8 signos de demencia que no son pérdida de memoria
La demencia es una enfermedad compleja que afecta no solo la memoria, sino también otros aspectos cognitivos y comportamentales. Si bien es común asociar la demencia con la pérdida de memoria, existen otros síntomas sorprendentes que pueden indicar un posible desarrollo de esta condición. Es importante estar atentos a estos signos y buscar atención médica cuando sea necesario.
1. Dificultad para concentrarse, planificar o seguir instrucciones
Uno de los primeros signos que pueden indicar una posible demencia es la dificultad para concentrarse, planificar o seguir instrucciones. Si notas que una persona mayor tiene problemas para recordar una serie de tareas o completar un proceso paso a paso, esto podría ser motivo de preocupación. Por ejemplo, una persona puede olvidar el tercer elemento de una lista de compras o tener dificultades para seguir una receta de cocina. Estos pequeños lapsos de atención pueden ser una señal temprana de deterioro cognitivo y deben ser evaluados por un profesional de la salud.
Es importante tener en cuenta que es normal que las personas mayores experimenten ocasionalmente dificultades para seguir instrucciones o recordar listas, pero estas dificultades suelen resolverse rápidamente. Sin embargo, si estos problemas se vuelven recurrentes y dificultan la realización de tareas cotidianas, es importante buscar atención médica para descartar posibles causas subyacentes, como la demencia.
2. Cambios sorprendentes en el estado de ánimo, personalidad o comportamiento
Los cambios inusuales en el estado de ánimo, la personalidad o el comportamiento pueden ser un indicio de demencia en desarrollo. Si notas que un ser querido se vuelve más retraído, pesimista o pierde interés en actividades que solían disfrutar, esto podría ser un signo preocupante. La demencia puede afectar la capacidad de una persona para disfrutar de las actividades habituales y puede estar acompañada de depresión, lo que agrava aún más la pérdida de memoria.
Además de la pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, es posible que una persona con demencia presente cambios en su comportamiento, como insensibilidad o comportamientos inapropiados. También puede experimentar apatía, lo que se manifiesta como falta de iniciativa para participar en actividades o planificar eventos. Estos cambios en la personalidad y el comportamiento pueden ser un indicio de deterioro cognitivo y deben ser evaluados por un profesional de la salud.
3. Desorientación espacial
La desorientación espacial es otro posible signo temprano de demencia. Si observas que un ser querido tiene dificultades para encontrar su camino, incluso en lugares familiares, esto puede ser motivo de preocupación. Por ejemplo, pueden perderse en su propio vecindario o tener dificultades para recordar cómo llegaron a un lugar específico. Estudios han demostrado que la disminución de la capacidad de navegación se asocia con un mayor riesgo de desarrollar demencia en el futuro.
Es importante destacar que este síntoma puede manifestarse inicialmente cuando la persona se encuentra en un entorno desconocido, como durante un viaje, y es posible que la desorientación espacial no sea evidente cuando están en su entorno habitual. Sin embargo, si notas que la desorientación se vuelve recurrente y afecta su capacidad para desenvolverse en diferentes entornos, es recomendable buscar atención médica para una evaluación adecuada.
4. Confusión sobre el tiempo y el lugar
Es común que las personas olviden ocasionalmente qué día de la semana es, pero si notas que un ser querido muestra confusión constante sobre el tiempo y el lugar, esto podría ser un signo temprano de demencia. Por ejemplo, pueden olvidar dónde están en un momento dado o tener dificultades para recordar citas, incluso si están anotadas en un calendario. Esta confusión puede causar frustración y ansiedad en la persona afectada.
A medida que el deterioro cognitivo progresa, es posible que la persona comience a agregar cada vez más detalles a su calendario y luego pase tiempo tratando de comprender su horario, lo que puede generar agitación y confusión. Si notas que la confusión sobre el tiempo y el lugar se vuelve recurrente y afecta la capacidad de la persona para llevar una vida cotidiana normal, es importante buscar atención médica para una evaluación adecuada.
5. Patrones de sueño disruptivos
La calidad del sueño puede estar relacionada con el riesgo de desarrollar demencia. Estudios han demostrado que las personas que duermen menos de siete horas por noche tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellas que duermen siete horas o más. Si notas que un ser querido tiene patrones de sueño disruptivos, como despertarse frecuentemente durante la noche o levantarse muy temprano por la mañana, esto podría ser un signo de alerta.
Es importante tener en cuenta que la relación entre el sueño y la demencia no está completamente comprendida y se necesita más investigación para determinar si la falta de sueño es una causa o un factor de riesgo para el desarrollo de la demencia. Sin embargo, es recomendable buscar atención médica si los problemas de sueño persisten y afectan la calidad de vida de la persona.
6. Juicio deficiente
El deterioro del juicio es otro posible signo temprano de demencia. Esto no se refiere a las decisiones menores que todos podemos tomar de vez en cuando, sino a un patrón de toma de decisiones imprudentes que pueden poner en peligro a la persona, como vestirse con ropa inapropiada para el clima, llenar tazas de café hasta que se desborden, dejar la estufa encendida, descuidar la higiene personal o no reconocer un problema médico evidente.
Otro signo común de este tipo de juicio deficiente es que la persona comienza a tomar malas decisiones financieras, algo que nunca hizo en el pasado, como por ejemplo, pueden dejar de abrir o pagar facturas, gastar más de lo que pueden permitirse o escribir cheques a desconocidos que los llaman pidiendo dinero. Es importante tener en cuenta que las personas mayores con demencia pueden ser víctimas de estafadores financieros, por lo que es crucial estar alerta a posibles signos de problemas cognitivos.
7. Cambios en la visión
Los cambios en la visión pueden estar asociados con ciertos tipos de demencia. La retina, que está compuesta por tejido cerebral, está conectada directamente al cerebro a través del nervio óptico, por lo que no es sorprendente que los cambios en el funcionamiento cognitivo puedan manifestarse como cambios en la visión. Las personas con demencia pueden tener dificultades con la percepción de la profundidad, la lectura, la conducción o el seguimiento de objetos en movimiento. También pueden tener problemas para distinguir colores, contrastes o juzgar distancias.
Además de estos síntomas, hay otro problema visual al que debemos prestar atención: la atrofia cortical posterior (PCA, por sus siglas en inglés). Algunos estudios han informado que entre el 5 y el 15 por ciento de las personas diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer tienen PCA. Esta condición afecta las partes visuales del cerebro y puede manifestarse como una incapacidad para procesar o integrar la información visual. Por ejemplo, pueden abrir el refrigerador pero no encontrar la leche, aunque esté justo frente a ellos. Es importante buscar atención médica si se observan cambios significativos en la visión, ya que esto puede ser un signo temprano de demencia.
8. Pérdida del olfato con el tiempo
La disminución gradual del sentido del olfato también se ha relacionado con un posible desarrollo de demencia y enfermedad de Alzheimer. Si notas que un ser querido tiene dificultades para oler ciertos olores, como alimentos en mal estado o su propio olor corporal debido a la falta de higiene, no asumas automáticamente que es debido al COVID-19. Un estudio realizado por el Instituto Nacional del Envejecimiento encontró que una puntuación baja en las pruebas olfativas se asoció con un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve asociado con la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.