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Salud

Gripe: ¿Cómo funciona la vacuna y por qué no necesariamente protege contra todas las cepas?

La gripe es una enfermedad respiratoria que causa millones de infecciones anuales en todo el mundo. Aunque puede parecer inofensiva, especialmente para las personas jóvenes y saludables, representa un peligro considerable para los grupos vulnerables. Una de las herramientas clave para combatir la gripe es la vacunación anual. Pero, ¿por qué esta vacuna no siempre protege contra todas las variantes? Aquí se desglosa su funcionamiento y las razones de sus limitaciones.

¿Cómo funciona la vacuna contra la gripe?

La vacuna contra la gripe estimula al sistema inmunológico para que cree anticuerpos diseñados específicamente para combatir las cepas del virus incluidas en su composición. Estos anticuerpos comienzan a desarrollarse unas dos semanas después de la inmunización, proporcionando protección contra infecciones futuras.

El sistema inmunológico reconoce las partes del virus que contiene la vacuna, que usualmente son proteínas inactivadas del mismo. Al haber sido previamente «entrenado», el cuerpo responde más rápido y con más eficacia si está expuesto al virus real.

La complicada naturaleza del virus de la gripe

Uno de los mayores desafíos en la lucha contra la gripe es la naturaleza mutable del virus. Este pertenece a la familia de los virus ARN, que tienden a tener una alta tasa de mutación. Esto significa que el virus cambia constantemente, dando lugar a nuevas cepas cada año. Aunque la vacunación ofrece cierta protección, puede ser menos eficaz si ocurren mutaciones significativas.

El fenómeno conocido como «desajuste» ocurre cuando las variantes circulantes del virus son sustancialmente diferentes de las cepas incluidas en la vacuna. En esos casos, la eficacia de la protección disminuye, dejando a algunas personas vulnerables a la enfermedad.

Selección de las cepas para la vacuna

Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros institutos internacionales monitorizan los virus de la gripe que circulan tanto en el hemisferio sur como en el norte. Basándose en esas observaciones, se predicen las cepas que probablemente se propaguen durante la próxima temporada. Sin embargo, entre la decisión y la fabricación de la vacuna transcurren aproximadamente seis meses, dejando espacio para mutaciones adicionales del virus.

Esto puede resultar en un mismatch entre las cepas seleccionadas y las que finalmente predominan durante la temporada de gripe. A pesar de ello, vacunarse sigue siendo una medida esencial, ya que incluso una protección parcial puede disminuir la gravedad de la enfermedad.

Foto Freepik

Factores que afectan la eficacia de la vacuna

La efectividad de la vacuna contra la gripe varía de una temporada a otra, dependiendo de varios factores clave:

Adaptación de la vacuna a las cepas circulantes: cuando la vacuna coincide bien con los virus que circulan, su efectividad puede llegar al 60%. Sin embargo, en temporadas donde la coincidencia es menor, este porcentaje disminuye.

Edad y estado de salud del vacunado: las personas mayores y aquellas con sistemas inmunitarios debilitados pueden generar menos anticuerpos tras recibir la vacuna, dejando una brecha en su protección.

Exposición previa a otros virus: el historial de infecciones previas también puede influir en la respuesta inmune.

A pesar de estas limitaciones, los estudios muestran que las vacunas reducen significativamente las hospitalizaciones y muertes asociadas con la gripe.

Importancia de la vacunación anual

Dado que las cepas del virus de la gripe cambian constantemente, la vacunación debe repetirse cada año. Incluso si la cepa del virus no muta drásticamente, los niveles de anticuerpos en el cuerpo disminuyen con el tiempo, lo que reduce la capacidad del sistema inmunológico para responder eficazmente.

Además, la vacunación masiva juega un papel crucial en la inmunidad colectiva, ayudando a proteger a aquellos que no pueden recibir la vacuna, como los bebés menores de seis meses o las personas con alergias a los componentes de la misma.

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¿Por qué vacunarse si no es 100% efectiva?

Si bien ninguna vacuna es completamente infalible, la vacuna contra la gripe ha demostrado reducir la severidad de los síntomas incluso en aquellos que contraen la enfermedad. Esto significa menos complicaciones, visitas al hospital y días de trabajo o escuela perdidos.

Además, estudios indican que las personas vacunadas tienen menos probabilidades de desarrollar complicaciones graves, como neumonía o insuficiencia cardíaca. Esto es especialmente importante para los adultos mayores, los niños pequeños y aquellos con afecciones crónicas.

Ventajas de las vacunas actuales y futuro de la inmunización

Las vacunas actuales contra la gripe suelen ser tri o tetravalentes, ofreciendo protección contra tres o cuatro cepas del virus. Incluyen componentes de los virus A (H1N1 y H3N2) y dos linajes B. Este enfoque amplía la cobertura inmunológica frente a las múltiples cepas que pueden circular simultáneamente.

Sin embargo, los científicos trabajan continuamente en el desarrollo de una vacuna universal que pueda proporcionar protección eficaz contra todos los subtipos del virus de la gripe. Este logro revolucionaría la forma en que enfrentamos esta enfermedad, ya que podría eliminar la necesidad de vacunarse cada año.

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Dany Levito

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