Lasaña a la boloñesa: la receta tradicional italiana que se convertirá en tu favorita
La próxima vez que quieras impresionar en una reunión familiar o simplemente darte un capricho, recuerda esta receta. La lasaña no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma. ¡Buon appetito!

¿Quién puede resistirse al encanto de una lasaña italiana bien hecha? Rica en sabores, texturas y tradición, este platillo no solo conquista estómagos, sino también corazones. Aquí te contamos cómo preparar una lasaña auténtica que se convertirá en un clásico en tu mesa.
La lasaña, conocida como “lasagna alla Bolognese”, tiene raíces profundas en la gastronomía italiana. Este platillo, que data de la época del Imperio Romano, ha evolucionado para incorporar ingredientes como el tomate y técnicas refinadas como la béchamel. Sin embargo, algo se mantiene constante: el amor por los sabores auténticos y caseros.
Hacer una lasaña desde cero no solo es un ejercicio culinario, sino un tributo a una tradición que une familias y amigos en cada capa de sabor.
Los ingredientes claves para el éxito
Para lograr una lasaña perfecta, es esencial contar con los ingredientes adecuados y prepararlos con cuidado. La receta incluye tres componentes principales:
1. Ragù alla bolognese (Salsa de carne): es el corazón del platillo y se prepara con una combinación de carne molida de res y cerdo, cebolla, zanahorias, apio, y un toque de vino para realzar los sabores. La clave está en dejar que la salsa hierva a fuego lento durante unas dos horas, permitiendo que los sabores se concentren.
2. Salsa bechamel: esta salsa cremosa le aporta suavidad y equilibra la textura del ragù. Se elabora con mantequilla, harina, leche y un toque de nuez moscada. Es importante prepararla con paciencia, evitando grumos para lograr una consistencia sedosa.
3. Pasta fresca: mientras que algunos optan por la pasta seca, la pasta fresca hecha en casa —mezclando harina con huevos— lleva este platillo al siguiente nivel. Si usas pasta seca, es recomendable pre-cocerla rápidamente para evitar que quede seca durante la cocción final.

Pasos para preparar una auténtica lasaña
Preparar una lasaña no es complicado, pero requiere tiempo y atención a los detalles. Aquí te dejamos los pasos esenciales:
Preparación del ragù
Pica finamente el apio, zanahorias y cebollas, y sofríelas en aceite de oliva caliente. Luego, añade la carne molida y mezcla bien. Cuando la carne esté dorada, vierte el vino y deja que se evapore. Incorpora el tomate triturado y sazona con sal. Cocina a fuego lento durante al menos dos horas, revolviendo ocasionalmente. Este paso es crucial para que la salsa quede rica y espesa.
Bechamel sin errores
En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la harina y mézclala constantemente durante un par de minutos. Poco a poco, vierte la leche tibia mientras bates vigorosamente. Continúa cocinando hasta que la mezcla espese. Añade una pizca de nuez moscada para un toque aromático.
Pasta que marca la diferencia
Si decides hacer pasta fresca, mezcla harina y huevos hasta formar una masa lisa. Déjala reposar por 20 minutos antes de estirarla finamente. Si usas pasta seca, hiérvela rápidamente en agua salada.
El montaje correcto marca la diferencia entre una lasagna buena y una inolvidable. Comienza cubriendo el fondo de un molde con una capa ligera de ragù. Añade una lámina de pasta, otra capa de ragù, una de béchamel, y espolvorea queso parmesano rallado. Repite este proceso hasta llenar el molde, asegurándote de terminar con una capa generosa de béchamel y parmesano.
Algunas personas prefieren añadir pequeños trozos de mantequilla en la capa superior para obtener un gratinado dorado y crujiente.
Por último, hornea la lasaña en un horno precalentado a 180°C durante 25 minutos. Para un acabado perfecto, sube la temperatura a 240°C durante los últimos cinco minutos para dorar la superficie. Después de sacarla del horno, deja reposar el platillo por unos minutos. Esto no solo facilita el servicio, sino que permite que los sabores se asienten.
¿Por qué esta lasagna será tu favorita?
La combinación de la rica salsa de carne, la suavidad de la béchamel y la textura tierna de la pasta fresca crea una experiencia incomparable. Además, el hecho de prepararla desde cero agrega un nivel extra de satisfacción y orgullo.
Puedes personalizar la receta a tu gusto, añadiendo vegetales al ragù si buscas una versión más ligera o experimenta con quesos adicionales para un sabor más intenso. Sin importar las variaciones, lo importante es disfrutar el proceso y compartirlo con seres queridos.