Los alimentos que SIEMPRE debes guardar en la nevera
La nevera es un aliado invaluable en la conservación de alimentos, pero no todos los alimentos deben ser refrigerados. Al seguir estas recomendaciones, podrás disfrutar de alimentos frescos y deliciosos por más tiempo.
Antes de profundizar en los alimentos que deben ser refrigerados, es importante entender los beneficios de guardar ciertos productos en la nevera. El frío de la nevera ayuda a ralentizar el crecimiento de bacterias y otros microorganismos que pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos. Igualmente, mantener los alimentos frescos ayuda a preservar su sabor, textura y valor nutricional por más tiempo.
Frutas tropicales
Las frutas tropicales, como los plátanos, mangos y piñas, deben ser almacenadas fuera de la nevera. Estas frutas requieren de temperaturas más cálidas para madurar adecuadamente y el frío de la nevera puede afectar su sabor y textura, volviéndolas acuosas y menos sabrosas. Es mejor almacenarlas en un lugar fresco y seco, como una despensa o cesta de frutas.
Tomates
Aunque los tomates son técnicamente una fruta, es mejor mantenerlos fuera de la nevera. El frío altera su textura y sabor, y detiene su proceso de maduración. Para disfrutar de unos tomates sabrosos en tus ensaladas o salsas, es recomendable almacenarlos en un lugar fresco y seco, como una cesta de frutas en la encimera de la cocina.
Verduras de hoja verde
Las verduras de hoja verde, como la lechuga, la espinaca y la rúcula, deben ser almacenadas en la nevera para mantener su frescura y crocancia. Estas verduras son altamente perecederas y tienden a marchitarse rápidamente a temperatura ambiente. Para prolongar su vida útil, es recomendable envolverlas en papel absorbente o guardarlas en bolsas de plástico perforadas en el cajón de verduras de la nevera.
Pepinos y calabacines
Los pepinos y calabacines se mantienen frescos y crujientes cuando se almacenan en la nevera. El frío ayuda a mantener su textura y evita que se marchiten rápidamente. Es recomendable guardarlos en bolsas de plástico perforadas en el cajón de verduras de la nevera para evitar que se deshidraten.
Huevos y lácteos
Los huevos son alimentos altamente perecederos y deben ser almacenados en la nevera para evitar la proliferación de bacterias. Aunque los huevos se venden a temperatura ambiente en las tiendas, es mejor refrigerarlos en casa para mantener su frescura y prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.
La leche y otros productos lácteos, como yogures y quesos, deben ser guardados en la nevera para preservar su frescura y evitar su deterioro. Es recomendable almacenarlos en la parte superior de la nevera, donde la temperatura es más alta y estable. Los productos lácteos deben ser consumidos antes de su fecha de caducidad para garantizar su calidad y seguridad.
Mantequilla
La mantequilla puede ser guardada en la nevera, pero es importante tener en cuenta que se endurece cuando se enfría. Si prefieres que la mantequilla esté más blanda y fácil de untar, puedes mantenerla fuera de la nevera en un recipiente hermético. Sin embargo, si vives en un clima cálido, es recomendable refrigerarla para evitar que se ponga rancia.
Carnes y pescados
Las carnes y pescados frescos deben ser refrigerados para mantener su frescura y prevenir el crecimiento de bacterias. Estos alimentos deben ser almacenados en la parte más fría de la nevera, generalmente en el estante inferior. Es importante asegurarse de que estén bien envueltos para evitar la contaminación cruzada con otros alimentos.
Alimentos cocidos
Los alimentos cocidos, como las sobras de comidas y las salsas caseras, deben ser refrigerados para evitar su deterioro y prevenir enfermedades transmitidas por alimentos. Estos alimentos deben ser almacenados en recipientes herméticos en la nevera y consumidos dentro de los próximos días para garantizar su calidad y seguridad.
Alimentos deshidratados
Alimentos como el arroz, la pasta y los frutos secos pueden ser almacenados en la despensa a temperatura ambiente. Estos alimentos son secos y tienen una vida útil prolongada, por lo que no es necesario refrigerarlos. Sin embargo, es importante mantenerlos en recipientes herméticos para evitar la humedad y la contaminación.
