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Insólito

Los secretos de una enfermera que escapó de una secta polígama de 1.500 miembros

En un mundo lleno de historias inspiradoras, la experiencia de Ángela Johnson destaca como un testimonio de valentía, resistencia y búsqueda de libertad. Desde su infancia, pasó por las rígidas normas de una secta polígama en los Estados Unidos, donde las mujeres eran forzadas a cumplir un destino impuesto desde su nacimiento.

Ángela vivió su infancia dentro de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FLDS). Este grupo, una facción aislada de los mormones, practica el matrimonio plural o poligamia como parte de sus creencias religiosas. Desde pequeña, Ángela fue testigo de la severidad con la que se trataba a las mujeres: no tenían acceso a la educación formal y mucho menos la libertad de decidir su futuro.

“Un pariente mío tenía 24 esposas”, relata Ángela, evidenciando cómo la figura masculina de la “familia” ejercía un control absoluto. Este tipo de vida no solo vulneraba derechos fundamentales, sino que también generaba un ambiente de manipulación sistemática y abuso emocional.

Obligaciones impuestas y esperanzas rotas

Dentro de este sistema, las mujeres eran forzadas a casarse jóvenes, incluso con familiares cercanos, siguiendo los dictámenes de un liderazgo supuestamente “divino”. Estas uniones, lejos de ser consensuadas, buscaban perpetuar la obediencia al líder de la secta. En el caso de Ángela, perdió su infancia y adolescencia cumpliendo expectativas impuestas sin posibilidad de rebelarse.

El control no solo era emocional o físico; el grupo promovía una economía cerrada con su propio “dinero” conocido como scrip. Las familias eran parte de una red de negocios que reforzaba la dependencia hacia la secta. Si alguien pensaba en escapar, enfrentaba la amenaza del castigo divino o la condena social.

La decisión de escapar

A pesar de las dificultades, Ángela encontró el valor para huir. Cuenta que el momento de escape fue el más decisivo de su vida. ¿Pero cómo se escapa de un sistema tan cerrado? Para Johnson, la clave fue romper con el miedo que durante años la mantuvo atada. Encontró fuerza en la solidaridad de aquellos que habían dejado la secta antes que ella.

Tras escapar, enfrentó desafíos inimaginables. Debió construir una vida nueva, desde cero, en un mundo del que apenas sabía algo. Sin embargo, su espíritu resiliente se impuso. Ángela se dedicó a contar su historia y ayudar a otras personas atrapadas en sectas similares.

Ángela se casó a los 19 años (Foto: The Sun)

Las impactantes revelaciones sobre la secta

Historias como la de Warren Jeffs, líder de una secta mormona fundamentalista, han mostrado cómo estas organizaciones operan con secretismo, violencia y explotación humana. En el caso del “clan Kingston”, conocido también como “La Orden”, se han encontrado evidencias de conductas como:

  • Matrimonios forzados e incestuosos.
  • Trabajo infantil y esclavitud moderna.
  • Fraude a gran escala y lavado de dinero.
  • Abusos sexuales, especialmente hacia menores.

Lo más alarmante es la estructura jerárquica interna de estos grupos, donde las decisiones giran en torno a un “profeta”. Las mujeres y niños son tratados como propiedad dentro del sistema, reforzando décadas de abuso sin repercusiones legales significativas hasta hace poco.

Cambios en la ley y nuevos desafíos

En Utah, el polígamo estado donde se localizan muchas de estas sectas, las normas sobre la poligamia han cambiado en los últimos años. Antes, el matrimonio plural era un delito grave, pero en 2020 se despenalizó, volviéndolo una falta menor. Este cambio, aunque polémico, busca animar a víctimas de abusos a denunciar sin miedo a represalias legales.

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A pesar de esto, grupos como el FLDS o “La Orden” siguen operando en secreto. Sus miembros tienen poco contacto con el exterior y las prácticas abusivas continúan siendo difíciles de erradicar. El testimonio de Ángela resalta lo importante que es abrir los ojos al problema y exigir justicia para las víctimas.

Hoy, Ángela trabaja con organizaciones que apoyan a víctimas de sectas, brindándoles las herramientas para empezar de nuevo. Su mayor mensaje es claro: nadie debería vivir bajo el yugo del abuso o el miedo. Al compartir su historia, busca no solo sanar sus heridas, sino también advertir a otras personas del peligro de estas comunidades cerradas.

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Veronica Pereira

Veronica siempre ha tenido una pasión por la escritura desde su infancia; hija del padre de un médico y madre naturópata, siempre ha estado inmersa en remedios naturales; se ha convertido en correctora/editora de libros de medicina y escritora independiente para blogs que tratan sobre medicina en general o sobre prevención en particular.

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