Preslie Ginoski, un joven fisicoculturista de 23 años y creador de contenido, ha sido el foco de intensas críticas tras publicar un vídeo que lo muestra haciendo flexiones dentro del motor de un avión en el Aeropuerto de Sídney. Este acto, que él defendió como seguro, desató un debate sobre los límites entre el entretenimiento y la seguridad.
¿Qué pasó en el aeropuerto de Sídney?
El vídeo, publicado originalmente en TikTok, muestra a Ginoski realizando ejercicios de fuerza dentro del motor de un avión que, según él, estaba completamente apagado y estacionado. A pesar de estas afirmaciones, las imágenes muestran movimiento en las aspas del motor, lo que muchos interpretaron como un gran riesgo. Él lo justificó esto diciendo que el movimiento era causado por el viento, no por el funcionamiento del motor.
En su defensa, el influencer explicó que el vídeo se grabó mientras trabajaba en el aeropuerto, pero lo publicó después de dejar su empleo. Argumentó que tomó todas las precauciones necesarias para garantizar su seguridad, asegurando que el motor ni siquiera estaba operativo en ese momento.
Reacciones en las redes y medios
Como era de esperarse, el vídeo se hizo rápidamente viral, acumulando millones de vistas antes de ser eliminado por TikTok debido a presuntas violaciones de las normas de la plataforma. Mientras algunos seguidores lo tomaron como una broma o un acto de entretenimiento, otros lo calificaron como irresponsable y extremadamente peligroso.
En las redes sociales, los comentarios condenatorios no tardaron en llegar. Usuarios calificaron la acción de “irresponsable” y señalaron el riesgo que implicaba. “¿Es esto a lo que hemos llegado por likes?”, preguntó un crítico en TikTok. La búsqueda de la fama en línea, al parecer, superó cualquier consideración de seguridad.
Declaraciones del aeropuerto de Sídney
El Aeropuerto de Sídney fue contundente en su respuesta al incidente. Con un tono firme, declararon tener una política de “tolerancia cero” hacia cualquier comportamiento inseguro dentro de las instalaciones. Según un portavoz, la prioridad siempre será la protección de los trabajadores, pasajeros y la operación general del aeropuerto.
La investigación sobre el incidente está en marcha, y el aeropuerto aseguró que tomará “acciones apropiadas” según las conclusiones que se obtengan. Además, recalcaron la importancia de seguir estrictos protocolos de seguridad para evitar eventos similares.
La situación también resalta un problema mayor: la falta de conciencia sobre el nivel de riesgo que implican acciones aparentemente “controladas”. Los motores de los aviones tienen una fuerza de succión increíblemente poderosa, capaz de causar graves daños incluso si solo están funcionando a baja potencia. La seguridad en aeropuertos no es un tema trivial, y las normas no están ahí para debate.
En un mundo donde el alcance viral a menudo lo es todo, es importante preguntarse: ¿vale la pena arriesgar la seguridad –y la reputación– solo por un puñado de likes? Para muchos, la respuesta es un rotundo no.
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