masticamos, es importante para evitar todo tipo de problemas digestivos en nuestro día a día. Muchas personas suelen presentar digestiones pesadas por esto y suelen tener diversas complicaciones después de una comida cargada. Por eso, aprender a comer con calma, disfrutando los sabores y masticando correctamente es fundamental para evitar los efectos secundarios negativos.
El proceso de digestión comienza en la boca antes que en el estómago, por lo que masticar mal los alimentos puede detonar varias consecuencias no beneficiosas, lo que puede hacer que el proceso sea más más lento y difícil, dando vía libre al malestar y al dolor.
¿Cuáles son los síntomas de una mala digestión?
La buena salud en la mesa no solo depende de los alimentos que elijas comer y de cómo los cocines, sino que también influye la forma en la que los ingieren, las cantidades y la rapidez. Por lo tanto, si tragas grandes bocados sin masticar las veces necesarias para la formación del bolo alimenticio, la digestión tendrá problemas y efectos secundarios no deseados. Tómate el tiempo necesario para comer, mastica hasta casi hacer papilla tu comida antes de tragarla.
Hay algunos signos importantes que nos ayudan a comprender si existe algún problema en la forma que masticamos. En primer lugar, es importante tener en cuenta recordar que no se debe comer demasiado rápido, ya que esto puede causar una sensación de pesadez en el estómago.
Cinco signos que delatan una mala masticación
Si masticas demasiado poco, aumentas la probabilidad de tener acidez de estómago. Ten en cuenta que la masticación estimula la producción de ácido clorhídrico, esencial para una digestión sin problema.
Comer rápido no permite que el cuerpo produzca la cantidad suficiente de este ácido, lo que, al combinarse con los alimentos mal masticados, se convierte en el caldo de cultivo perfecto para que aparezca la acidez estomacal. Durante la masticación se inicia el proceso de descomposición de los macronutrientes, es decir, los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas, todo para que el organismo los asimile con mucha más facilidad.
Los nutrientes más pequeños son asimilados por el trabajo del intestino delgado, donde tiene lugar la mayor parte del proceso de asimilación. Pero, si los alimentos no se mastican correctamente la absorción es mucho menor y causan estrés físico y mental.
Si los alimentos no se han convertido en la papilla perfecta, las enzimas y la bilis no pueden garantizar que haya una digestión adecuada y que se aprovechen todas las ventajas que ofrece lo que has consumido, lo cual provoca indigestión, gases y estreñimiento. Otro problema relacionado con este tipo de síntomas es comer más de lo debido en una sola comida.
Otro punto que puede parecer trivial, pero que se debe tener muy en cuenta, es el de apreciar lo que tenemos en nuestro plato. Si uno aprende a apreciar los gustos y sabores y evitar el estrés mientras se está comiendo yendo a un contexto en el cual no nos sintamos incómodos, veremos como esto repercute positivamente en la forma que experimentamos nuestra digestión y llevamos nuestro día a día.