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Salud

La somnolencia diurna podría ser una señal temprana de demencia

¿Sientes sueño durante el día sin una razón clara? Aunque parece algo sin importancia, estudios recientes indican que la somnolencia diurna excesiva podría estar relacionada con un mayor riesgo de demencia en adultos mayores. Este síntoma, que muchos ignoran o atribuyen al cansancio común, podría ser una señal temprana de problemas cognitivos más serios como la pérdida de memoria o la dificultad para concentrarse.

Los expertos sugieren que prestar atención a cambios inusuales en los patrones de sueño puede ser clave para detectar posibles problemas a tiempo. Esto es especialmente importante para quienes duermen lo suficiente durante la noche pero aún sienten un cansancio abrumador durante el día. Si este es tu caso, considera consultarlo con un médico, ya que podría haber una conexión con cambios en la función cerebral asociados con el avance de la edad.

Es fácil descartar el sueño excesivo como algo temporal, pero reconocerlo como un posible síntoma podría marcar una diferencia en el manejo temprano de la salud cognitiva.

¿Qué dice la ciencia?

Una investigación publicada en Neurology encontró un vínculo significativo entre la somnolencia diurna y el riesgo de desarrollar un síndrome conocido como riesgo cognitivo-motor (MCR). Este síndrome suele ser un precursor de la demencia. Según los datos, las personas mayores que manifestaban somnolencia excesiva durante el día tenían un 35.5% más de probabilidad de desarrollar este síndrome en comparación con quienes no presentaban este síntoma.

Los investigadores también sugieren que este problema podría estar relacionado con la acumulación de proteínas neurotóxicas en el cerebro, un factor clave en el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer. Además, se ha planteado que los procesos inflamatorios en el cerebro pueden desempeñar un rol importante en esta conexión.

¿Por qué afecta tanto el sueño a la salud cerebral?

El cerebro no descansa durante el sueño, sino que utiliza ese tiempo para llevar a cabo funciones esenciales. Mientras dormimos, se eliminan desechos tóxicos acumulados durante el día y se restablecen neurotransmisores, fundamentales para el buen funcionamiento cognitivo. Si el sueño se interrumpe o no es de calidad, estos procesos se ven afectados, aumentando el riesgo de deterioro cerebral.

Los estudios también han demostrado que la falta de sueño puede incrementar la acumulación de proteínas relacionadas con enfermedades neurodegenerativas. Es decir, dormir poco o mal no solo aumenta el cansancio, sino que también podría acelerar el deterioro cognitivo.

Foto Freepik

La importancia de identificar las señales

Reconocer la somnolencia diurna como una señal de advertencia temprana ofrece una oportunidad para intervenir antes de que los daños sean irreversibles. Algunas personas podrían simplemente pasar más tiempo frente a la televisión o excusarse con la edad avanzada. Sin embargo, esta somnolencia podría ser un indicador de que algo más grave está ocurriendo en el cerebro.

Los médicos también destacan que no toda somnolencia diurna está relacionada con demencia. Podría derivarse de factores como apnea del sueño o estrés. Sin embargo, es crucial buscar evaluación médica si el cansancio diurno es persistente.

¿Qué se puede hacer?

Aunque no existe una cura para la demencia, mantener una buena higiene del sueño podría ser clave para prevenirla o retrasarla. Algunas recomendaciones incluyen:

Establecer una rutina de sueño: ir a la cama y despertarse a la misma hora todos los días ayuda a regular los ciclos de sueño.

Crear un ambiente adecuado para dormir: un dormitorio oscuro, tranquilo y con una temperatura fresca puede mejorar considerablemente la calidad del descanso.

Evitar la cafeína y las pantallas antes de dormir: estos factores pueden interferir con la capacidad de conciliar el sueño.

Consultar a un médico: si la somnolencia persiste, especialmente si se acompaña de otros síntomas, es fundamental buscar ayuda profesional.

También se ha demostrado que llevar un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular y una dieta equilibrada, puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

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¿Es reversible el riesgo?

La relación entre la somnolencia diurna y la demencia plantea una posible causalidad inversa. En algunos casos, la demencia en etapas tempranas puede alterar los patrones de sueño, lo que lleva a somnolencia durante el día. Sin embargo, abordar los problemas de sueño a tiempo podría tener un impacto positivo en la salud general y, potencialmente, ralentizar el progreso de enfermedades neurodegenerativas.

Sentir sueño excesivo durante el día puede parecer algo normal, pero podría ser una señal temprana de advertencia de demencia. Aunque esta no es una causa directa, los estudios destacan la importancia del sueño de calidad en la prevención de problemas cognitivos. Cuidar los hábitos de sueño, mantenerse activo y buscar atención médica cuando sea necesario son pasos esenciales para proteger la salud cerebral a largo plazo. Prestemos atención a lo que nuestro cuerpo nos está diciendo; podría salvarnos años de independencia y bienestar.

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Dany Levito

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