Este es el momento ideal para beber café y alcanzar los niveles máximos de energía

El café es mucho más que una simple bebida; para muchos es el motor que les ayuda a empezar el día con energía. Sin embargo, ¿sabías que la hora en la que tomas café y la cantidad que consumes pueden marcar una gran diferencia en cómo afecta a tu cuerpo?
Aunque sea tentador tomar café apenas despiertas, esta no es la mejor idea, porque tu cuerpo produce cortisol, una hormona que te da energía, en niveles más altos justo al despertar. Si tomas café en ese momento, podrías interferir con este proceso y sentir que la cafeína no tiene el mismo efecto con el tiempo.
Los expertos recomiendan esperar al menos 90 minutos después de despertarte para tomar tu primera taza. Si te levantas entre las 6:00 y las 8:00 de la mañana, eso coloca el mejor horario para tu café entre las 9:30 y las 11:30 AM. Tomarlo en este intervalo te permitirá aprovechar sus efectos mientras respetas el ritmo natural de tu cuerpo.
Por la tarde, también hay un momento ideal para tomar tu segunda taza. Entre la 1:30 y las 3:30 PM, el café puede proporcionarte un impulso energético justo cuando los niveles de cortisol suelen bajar nuevamente.
¿Por qué evitar tomarlo demasiado Tarde?
El café es fantástico para mantenernos despiertos y alertas, pero consumirlo a última hora del día puede ser contraproducente, porque la cafeína permanece en tu sistema por varias horas, incluso hasta ocho horas, lo que podría afectar la calidad de tu sueño. Como regla general, evita beber café después de las 3 o 4 de la tarde si no quieres que interfiera con tu descanso nocturno.

¿Cuántas tazas de café son demasiadas?
El consenso general de los expertos en salud es que los adultos no deberían superar los 400 miligramos de cafeína al día, lo que equivale a unas cuatro o cinco tazas de café regular. Sin embargo, todos somos diferentes, y lo que funciona para una persona puede no ser lo ideal para otra.
Algunos son más sensibles a la cafeína y pueden experimentar nerviosismo, insomnio o taquicardia con dosis que parecen normales para otros. Si notas alguno de estos síntomas, considera reducir la cantidad de café que bebes o cambiar a variedades con menos cafeína.
Además, es importante recordar que la cafeína también está presente en otras bebidas y alimentos, como el té, los refrescos y el chocolate.
No solo se trata del momento o la cantidad, sino también de cómo acompañas el café. Por ejemplo, beberlo mientras comes algo puede ayudar a evitar molestias estomacales. Si eres fan del café dulce, prueba usar endulzantes naturales como la miel o la stevia en lugar de azúcar refinada.
Añadir especias como canela o nuez moscada no solo le da un toque diferente, sino que también puede ofrecer beneficios adicionales para la salud. Otro truco moderno es agregar aceite MCT o cremas sin lácteos si buscas potenciar tu energía de forma saludable.
Recuerda que el café es mucho más que un hábito diario. Consumirlo conscientemente te ayudará a aprovechar todos sus beneficios sin sus posibles inconvenientes. Así que, ¿ya sabes cuándo vas a disfrutar tu próxima taza?