¿Alguna vez te has sentido regañado por tus hábitos peculiares o francamente extraños? Quizás seas simplemente un genio incomprendido. La historia nos ha demostrado que los coeficientes intelectuales elevados no siempre se alinean con lo que se considera «normal». Desde los excentricidades de figuras históricas como Ludwig van Beethoven o Lord Byron hasta los hábitos de celebridades contemporáneas, existen muchos indicios de que la genialidad a menudo se manifiesta de maneras poco convencionales.
1. Hablar solo
Aunque a menudo se ve como un signo de locura, la investigación sugiere que charlar con uno mismo puede mejorar la memoria y la concentración. Un estudio de 2017 encontró que nuestros cerebros se comportan de manera similar a los de los monos cuando dejamos de hablarnos a nosotros mismos, ya sea en silencio o en voz alta. Cuando se les pidió a los participantes que repitieran sonidos sin sentido en voz alta, como «blah-blah-blah», mientras realizaban tareas visuales y auditivas, sus cerebros activaban áreas separadas para cada tarea, al igual que los monos.
2. Tendencias de búho nocturno
Si te encuentras despierto con pensamientos zumbando en tu cabeza mientras los demás duermen profundamente, podría ser una señal de alta inteligencia. Un estudio de 2022 del Imperial College de Londres, que involucró a 26,000 adultos, sugiere que aquellos que son más activos por la noche, a menudo llamados «búhos nocturnos», generalmente obtienen puntuaciones más altas en las pruebas cognitivas.
3. Soñar despierto
Cuando se trata de soñar despierto, muchos de nosotros podemos relacionarnos con perdernos en nuestros pensamientos de vez en cuando. Los consejos repetidos de «¡despierta!» o «¡reacciona!» podrían no ser tan acertados, ya que divagar es en realidad un ejercicio mental útil.
Estudios como uno realizado en 2017 por el Dr. Eric Schumacher y Christine Godwin, de Georgia Institute of Technology, revelaron que quienes a menudo sueñan despiertos tienen mejores habilidades cognitivas y mayores niveles de creatividad e inteligencia. Alentando a los soñadores empedernidos, el Dr. Schumacher señaló: «Las personas con cerebros eficientes pueden tener demasiada capacidad cerebral para detener que sus mentes divaguen».
4. Espacio de oficina desordenado
La idea de trabajar en medio de un escritorio lleno de desorden, que para algunos es impensable, podría indicar en realidad una mente genial que no se ajusta a las normas convencionales. Un estudio de 2013 publicado en Psychological Science reveló que los participantes ubicados en un entorno de oficina desordenado mostraron más ingenio a la hora de generar usos novedosos para las pelotas de ping pong, en comparación con aquellos en un entorno ordenado.
La científica psicológica Kathleen Vohs, de la Universidad de Minnesota, explicó: «Estar en una habitación desordenada llevó a algo que las empresas, las industrias y las sociedades quieren más: creatividad». Ella elaboró: «Los entornos desordenados parecen inspirar liberarse de la tradición, lo que puede producir ideas frescas. Por el contrario, los entornos ordenados alientan la convención y jugar a lo seguro».
5. Curiosidad inquisitiva
Algunos individuos pueden considerarse demasiado conocedores como para hacer preguntas, asumiendo que ya tienen todas las respuestas. Sin embargo, aquellos con una verdadera inteligencia probablemente estarán constantemente haciendo preguntas, impulsados por una curiosidad natural sobre su entorno y un anhelo de conocimiento.
A pesar del temor a parecer desinformado al hacer preguntas, esto no es así. De hecho, la investigación indica que quienes hacen preguntas a menudo se perciben como más competentes. Un estudio de 2015 de la Escuela de Negocios de Harvard señaló: «Aunque las personas pueden derivar beneficios sustanciales del intercambio de información e ideas, muchas individuos son reacios a buscar consejos de otros. Descubrimos que las personas son reacias a buscar consejos por temor a parecer incompetentes».
6. Tendencias introvertidas
Muchos introvertidos pueden dar fe de que los extrovertidos a menudo intentan sacarlos de su zona de confort, incluso cuando estás perfectamente contento con una tranquila noche en casa con un chocolate caliente. Ahora tienes una razón perfecta para evitar ese ruidoso club nocturno.
Un estudio de Harvard descubrió que los cerebros de los introvertidos contienen una materia gris más gruesa en comparación con los extrovertidos, y también mostraron más actividad en los lóbulos frontales, el área responsable del pensamiento analítico y racional.
7. Mantener un estante lleno de libros
Si buscas mejorar tu inteligencia, tener un libro a mano es un buen comienzo. Los efectos positivos son sustanciales y probablemente serán beneficiosos en todos los aspectos de tu vida. Además, es un pasatiempo mucho más relajante que scrollear sin fin en tu teléfono.
Una investigación revolucionaria del Boston Children’s Hospital ha revelado que sumergirse en un buen libro puede fomentar la formación de nuevas vías neurales y fortalecer la sustancia blanca dentro del cuerpo calloso, la gruesa banda de fibras nerviosas que conecta los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro. Este remodelado neural mejora la comunicación entre los dos lados del cerebro, lo que puede conducir a un procesamiento de información más rápido y eficiente.
Leer es un hábito que nunca es demasiado joven o demasiado viejo para adoptar. Haciendo eco de este sentimiento, el físico teórico Albert Einstein, quizás el genio más reconocido de la historia, aconsejó: «Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles más cuentos de hadas».
