Si bien se dice en un antiguo proverbio que «En la oscuridad todos los gatos son pardos», la verdad es que este argumento puede aplicarse de igual manera al ambiente de la sensualidad. Las luces tenues o la oscuridad total pueden ayudar a ocultar ciertas inseguridades físicas, pero también pueden limitar la experiencia visual que forma parte integral del placer sexual.
La visión y el placer sexual
Para algunas personas, el placer sexual está intrínsecamente relacionado con la visión. Tanto es así que a muchos les resulta difícil mantener relaciones en total oscuridad. Sin embargo, la cuestión de si el sexo debe realizarse con la luz encendida o apagada puede ser un tema de debate en muchas relaciones.
Caso práctico
Aquí es donde entra en juego la experiencia de Margarita, quien lleva ocho meses en una relación con su nueva pareja. A él le gustaría que hagan el amor con las luces encendidas, pero ella se siente incómoda con esta idea debido a su inseguridad con su propio cuerpo.
La perspectiva de las mujeres
En general, son las mujeres las que suelen tener problemas con la idea de mantener relaciones sexuales con la luz encendida. Esto se debe a que muchas veces están demasiado preocupadas por cómo se ven, lo que puede distraerlas de la experiencia en sí. De hecho, la necesidad de oscuridad puede ser un indicativo de que una mujer se encuentra en conflicto consigo misma y con su cuerpo.
La perspectiva de los hombres
En contraste, los hombres suelen preferir mantener relaciones sexuales con la luz encendida. Esta preferencia proviene de su relación con la sexualidad desde temprana edad, que está marcada por la capacidad de ver y explorar su propio pene.
La importancia de la visión para los hombres
La visión juega un papel crucial en la construcción de la identidad sexual masculina. Los hombres están acostumbrados a observar, medir y explorar su propio pene, lo que les lleva a querer visualizar el acto sexual con su pareja.
El sexo en la oscuridad
Por otro lado, para muchas mujeres, mantener relaciones sexuales en la oscuridad puede ser una forma de desatar su imaginación y explorar sus propios fantasías.
Encontrando un equilibrio
La solución a este conflicto entre el deseo masculino de exhibicionismo y la preferencia femenina por la privacidad puede ser encontrar un equilibrio. Esto puede implicar alternar entre mantener relaciones sexuales con las luces encendidas y apagadas.
Beneficios del sexo en la oscuridad
El sexo en la oscuridad puede permitir a las personas explorar el cuerpo de su pareja de una manera diferente, ya que no pueden confiar en su vista. Esto puede llevar a una percepción y exploración más táctil del cuerpo del otro.
Beneficios del sexo con luz
Por otro lado, una luz tenue, como la de las velas, puede ofrecer un punto medio que permite un nivel de visibilidad sin llegar a ser demasiado revelador.
En última instancia, la decisión de si mantener relaciones sexuales con las luces encendidas o apagadas es personal y puede variar de una pareja a otra. Lo más importante es encontrar un equilibrio que permita a ambos sentirse cómodos y disfrutar de la experiencia al máximo.
