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Estilo de vida

Este es el color que prefieren las personas con trastornos mentales

Desde tiempos antiguos, los colores han sido asociados con diferentes emociones y estados de ánimo. Sin embargo, la investigación científica sobre este tema comenzó a tomar forma en el siglo XX. El estudio de Katz se centró en 134 pacientes hospitalizados, quienes fueron evaluados en su preferencia por seis colores específicos: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. Esta elección limitada permitió a Katz obtener resultados más claros y significativos.

La metodología del estudio

Katz utilizó un enfoque simple pero efectivo para evaluar las preferencias de color. Los colores eran presentados en un formato rectangular sobre un fondo gris, lo que facilitaba la identificación de las elecciones de los pacientes. Cada color estaba numerado, y los pacientes debían indicar su preferencia. Aunque algunos pacientes mostraron un gran interés y realizaron múltiples elecciones, otros se desinteresaron rápidamente, lo que refleja la variabilidad en la participación de los individuos con problemas de salud mental.

Los resultados del estudio fueron sorprendentes. El azul se destacó como el color más popular entre los pacientes, con un 38% de los esquizofrénicos y maníacos depresivos eligiéndolo como su primera opción. Sin embargo, las preferencias variaron según el género. Mientras que los hombres tendían a preferir el verde como segunda opción, las mujeres mostraron una inclinación hacia el rojo o el violeta.

La psicología del color azul

El azul ha sido históricamente asociado con la calma y la tranquilidad. Esta percepción puede ser especialmente relevante para aquellos que enfrentan desafíos mentales. La capacidad del azul para inducir una sensación de paz podría explicar su popularidad entre los pacientes con trastornos mentales.

La psicología del color sugiere que el azul puede disminuir la ansiedad y crear un ambiente relajante. Esto es particularmente importante en entornos hospitalarios, donde los pacientes a menudo experimentan altos niveles de estrés. La inclusión de tonos azules en la decoración de espacios puede contribuir a un ambiente más acogedor y menos intimidante.

Foto Freepik

Los profesionales de la salud mental pueden considerar la incorporación del azul en su práctica. Desde la elección del color de las paredes hasta los uniformes del personal, el uso de este color puede tener un impacto positivo en la experiencia del paciente. Además, el azul puede servir como un recordatorio visual de la calma y la estabilidad emocional.

Colores y trastornos específicos

Los colores no solo se limitan al azul. Cada trastorno mental puede estar asociado con diferentes preferencias cromáticas, lo que puede proporcionar información valiosa sobre el estado emocional de una persona.

Depresión

Las personas que sufren de depresión tienden a preferir colores apagados y oscuros, como el gris, el negro y el azul oscuro. Estos colores reflejan la tristeza y la melancolía, lo que puede ser una manifestación de su estado emocional.

Ansiedad

Por otro lado, aquellos que experimentan ansiedad pueden sentirse atraídos por colores más vibrantes, como el naranja y el amarillo, que pueden proporcionar un impulso de energía. Sin embargo, también buscan tonos más suaves, como el azul claro y el verde esmeralda, que fomentan la calma.

Bipolaridad y esquizofrenia

Las personas con trastornos bipolares pueden preferir colores intensos y contrastantes, como el rojo y el azul, que reflejan la dualidad de sus emociones. En el caso de la esquizofrenia, los colores brillantes y saturados, como el rojo y el verde, pueden ser una representación de la complejidad de sus experiencias.

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Veronica Pereira

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