Las mejores posiciones sexuales para personas mayores de 60 años
Aunque algunos mitos populares sugieren que las personas mayores tienen una vida sexual inactiva, la realidad es muy diferente. De hecho, numerosos estudios han demostrado que muchas personas de 60 años o más mantienen una vida sexual satisfactoria y llena de beneficios. Desde una mejor salud cardíaca hasta niveles más altos de intimidad y placer, el sexo puede aportar numerosas ventajas físicas y psicológicas incluso a edades avanzadas.
Si bien es cierto que el envejecimiento conlleva ciertos cambios físicos, como la menopausia o la disminución de los niveles de testosterona y estrógeno, los expertos aseguran que es más que posible disfrutar de una vida sexual plena. Quizás la intimidad no se sienta o se vea igual que en la juventud, pero eso no significa que las personas mayores no tengan o no quieran tener sexo.
De hecho, cuatro de cada diez adultos entre 65 y 80 años afirman ser sexualmente activos, y más de la mitad consideran que el sexo es importante para su bienestar. Muchos incluso desarrollan un mayor interés sexual a medida que envejecen, ya que tienen menos estresores y distracciones en sus vidas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los cambios físicos y hormonales pueden requerir algunas modificaciones para hacer que cada experiencia sexual sea más cómoda y satisfactoria.
Las mejores posiciones sexuales para parejas de la tercera edad
1. La cucharita
La posición de la cucharita es una de las más acogedoras y cómodas para las parejas mayores. Al permitir un contacto corporal completo y un movimiento suave y rítmico, esta posición minimiza el esfuerzo físico y reduce significativamente la probabilidad de dolor en las articulaciones.
2. El loto envuelto
Si lo que buscas es romanticismo, el loto envuelto puede ser la opción perfecta. Esta posición sentada, cara a cara, fomenta el contacto visual, la comunicación y la cercanía física sin la tensión de soportar todo el peso corporal.
Para realizarlo la pareja se sienta en una cama o silla firme, con las piernas entrelazadas. La persona receptiva se sienta en el regazo de la persona penetrante, y luego pueden ajustar sus cuerpos para encontrar un ángulo cómodo de penetración.
3. La vaquera inversa
A veces, tener el control sobre la profundidad y el ritmo de la penetración puede llevar a un mayor placer para las personas mayores. Por eso, la vaquera inversa es una excelente opción, ya que le permite a la persona receptiva tomar el control de la experiencia sexual.
En esta posición, la persona penetrante se acuesta boca arriba, mientras que la persona receptiva se sienta o se arrodilla encima, pero en dirección opuesta. Para aliviar la presión sobre la persona receptiva, se pueden utilizar almohadas debajo de las rodillas y agarrarse a las piernas de la persona penetrante para mayor estabilidad.
4. Estilo perrito sentado
Esta posición ofrece todos los beneficios del estilo perrito, pero sin el dolor en la espalda o las rodillas. Si eres la persona receptiva, puedes recostarte sobre una cama o una silla alta, en lugar de apoyarte sobre las manos y las rodillas, para lograr una mayor comodidad.
Para realizarlo, la persona receptiva se recuesta sobre una superficie acolchada, dejando los pies colgando o apoyados en el suelo. Luego, la persona penetrante se coloca de pie detrás, sosteniendo las caderas de la persona receptiva para mantener la estabilidad.
5. Misionero (con almohadas)
El misionero es una posición clásica y muy popular, pero lamentablemente requiere de una gran fuerza en la parte superior del cuerpo, algo que algunas personas mayores podrían tener dificultad. Sin embargo, con el uso de cuñas ortopédicas o almohadas, esta posición puede ser mucho más cómoda.
Para practicar el misionero con almohadas, la persona receptiva se recuesta boca arriba sobre una superficie acolchada, mientras que la persona penetrante se coloca encima. Antes de la penetración, se colocan almohadas firmes debajo de las caderas de la persona de arriba, así como pequeños cojines hacia donde caerán sus manos.
Otros consejos para el sexo en la tercera edad
Además de las posiciones sexuales, existen otros aspectos importantes a tener en cuenta a medida que envejecemos y nuestra sexualidad evoluciona.
Por ejemplo, es común que las personas experimenten disfunción eréctil o sequedad vaginal. Para abordar estos cambios, las personas con pene pueden consultar a su médico sobre medicamentos para tratar la disfunción eréctil, mientras que las personas con vagina pueden usar lubricantes a base de silicona o agua.
Asimismo, el valor del foreplay aumenta significativamente con la edad, ya que un proceso de excitación más progresivo puede mejorar la intimidad y el disfrute general. Se recomienda dedicar hasta 20 minutos a los juegos previos antes de pasar a la acción.
Es importante también tener en cuenta que las preferencias sexuales probablemente cambien con el tiempo. Quizás algo que no te gustaba de joven ahora se haya convertido en una de tus mayores fuentes de placer. Por eso, es fundamental mantener conversaciones honestas y sin prejuicios sobre sexo con tu pareja.
Finalmente, no descartes el uso de juguetes sexuales, ya que pueden ayudarte a descubrir nuevas formas de conectar, explorar y alcanzar el orgasmo. Además, pueden facilitar el acceso a zonas de difícil alcance sin restar placer.