Este sexólogo revela lo que nunca se dice sobre el placer en solitario
El placer en solitario es mucho más que un acto físico. Es una forma de reconexión emocional y un proceso natural que deberíamos aprender a valorar. No hay razón para sentir culpa o vergüenza por algo que nos permite entender nuestras necesidades y cuidar de nuestra salud mental.
El placer en solitario es un tema que todavía está rodeado de tabús, prejuicios y hasta desinformación. Aunque vivimos en una sociedad más abierta, muchas personas aún sienten incomodidad al hablar del tema.
¿Por qué sigue siendo un tema tabú?
El placer en solitario, o masturbación, es a menudo percibido como un tema incómodo. Pero, ¿por qué? Desde pequeños, muchos han crecido con ideas negativas al respecto. Frases como «es vergonzoso» o «es algo que solo las personas solteras hacen» son comunes en conversaciones familiares o sociales. Sin embargo, estas creencias están lejos de la realidad.
Un sexólogo señala que la masturbación no solo es natural, sino esencial para conocerse a uno mismo. Nos ayuda a entender qué nos gusta y qué no. A pesar de esto, la sociedad sigue asociándola con la culpa, especialmente en ciertas culturas más conservadoras. ¿No es hora de cambiar esa narrativa?
Lo que nunca se dice: no es solo físico
Un aspecto poco discutido de la masturbación es que no se trata únicamente de liberar tensiones o satisfacer el cuerpo. Según los sexólogos, este acto puede brindar beneficios psicológicos profundos. Por ejemplo, puede mejorar la autoestima y reducir niveles de estrés. Además, permite liberar emociones reprimidas, algo fundamental para un equilibrio emocional.
La masturbación también nos da la oportunidad de experimentar con nuestra imaginación y fantasías, espacios donde no existen limitaciones externas. Para algunas personas, el placer en solitario crea un refugio privado, donde pueden explorar su sexualidad sin juicios.
Mitos comunes que debemos dejar atrás
Existen muchos mitos alrededor del placer en solitario que, al no ser desmentidos, perpetúan una visión errónea de esta práctica. Estos son algunos:
«Es dañino para la salud»: no, la masturbación no causa ningún daño al cuerpo ni genera problemas a largo plazo. De hecho, estudios médicos indican que puede tener efectos positivos, como mejorar el sueño o prevenir ciertas afecciones de la próstata en los hombres.
«solo quienes no tienen pareja lo hacen»: otro falso mito. Es perfectamente común que las personas en relaciones felices practiquen la masturbación. Esto no significa insatisfacción, sino una forma de autoconexión complementaria a la vida sexual en pareja.
«reduce el deseo sexual»: en realidad, ocurre lo opuesto. Al conocer mejor nuestro propio cuerpo, podemos enriquecer y mejorar nuestras experiencias sexuales.
La conexión entre el deseo y la vergüenza
Un punto clave que menciona César Galicia, experto en sexualidad, es la influencia de la vergüenza en nuestra relación con el deseo. La sociedad nos enseña a sentir culpa por placeres personales, pero entender que el deseo es una parte natural de la vida humana puede cambiar esta percepción.
Romper con las creencias limitantes es esencial para reconectar con el placer. Así podemos disfrutar de la sexualidad en su totalidad, sin sentirnos atados por estigmas sociales.
Los beneficios psicológicos, un tema poco explorado
Mientras que la mayoría de las conversaciones se centran en los aspectos físicos, los beneficios mentales del placer en solitario son igual de importantes. La masturbación puede actuar como una válvula de escape emocional. Es una forma saludable de lidiar con la ansiedad y reforzar el amor propio. ¿Cómo nos puede hacer daño algo que nos reconecta con nosotros mismos?
Pensémoslo: cada vez que practicamos el autoplacer, estamos aprendiendo a valorarnos. Este acto nos recuerda que merecemos sentirnos bien. Esto, a su vez, puede tener un impacto positivo en otras áreas de nuestra vida, como relaciones de pareja o familiares.
Cambiando la narrativa
Para cambiar cómo percibimos el placer en solitario, debemos empezar a verlo como una herramienta de bienestar integral. No es algo de lo que sentirse avergonzado, sino un componente clave para conocernos mejor. Hablar más abiertamente sobre el tema también ayuda a reducir los estigmas y normalizarlo como parte de la vida diaria.
La educación sexual cumple un papel fundamental. Si conocemos la información correcta desde jóvenes, es más fácil entender que la masturbación no es algo «prohibido» ni «vergonzoso». Es una oportunidad para descubrir quiénes somos y qué necesitamos.
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