Expertos descubren porque los bebés suelen nacer de noche y no de día
Los investigadores de la City University de Londres analizaron más de 5 millones de nacimientos
La historia da cuenta de que muchos de los bebés que llegan al mundo no «acostumbran» nacer durante el día, cuando todos esperan su llegada, sino en la noche o en horas de la madrugada. Las observaciones científicas han llegado a la conclusión de que hay motivos detrás de todo este comportamiento y que no se trata de una casualidad, cómo muchos pensaban.
Desde hace 10 años investigadores británicos de la City University de Londres, estudian esta cuestión, analizando los datos de más de 5 millones de nacimientos sucedidos en Inglaterra. Con una muestra tan amplia, los investigadores pudieron determinar la hora más común de nacimiento según el tipo de parto, ya sea vaginal o por medio de una cesárea, además de determinar el momento en que comenzó el trabajo previo de la madre.
Una vez recopilada la información, compararon los datos de 5.093.615 nacimientos que tuvieron lugar en las maternidades inglesas entre 2005 y 2014. Este análisis llegó a la conclusión de que el 71,5% de los partos en este país, tuvieron lugar entre la 1 y las 7 de la mañana.
¿Es posible que nuestros antepasados tuvieran algo que ver?
El estudio se publicó el 14 de junio en la revista PLOS One. Al conocerse tan interesantes resultados que demuestran que los partos espontáneos tienen más probabilidades de producirse por la noche o al amanecer, el doctor Peter Martin, autor del estudio, explica: «Esto puede formar parte de nuestra herencia evolutiva. Nuestros antepasados vivían en grupos activos y dispersos durante el día, y se reunían para descansar durante las noches. Por lo tanto, un parto nocturno probablemente proporcionaba cierta protección a la madre y al recién nacido».
¿Qué papel juegan las hormonas en este caso?
El estudio también llegó a la conclusión de que las hormonas también desempeñan un papel destacado en el desencadenamiento del parto. La melatonina, conocida como la hormona del sueño, está más presente en el cuerpo por la noche y especialmente al final del embarazo para ayudar a la madre a dormir.
A esto se le une la oxitocina, la hormona del parto, la cual hace que las contracciones sean más fuertes al momento del nacimiento. Según el estudio, todo parece indicar que los bebés que nacen de forma natural y sin intervención, se ven más afectados por el patrón noche/día, y que los partos por cesárea son mucho más raros por la noche porque usualmente son planeados y cronometrados.
Por último, los investigadores estadounidenses han descubierto que los martes son el día de la semana en que se producen más nacimientos y que los domingos no son propicios para los partos. Sin embargo, si el bebé nace en fin de semana, estadísticamente es más probable que nazca a última hora de la tarde o a primera hora de la mañana.
