Salud

La edad exacta en la que debes dejar de beber para reducir el riesgo de demencia

A medida que envejecemos, es crucial reflexionar sobre nuestras elecciones de vida, especialmente en lo que respecta al consumo de alcohol. Sin embargo, si te estás cuestionando si debes dejar de beber, debes estar al tanto del posible vínculo entre el alcohol y la demencia. Entonces, ¿a qué edad deberías dejar de beber alcohol para reducir tu riesgo de demencia?

La relación entre el alcohol y la demencia

Numerosos estudios científicos han establecido un vínculo claro entre el consumo de alcohol y un mayor riesgo de deterioro cognitivo, Alzheimer y otras formas de demencia. El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede conducir a la inflamación y el estrés en el cerebro, lo que contribuye al daño neuronal y deteriora la función cognitiva con el tiempo.

Además, el alcohol también perturba los sistemas de neurotransmisores que son fundamentales para el aprendizaje y la memoria, lo que exacerba aún más el riesgo de deterioro cognitivo. El consumo excesivo de alcohol también puede comprometer la salud vascular, aumentando la probabilidad de afecciones como el accidente cerebrovascular y la demencia vascular.

Factores que influyen en el riesgo de demencia relacionada con el alcohol

Varios factores, como la genética, la salud general y la tolerancia al alcohol, desempeñan un papel importante en el riesgo individual de desarrollar demencia relacionada con el alcohol. Estos factores deben tenerse en cuenta al determinar la edad apropiada para considerar dejar de beber.

La edad recomendada para dejar de beber

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Si bien no hay una edad definitiva que se aplique a todos, los expertos de la empresa de seguros médicos Usay Compare recomiendan reconsiderar los hábitos de consumo de alcohol alrededor de los 65 años. Esta edad marca un punto crítico en el que los efectos acumulativos del alcohol sobre la salud cerebral se vuelven más pronunciados y el riesgo de demencia se incrementa.

Pautas de consumo de alcohol seguro

Según las pautas básicas del NHS, los límites recomendados de consumo de alcohol son los siguientes:

  • Una copa típica (175 ml) de vino (12% ABV): 2 unidades
  • Una copa grande (250 ml) de vino (12% ABV): 3 unidades
  • Una pinta de cerveza o sidra de menor contenido alcohólico (3,6% ABV): 2 unidades
  • Una pinta de cerveza o sidra de mayor contenido alcohólico (5,2% ABV): 3 unidades
  • Un solo chupito (25 ml) de licores como whisky, gin o vodka (40%): 1 unidad

Efectos del alcohol en la función cerebral

El consumo prolongado de alcohol se ha asociado con una disminución del volumen de la sustancia blanca del cerebro, que es responsable de transmitir señales entre las diferentes regiones cerebrales. Esto puede dar lugar a interrupciones en el funcionamiento normal del cerebro.

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Además, el consumo excesivo y prolongado de alcohol puede provocar una deficiencia de vitamina B1 (tiamina), lo que puede causar el síndrome de Wernicke-Korsakoff, que afecta la memoria a corto plazo.

Estrategias para mantener un cerebro sano

Además de limitar el consumo de alcohol, adoptar un estilo de vida que nutra la vitalidad cognitiva es esencial. Esto incluye realizar ejercicio físico regular, mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3, participar en actividades mentalmente estimulantes y cultivar conexiones sociales.

Beneficios de dejar de beber para la salud cerebral

Al tener en cuenta la evidencia científica y realizar modificaciones proactivas en el estilo de vida, las personas pueden esperar tener una mente más aguda y un futuro más brillante. Dejar de beber alcohol a una edad apropiada puede marcar una diferencia significativa en la preservación de la función cognitiva y la reducción del riesgo de demencia.

Consideraciones individuales

Si bien la decisión de decir adiós al alcohol por el bien de la salud cognitiva no es fácil para algunos, es fundamental tener en cuenta los riesgos a largo plazo y tomar medidas preventivas. Cada persona debe evaluar cuidadosamente su situación individual y consultar con profesionales de la salud para determinar la mejor estrategia.

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Veronica Pereira

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