¿Por qué el hígado juega un papel importante en la menopausia?
La menopausia es una etapa de la vida de muchas mujeres que puede resultar compleja y desafiante. Durante este período, los receptores de la hormona femenina estrógeno se encuentran dispersos por todo el cuerpo, lo que puede dar lugar a una variedad de síntomas. Uno de los órganos que puede ser afectado durante la menopausia es el hígado, el cual puede desarrollar una condición poco conocida llamada esteatosis hepática.
¿Por qué el equilibrio hormonal es importante?
Según el endocrinólogo Prof. Dr. Max Nieuwdorp, autor de «We are our hormones», nuestro cuerpo funciona mejor cuando nuestras hormonas fluctúan entre picos y valles. Un equilibrio hormonal estable no es del todo favorable para nuestro organismo. Durante la menopausia, se produce una disminución repentina y permanente de las hormonas femeninas, lo que provoca cambios en la distribución de las grasas corporales y aumenta los riesgos para la salud, como enfermedades cardiovasculares y osteoporosis. Sin embargo, lo que se conoce menos es que esta disminución hormonal también puede afectar la digestión. Es posible que aparezcan síntomas gastrointestinales como diarrea, distensión abdominal y cambios en el tránsito intestinal.
La relación entre el microbioma y la menopausia
La alteración de la función intestinal durante la menopausia está estrechamente relacionada con cambios en la composición del microbioma intestinal, es decir, las millones de bacterias que habitan en nuestro colon. La investigación ha demostrado que el microbioma intestinal de las mujeres en la menopausia es menos diverso y adopta una composición más similar a la de los hombres, en comparación con el microbioma de las mujeres premenopáusicas, que tiende a ser más diverso. Esto aumenta el riesgo de desarrollar esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) en las mujeres. Algunas cepas de bacterias intestinales producen alcohol y su proporción aumenta después de la menopausia, lo que puede llevar a la aparición de la esteatosis hepática, una condición que a menudo pasa desapercibida. Además, combinado con la deficiencia de estrógenos, este fenómeno parece favorecer la inflamación en la esteatosis hepática, lo que aumenta el riesgo de que esta enfermedad progrese hacia una cirrosis peligrosa.
¿Qué es la esteatosis hepática?
La esteatosis hepática, también conocida como hígado graso, es una enfermedad caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado, sin estar relacionada con el consumo excesivo de alcohol.
El impacto de los alimentos ricos en azúcar
Un estudio realizado en 2022 reveló que la producción de alcohol en el cuerpo después de consumir alimentos ricos en azúcar, como la fructosa y el sacarosa, está directamente relacionada con la esteatosis hepática. Las personas que padecen esteatosis hepática producen una cantidad significativa de alcohol en el torrente sanguíneo después de consumir estos alimentos, mientras que las personas sin esta condición apenas producen alcohol. Esto se debe a que gran parte del alcohol se absorbe inmediatamente por el hígado y se convierte en grasa. Estos hallazgos sugieren que el microbioma intestinal es responsable de la producción de alcohol después de consumir alimentos dulces, lo que ejerce presión sobre el hígado a lo largo del tiempo. Por lo tanto, una alimentación saludable y baja en azúcares puede reducir el riesgo de desarrollar esteatosis hepática.
Prevención y detección de la esteatosis hepática
La esteatosis hepática suele ser asintomática o causa síntomas vagos en sus etapas iniciales, por lo que a menudo pasa desapercibida durante mucho tiempo. Hoy en día, esta enfermedad puede detectarse mediante un fibroscan, un tipo de ultrasonido que mide la rigidez del hígado y la presencia de cicatrices. También se utilizan análisis de sangre para determinar los niveles de enzimas hepáticas. Las personas con diabetes tipo 2, obesidad y resistencia a la insulina tienen más probabilidades de desarrollar esteatosis hepática.
Recomendaciones para cuidar el hígado durante la menopausia
Para prevenir el riesgo de esteatosis hepática durante la menopausia, se recomienda adoptar un estilo de vida saludable y realizar actividad física regularmente. Mantener una alimentación equilibrada y baja en azúcares puede ser beneficioso para el hígado. Además, se sugiere evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que este puede agravar la condición del hígado. Es importante destacar que cada persona es única y que se recomienda consultar a un médico para recibir una evaluación y orientación personalizada.