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Cocina, recetas y alimentos

Este simple ingrediente de tu despensa transforma tus patatas al horno en una delicia

¿Estás listo para intentarlo? ¡Dile adiós a las patatas aburridas y prepárate para disfrutar del mejor acompañamiento de tu vida!

¿Te encantan las patatas al horno pero siempre sientes que les falta algo? Ese toque crujiente por fuera y suave por dentro no es tan difícil de conseguir si sabes cuál es el truco, y lo mejor de todo es que solo necesitas un ingrediente que probablemente ya tengas en tu cocina.

¿Cuál es el ingrediente secreto?

El gran secreto para unas patatas al horno perfectas es sumergirlas en agua con sal antes de meterlas al horno. Este método, popularizado por expertos culinarios como America’s Test Kitchen, transforma la textura tanto de la piel como del interior de la patata. Al sumergirlas en una salmuera concentrada, el agua se evapora durante el horneado, dejando una costra sazonada que eleva el sabor y textura de manera impresionante.

La próxima vez que las prepares, sigue este sencillo truco y verás la diferencia.

Materiales y ingredientes

Para aplicar esta técnica, solo necesitas lo siguiente:

  • Patatas Russet (u otro tipo para hornear, como Yukon Gold).
  • Sal gruesa (de preferencia).
  • Agua caliente.
  • Aceite de oliva o mantequilla (opcional, pero recomendado para un toque extra).
  • Utensilios: un recipiente grande y, si es posible, un termómetro de alimentos para mayor precisión.

La técnica paso a paso

1. Prepara la salmuera

En un recipiente grande, mezcla 1/2 taza de agua caliente con 2 cucharadas de sal gruesa. Asegúrate de que la sal esté completamente disuelta antes de continuar.

2. Lava y pincha las patatas

Lava las patatas bajo agua corriente para retirar cualquier residuo de tierra. Usa un tenedor para pincharlas varias veces, lo que permitirá que el vapor escape y evitará que se rompan mientras están en el horno.

3. Sumerge las patatas

Coloca las patatas en la salmuera durante unos 15-20 minutos, lo que ayudará a que absorban el sabor justo en la piel. No es necesario dejarlas más tiempo, ya que un remojo más largo podría afectar la textura interior de la papa.

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4. Hornea a temperatura alta

Precalienta tu horno a 230 °C (450 °F). Coloca las patatas directamente sobre una rejilla del horno o una bandeja. Esta exposición uniforme al calor permitirá que las patatas queden crujientes por fuera.

5. El toque final

Si quieres elevar aún más la experiencia, retiralas 10 minutos antes de que estén listas y úntalas con un poco de aceite de oliva o mantequilla. Regresa al horno para completar el horneado. Así obtendrás una piel con brillo y una textura aún más crocante.

6. Dale espacio al vapor

Al sacarlas del horno, haz un par de cortes en forma de cruz (en X) en la parte superior, lo que permitirá que el vapor escape y mantenga el interior ligero y esponjoso.

Foto Freepik

Comparativa con otros métodos

¿Quieres saber cómo este método se compara con otras formas de preparar patatas al horno? Aquí hay una breve comparación:

  • Sin salmuera: las patatas pueden resultar insípidas, con una piel seca y sin sabor.
  • Con aceite desde el inicio: lograrás una piel dura, pero menos sazonada.
  • Sumergiendo en salmuera: la piel queda crujiente y bien sazonada, mientras que el interior es esponjoso y ligero. ¡Es la combinación ideal!

Si eres fanático de la precisión en la cocina, investiga la posibilidad de usar un termómetro de alimentos. La temperatura interna ideal de una papa horneada es de 205 °F (96 °C). Así, te asegurarás de sacarlas en el momento justo.

Acompañamientos y variaciones

Las patatas al horno son un lienzo perfecto para la creatividad. Aquí tienes ideas para elevarlas:

  • Clásico con mantequilla y crema agria: perfecto para quienes buscan simplicidad.
  • Con hierbas frescas: prueba con romero, tomillo u orégano.
  • Estilo tex-mex: agrega queso, guacamole y un poco de chile.
  • Toppings atrevidos: tocino crujiente, cebolla caramelizada o incluso camarones salteados.

Puedes personalizarlas al gusto y hacer que combinen con cualquier plato principal.

La próxima vez que quieras disfrutar de unas patatas al horno dignas de un restaurante, recuerda este sencillo truco de la salmuera. Es económico, fácil y hará que tu plato destaque.

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Veronica Pereira

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