El turismo es una de las principales fuentes de ingresos para muchos países en todo el mundo. Sin embargo, hay destinos que se han vuelto tan populares que están experimentando los efectos negativos del turismo de masas. Estos lugares se enfrentan a problemas como daños ambientales, culturales y sociales, así como molestias para los habitantes locales.
Ámsterdam y su campaña disuasoria: «Mantente a distancia»
Ámsterdam, la capital de los Países Bajos, es conocida por sus hermosos canales, su rica historia y su ambiente liberal. Sin embargo, en los últimos años, la ciudad ha experimentado un aumento significativo en el turismo, lo que ha llevado a una saturación de visitantes y una degradación de la calidad de vida de los residentes. Para abordar este problema, Ámsterdam ha lanzado una campaña de sensibilización llamada «Mantente a distancia», la cual tiene como objetivo disuadir a los turistas de visitar los lugares más populares y promover la exploración de otros destinos menos conocidos en los Países Bajos. La idea detrás de esta iniciativa es preservar la autenticidad de la ciudad y reducir el impacto negativo del turismo masivo.
La campaña se dirige específicamente a los hombres británicos de entre 18 y 35 años, que suelen ser los más propensos a visitar Ámsterdam para celebrar despedidas de soltero. Cuando estos turistas buscan términos como «despedida de soltero en Ámsterdam» o «hotel económico en Ámsterdam» en los motores de búsqueda, se les muestra un mensaje de advertencia que les insta a considerar otras opciones y a explorar destinos menos conocidos en los Países Bajos.
Venecia y las restricciones para controlar el turismo
Venecia, la ciudad de los canales y los románticos paseos en góndola, ha sido durante mucho tiempo uno de los destinos turísticos más populares del mundo. Sin embargo, esta popularidad ha llevado a una sobrecarga de visitantes que ha afectado negativamente la calidad de vida de los residentes y ha causado daños a la ciudad y sus canales. Para abordar este problema, las autoridades venecianas han implementado una serie de restricciones para controlar el turismo de masas.
Una de estas restricciones es la imposición de cuotas de visitantes. Durante 29 días entre abril y mediados de julio, se limita el número de personas que pueden ingresar a la ciudad y se cobra una tarifa de cinco euros por persona. Esta medida tiene como objetivo reducir la afluencia de turistas y preservar la autenticidad de Venecia.
Otra medida que se ha tomado en Venecia es la prohibición de comer al aire libre en cuatro de las calles centrales de la ciudad. Esta restricción tiene como objetivo controlar el consumo excesivo de alimentos y bebidas en espacios públicos y evitar la acumulación de basura, lo que contribuye a la degradación del entorno urbano.
Florencia y su lucha contra el turismo excesivo
Florencia, la cuna del Renacimiento italiano, es conocida por su impresionante patrimonio artístico y cultural. Sin embargo, en los últimos años, la ciudad ha experimentado un aumento significativo en el número de turistas, lo que ha llevado a problemas como la congestión de calles y plazas, la degradación del patrimonio arquitectónico y la alteración de la vida cotidiana de los residentes.
Para controlar el turismo excesivo, las autoridades de Florencia han implementado una serie de medidas. Una de ellas es la prohibición de comer al aire libre en cuatro de las calles más concurridas de la ciudad. Esta restricción tiene como objetivo reducir la acumulación de basura y preservar la limpieza y la estética de las calles y plazas.
Otra medida es la promoción de destinos menos conocidos en la región de la Toscana. Florencia es solo una de las muchas joyas culturales y naturales que ofrece esta región de Italia, y las autoridades están trabajando para desviar parte del flujo turístico hacia otros destinos menos conocidos pero igualmente impresionantes.
Bali y la lucha contra las incivilidades turísticas
Bali, conocida como la «Isla de los Dioses», es famosa por sus hermosas playas, sus paisajes exuberantes y su rica cultura. Sin embargo, en los últimos años, la isla ha experimentado un aumento significativo en la afluencia de turistas, lo que ha llevado a problemas como la falta de respeto hacia la cultura local y el medio ambiente.
Para abordar estas incivilidades turísticas, las autoridades de Bali están considerando la implementación de restricciones para controlar el número de visitantes y promover un turismo más sostenible y de calidad. Se espera que estas restricciones estén dirigidas no solo a limitar la cantidad de turistas que visitan la isla, sino también a establecer ciertos criterios que los visitantes deben cumplir para garantizar un comportamiento respetuoso hacia la cultura y el medio ambiente de Bali.
