La dieta SIBO que reduce la hinchazón, los gases y la diarrea
El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, conocido como SIBO (por sus siglas en inglés, Small Intestinal Bacterial Overgrowth), es una condición en la que hay un aumento anormal de bacterias en esta parte del sistema digestivo. Esta situación puede causar diversos problemas, como inflamación, alteración de la barrera intestinal y dificultad en la absorción de nutrientes. Además, el SIBO puede contribuir a la aparición de síntomas como dolor abdominal, distensión, diarrea, flatulencias y fatiga.
¿Qué es el SIBO y por qué es importante la dieta?
El SIBO se caracteriza por un aumento anormal de bacterias en el intestino delgado. En condiciones normales, el intestino delgado alberga una cantidad limitada de bacterias, pero en el caso del SIBO, esta población bacteriana se desequilibra y se produce un sobrecrecimiento. Este desequilibrio puede ser causado por diversos factores, como cambios en la anatomía del intestino, alteraciones en el movimiento intestinal o disminución de las defensas del intestino.
La dieta juega un papel fundamental y elgunos alimentos pueden promover el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino, mientras que otros pueden ayudar a restaurar el equilibrio de la microbiota y reducir los síntomas. Por lo tanto, seguir una dieta adecuada puede ser clave para controlar el SIBO y mejorar tu calidad de vida.
La importancia de una dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAP)
Una de las dietas más recomendadas para personas con SIBO es la dieta baja en carbohidratos fermentables, también conocida como dieta FODMAP (Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides, and Polyols). Los FODMAP son carbohidratos que pueden ser fermentados por las bacterias en el intestino y causar síntomas como hinchazón, gases y diarrea.
En esta dieta se evitan o limitan ciertos alimentos ricos en FODMAP para reducir la carga fermentable en el intestino. Algunos ejemplos de estos alimentos son cebollas, ajos, trigo, lácteos, legumbres, fructosa y edulcorantes artificiales como el sorbitol y el manitol.
Es importante destacar que la dieta FODMAP no es una dieta permanente, sino que se sigue durante un período de tiempo determinado, generalmente alrededor de seis semanas. Después de este período, se van reintroduciendo gradualmente los alimentos para identificar aquellos que pueden estar causando síntomas y eliminarlos de forma definitiva de la dieta.
Alimentos recomendados en la dieta para el SIBO
Aunque cada persona puede tener necesidades dietéticas específicas, hay algunos alimentos que suelen ser bien tolerados por la mayoría de las personas con sibo.
- Plátano
- Uva
- Fresas
- Melón
- Limón
- Kiwi
- Naranja
- Mandarina
- Piña
Verduras
- Brócoli
- Zanahoria
- Calabacín
- Pepino
- Endibia
- Pimiento
- Patata
- Calabaza
- Espinaca
- Tomate
- Nabo
Cereales
- Arroz
- Quinoa
- Mijo
Otros alimentos
- Aceitunas
- Chocolate negro
- Café
- Té
Además de estos alimentos, es importante incluir fuentes de proteínas magras, como aves de corral, pescado y tofu, así como grasas saludables, como aceite de oliva, aguacates y nueces. Estos alimentos pueden proporcionar nutrientes esenciales y ayudar en la absorción de vitaminas liposolubles.
Alimentos a evitar en la dieta para el SIBO
Al igual que hay alimentos recomendados, también hay alimentos que se deben evitar si tienes SIBO, ya que pueden empeorar los síntomas y promover el crecimiento bacteriano en el intestino delgado. Algunos de estos alimentos son:
Fructanos
- Ajo
- Alcachofa
- Caqui
- Chirimoya
- Cebolla
- Centeno
- Coliflor
- Espárragos
- Guisantes
- Hinojo
- Melocotón
- Puerro
- Remolacha
- Sandía
- Trigo, entre otros
Fructosa
- Fruta enlatada
- Cerezas
- Granada
- Higo
- Mango
- Melocotón
- Albaricoque
- Pera
- Mora
- Sandía
- Frutos secos como anacardos, pistachos y almendras
- Zumos de frutas
- Miel, entre otros
Lactosa
- Leche y sus derivados
- Helados
- Natillas
- Nata
- Crema de leche
- Leche condensada o evaporada
- Yogur
- Margarina
- Queso en crema sin madurar
- Chocolate con leche, entre otros
Galactanos
- Legumbres como lentejas o garbanzos
Polioles
- Aguacate
- Cereza
- Albaricoque
- Ciruela
- Coliflor
- Manzana
- Maíz dulce
- Melocotón
- Pera
- Sandía
- Sorbitol, manitol, isomalt, maltitol y xilitol (edulcorantes artificiales)
Es fundamental trabajar con un profesional de la salud o un dietista especializado en SIBO para diseñar una dieta personalizada que se adapte a tus necesidades individuales. Cada persona puede tener diferentes tolerancias a los alimentos y requerir un enfoque dietético único.
En algunos casos, el tratamiento puede incluir el uso de antibióticos u otros enfoques terapéuticos según lo determine tu médico. Es importante seguir todas las recomendaciones y pautas proporcionadas por tu equipo de atención médica para obtener los mejores resultados.