Este es el tiempo que les tomará a los astronautas atrapados en el espacio durante 9 meses adaptarse nuevamente a la Tierra
Para Barry Wilmore y Sunita Williams, los próximos 45 días estarán dedicados a reconstruir lo que la microgravedad cambió.

¿Cómo se adapta el cuerpo humano a la gravedad de la Tierra después de 9 meses en el espacio? Esa es la pregunta que enfrentan Barry “Butch” Wilmore y Sunita “Suni” Williams tras su retorno a nuestro planeta el pasado 18 de marzo de 2025, después de quedar atrapados en la Estación Espacial Internacional mucho más tiempo del planeado debido a problemas técnicos. Ahora que finalmente han regresado, comienza el verdadero desafío: readaptarse a la vida terrestre.
Los desafíos físicos tras una estadía prolongada en el espacio
Permanecer en el espacio durante 278 días no es simplemente un logro técnico y científico, es también una dura prueba para el cuerpo humano, porque la ausencia de gravedad en nuestros cuerpos, experimenta cambios significativos que impactan músculos, huesos, fluidos corporales e incluso el cerebro.
Pérdida de masa muscular y ósea
En el espacio, el cuerpo pierde masa muscular rápidamente debido a la falta de resistencia que normalmente ofrece la gravedad. Según expertos, los músculos pueden reducirse hasta un 20 % en solo dos semanas y un 30 % en tres a seis meses, afectando especialmente los músculos responsables de la postura y el movimiento.
Asimismo, la densidad ósea puede disminuir entre un 1 % y un 2 % por mes en ausencia de gravedad, lo que provoca un riesgo significativo de fracturas. Recuperar esta densidad ósea puede tomar años, dependiendo del tiempo de exposición al espacio.
Cambios en la circulación y fluidos corporales
En la Tierra, la gravedad “empuja” los líquidos hacia la mitad inferior del cuerpo, pero en el espacio, estos fluyen hacia la cabeza, causando inflamación facial, congestión nasal e incluso cambios en la visión debido a la presión en el nervio óptico.
Consecuencias en el sistema inmunológico
Estudios han demostrado que el sistema inmunológico puede debilitarse durante vuelos espaciales. Además, los cambios en el microbioma intestinal y la expresión génica podrían amplificar aún más estos problemas.
El proceso de readaptación: ¿Cuánto tiempo tomará?
La rehabilitación tras un período prolongado en el espacio no ocurre de la noche a la mañana. Para Wilmore y Williams, el primer paso será un programa intensivo de ejercicios que abarca unas seis semanas, el cual incluye actividades controladas para recuperar habilidades motoras básicas como caminar y mantener el equilibrio.
Fase 1: recuperar el control muscular básico
Durante las primeras semanas en la Tierra, incluso colocar un pie delante del otro puede ser un desafío monumental. Los astronautas a menudo necesitan ayuda para caminar, pues los organismos acostumbrados a la microgravedad tienen que “reaprender” a moverse bajo la fuerza gravitacional. Ejercicios simples como estiramientos, caminatas asistidas y fortalecimiento muscular específico son cruciales en esta etapa.
Fase 2: reacondicionamiento cardiovascular y equilibrio
Volver a realizar actividades más intensas, como correr o levantar pesas, requiere tiempo, porque el sistema cardiovascular de los astronautas también sufre cambios en el espacio, incluyendo una menor capacidad para regular la presión arterial. Este ajuste puede demorar varias semanas más.
Fase 3: Restauración completa y seguimiento médico
Los exámenes médicos continuos son esenciales para monitorear aspectos como la densidad ósea, función cardiovascular, recuperación muscular y estado inmunológico. Cada astronauta responde de manera diferente; en algunos casos, las alteraciones pueden tardar meses o incluso años en normalizarse.
Lecciones aprendidas para futuras misiones
El caso de Wilmore y Williams no solo señala los riesgos de una estadía prolongada en el espacio, sino que también ofrece información valiosa mientras la humanidad se prepara para misiones aún más largas, como un posible viaje a Marte. Misiones que se extenderían por tres años o más requerirán desarrollar métodos aún más avanzados para preservar la salud física y mental de la tripulación.
Astronautas como Scott Kelly y Frank Rubio, que también han pasado períodos extensos en el espacio, han permitido estudiar cómo la microbiota intestinal, el cerebro y los genes cambian en estas condiciones, los cuales son cruciales para diseñar estrategias de contrapresión, como mejoras en las rutinas de ejercicio y tecnologías emergentes para proteger los huesos y músculos.
Conclusión
El cuerpo humano es asombrosamente adaptable, pero 9 meses en el espacio lo desafían al límite. Este proceso no solo es un testamento a la resiliencia humana, sino también una oportunidad para aprender cómo enfrentar la próxima frontera en la exploración espacial. ¿Estaremos listos para Marte? Solo el tiempo y la ciencia lo dirán.