Esto es todo lo que debes saber sobre el sexo anal
Lo primero que se debe tener claro para dar este paso es que la pareja se encuentre dispuesta y bien informada sobre los riesgos y beneficios
El sexo anal es una práctica de la que realmente se habla muy poco. Si bien ha ido ganando popularidad con la llegada de los últimos años y las redes sociales, poco saben que la región anal y perianal es rica en terminaciones nerviosas, por lo que es un punto de gran tensión erótica, independiente de que seas hombre o mujer.
Entonces, ¿Cuáles son los complejos que impiden disfrutar de esta práctica? Generalmente, se trata de un factor sociocultural, por lo que para los psicólogos y sexólogos esto es un tema que les corresponde ampliamente.
Cuando hemos alcanzado una relación de alta intimidad y confianza con nuestra pareja, soltarse y animarse a probar cosas nuevas es más fácil, por lo que la cuestión psicológica está estrechamente relacionada con la libertad con la que somos capaces de experimentar el sexo y todo lo que incluye. En este sentido, el verdadero objetivo es dar rienda suelta a la curiosidad, aprender a encontrarnos a nosotros mismos y crear una nueva intimidad.
Por otro lado, llegar al orgasmo no debe ser el objetivo principal, sino simplemente una posible consecuencia, especialmente cuando se está comenzando, así que proceder despacio ayudará a disfrutar, a conocerse desde otros puntos de vista y a aprender a esperar y respetar las necesidades del otro.
Conseguir el deseo y la intimidad adecuados
La conexión que se debe buscar es la que consigues contigo mismo y la otra persona, por lo que se trata de un lado mágico que involucra un nivel de compromiso nunca antes experimentado, donde la lógica desaparece para dejar paso a un instinto ancestral. Si sientes que ahora mismo, por el motivo que sea, no te apetece alcanzar este tipo de intimidad con tu pareja, dilo claramente y se honesto con lo que sientes y el ritmo al que debe ir la relación, por lo que no hay por qué justificarse ni, peor aún, sentirse culpable, ya que cada uno tiene derecho a buscar su propio placer y a aceptar las necesidades del otro.
Jugar con el cuerpo a través de los movimientos previos
Al comprimir el pene, el esfínter anal provoca un placer muy intenso en los hombres, el cual generalmente disfrutan con esta práctica. Sin embargo, el sexo anal también puede ser una experiencia placentera para las mujeres, solo es necesario tomar algunas precauciones útiles y, sobre todo, tener siempre presente una regla especial: llevar las cosas con calma.
Antes de comenzar con la acción, dale prioridad a crear un ambiente suave e intenta jugar con tu cuerpo por medio de roces, caricias, besos y pequeños mordiscos que te ayudarán a liberar tensiones y a activar los sentidos a través del contacto con la piel de tu pareja.
¿Cómo crear el ambiente ideal?
Generalmente, una luz tenue y acompañar la cama con muchos cojines mullidos para revolcarte y jugar con tu pareja harán que el ambiente sea inmediatamente más cálido y acogedor para todo lo que se viene. Te recomendamos tener a la mano un aceite natural para un masaje prolongado, los mejores para estos casos son el ylang-ylang, el jazmín y la rosa, ya que ayudarán a relajar el cuerpo, así como a liberar la tensión muscular.
En la mayoría de los casos se relaciona la idea de lubricante íntimo al juego sexual, pero en realidad su verdadera importancia reside en su capacidad para aumentar el placer reduciendo el dolor de la penetración. Los sexólogos explican que la irritación y el picor pueden aumentar los problemas de sequedad vaginal, por lo que cuando la lubricación natural no es suficiente, el coito se vuelve doloroso. En el mercado existen diferentes tipos: lubricantes a base de agua, geles, cremas y lubricantes a base de aceite o silicona, sin embargo, no te recomendamos utilizar lubricantes a base de aceite con preservativos porque tienden a disolver el látex.