Infertilidad: se detecta una relación con las sustancias químicas que alteran el intestino
Se trata de un nuevo estudio publicado en Cells, el cual ha arrojado una nueva luz sobre una posible relación con las sustancias químicas disruptoras endocrinas
Estas nuevas pruebas científicas han podido confirmar que existe una estrecha correlación entre la exposición a sustancias disruptoras endocrinas, la simbiosis intestinal y la infertilidad.
Este nuevo análisis realizado por el grupo GeneraLife, en colaboración con el Laboratorio de Biología del Desarrollo de la Universidad de Pavía, publicado en la revista Cells, entrega una novedosa postura de la intrincada relación entre las sustancias químicas disruptoras endocrinas, la microbiota intestinal y la salud reproductiva de nuestro organismo.
Los disruptores endocrinos se encuentran presentes en los disolventes, los plásticos, los pesticidas e incluso en algunos tipos de alimentos, especialmente en los edulcorantes artificiales como el aspartamo y los alimentos de producción industrial, e inducen a daños en el intestino a través de diferentes mecanismos, lo que conduce a la disbiosis, la permeabilidad intestinal y la inflamación crónica de bajo grado, todas estas son condiciones vinculadas a varias enfermedades, incluida la infertilidad.
Además, cuando hay una condición simbiótica durante el embarazo o en el periodo postnatal temprano, puede conducir a efectos perjudiciales, afectando a la formación de una microbiota intestinal sana en el niño, lo que termina causando serios problemas de salud.
En esta época donde se práctica la medicina de precisión, una mejor comprensión de la microbiota intestinal en la reproducción abre la posibilidad de poner en marcha nuevas estrategias para prevenir o tratar la infertilidad. Según Gemma Fabozzi, primera autora del trabajo, el desequilibrio de la microbiota intestinal podría ser la relación entre la acción de los disruptores endocrinos y la infertilidad en ambos sexos, pero es posible intervenir, mediante la adopción de estrategias nutricionales específicas por parte de la mujer en embarazo, que estás probabilidades se vean reducidas y mejoradas.
Bisfenol (BPA), la sustancia química que debemos tener en cuenta
Esta es una de las sustancias químicas más utilizadas en la industria alimentaria, la cual se emplea en la producción de plásticos de policarbonato, utilizados en varios envases de alimentos, y en las resinas epoxi que constituyen el revestimiento protector de la mayoría de las latas de alimentos y bebidas. Actualmente, el BPA se considera un disruptor endocrino, es decir, una sustancia que daña la salud al alterar el equilibrio endocrino, sobre todo durante el desarrollo en el útero y la primera infancia.
Por último, veamos una pequeña guía elaborada por Gemma Fabozzi para prevenir el riesgo de absorber la toxicidad de esta sustancia:
- Evita lavar el plástico con agua caliente o con detergentes fuertes, ya que el plástico desgastado deja escapar más sustancias químicas tóxicas. Es mejor el lavado a mano con agua fría y evita usar estos recipientes en el microondas o con alimentos o bebidas demasiado calientes.
- Ten cuidado con los comercios que entregan comida para llevar a casa en envases de plástico, ya que se ha demostrado que este tipo de alimentos tienen niveles más altos de BPA en la sangre.
- Cuidado con el consumo de alimentos enlatados como tomates, legumbres, frutas, puesto que el BPA es uno de los componentes que recubren las latas y cuanto más ácido sea el alimento, más probable es que el BPA migre a su contenido.
- Ten cuidado al manipular papel térmico, similar al que se utiliza para los recibos, ya que esta se trata de una fuente adicional de BPA, por lo que hay que lavarse las manos lo antes posible después de tocarlos.
- Ten cuidado con todo lo que esté hecho de plástico blando, como el PVC. De hecho, cualquier cosa hecha de plástico que sea flexible suele contener PVC, algunos ejemplos son las alfombras de gimnasio o los envases alimentarios que, al entrar en contacto directo con los alimentos, los transmiten directamente.