Este es el único país de Europa que se niega a cambiar al horario de verano en 2025
Cuando hablamos del cambio de hora, nos viene a la mente esa tradición de adelantar los relojes en primavera y atrasarlos en otoño. En Europa, esta práctica es común, pero no todos los países están de acuerdo en seguir con ella.

Mientras la mayoría de los países europeos seguirán ajustando sus relojes, Ucrania decidió no hacerlo más. Esta medida fue aprobada por el Parlamento ucraniano en años recientes y entrará en vigor a partir de 2025. Desde entonces, el país mantendrá un horario fijo a lo largo del año, eliminando por completo el cambio de hora.
La razón principal detrás de esta decisión radica en los efectos negativos que esta práctica tiene sobre la salud de las personas y la productividad. Varios estudios han señalado que alterar nuestros hábitos dos veces al año puede afectar el sueño, aumentar los niveles de estrés y reducir el rendimiento laboral, algo que Ucrania ya no está dispuesta a asumir.
Además, los ahorros energéticos, que alguna vez fueron el principal motivo del cambio de hora, ya no son significativos. Con el avance de las tecnologías de iluminación, como las luces LED, y la disminución del consumo energético en los hogares, muchos se plantean si esta práctica aún tiene sentido.
¿Cuál es la situación en el resto de Europa?
Aunque en 2025 la Comisión Europea propuso eliminar el cambio de hora en toda la Unión, el plan no logró ser implementado debido a la falta de consenso entre los países miembros. Es por ello que la mayoría de las naciones europeas, incluida España, seguirán cambiando al horario de verano e invierno al menos hasta 2026.
Sin embargo, Ucrania no es el único país que ha optado por eliminar esta práctica. Fuera de la Unión Europea, países como Islandia y Rusia también eliminaron el cambio de hora hace años, y ambos mantienen un horario fijo durante todo el año. Turquía también tomó una decisión similar en 2016. Cada nación tuvo sus propias razones, desde factores económicos hasta consideraciones geográficas, pero el objetivo común es simplificar la vida de las personas.
Dentro del contexto europeo, Ucrania será una excepción destacada, y muchos se preguntan si esta acción podría influir en otros países para reconsiderar sus políticas.

Beneficios de mantener un horario fijo
Eliminar el cambio de hora no es una decisión ligera. Los países que han dado este paso argumentan que las ventajas son claras, tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto.
- Mejor salud y bienestar: sin el cambio de hora, se estabiliza el ritmo circadiano de las personas, lo que mejora el sueño y reduce problemas como el insomnio o la fatiga crónica.
- Incremento en la productividad: al mantener un horario constante, las empresas y trabajadores evitan la transición que puede desestabilizar rutinas, lo cual favorece el rendimiento.
- Consistencia en actividades diarias: sectores como el transporte, la comunicación y los negocios internacionales se benefician de la falta de ajustes temporales, facilitando la planificación y reduciendo errores.
- Impacto psicológico positivo: para muchas personas, no tener que adelantar o retrasar el reloj en primavera y otoño se traduce en una mejora en la calidad de vida, al evitar el estrés asociado con estos cambios.
¿Qué pasará con España?
En España, el cambio de hora seguirá aplicándose hasta al menos 2026, tal como establece el Boletín Oficial del Estado (BOE). Durante la última semana de marzo, como es habitual, los españoles adelantarán sus relojes para aprovechar las horas de luz en verano, y en octubre volverán al horario de invierno.
El debate sobre si España debería dejar de cambiar la hora ha estado vigente durante años. Quienes están a favor de eliminar esta práctica argumentan que los beneficios energéticos son mínimos y que el impacto en la salud es mayor. Sin embargo, otros consideran que el cambio de hora es una herramienta útil para ajustar las actividades diarias según las estaciones y aprovechar mejor la luz solar.
Por ahora, la decisión depende de un consenso a nivel europeo. Si bien Ucrania tomará la delantera en 2025, es posible que otros países estudien este modelo y la Comisión Europea vuelva a plantear el tema en próximos años.